Volver a la normalidad después de una situación traumática es posible
Vamos a tener que hacer un repunte al concepto mal utilizado de “volver la normalidad”. Después de una situación traumática es imposible volver. El concepto de “volver” implica ir hacia atrás, regresar a un pasado que ya no existe. Por eso, antes de nada, debemos olvidarnos de que vamos a volver a antes de la circunstancia o momento crítico. De este modo, para volver a la normalidad debemos abandonar el pasado y mirar hacia adelante.Tendremos que ser conscientes de que la realidad ha cambiado, nosotros hemos cambiado y nuestro entorno ha cambiado. Solo así nos liberaremos de la ansiedad que provoca el hecho de tratar de retornar a un estado que se ha desvanecido. Una vez hecho esto, hay ciertas pautas que podemos seguir:
Busca apoyo en tus redes sociales o crea otras nuevas: dice el refrán que “no hay mal que por bien no venga” y, aunque no se puede generalizar, una situación traumática puede ayudarnos a buscar más puntos de apoyo. De hecho, es posible que antes de la crisis no se tuvieran demasiados y que la vuelta a la normalidad implique un mayor grado de implicación con la comunidad. En este caso el cambio es positivo.
Mantén los hábitos adquiridos positivos y establece nuevas rutinas: si has tenido que estar confinado durante mucho tiempo, por ejemplo, es posible que sientas cierta agorafobia. También la hipocondría puede manifestarse en un rechazo con respecto estar con otros. En estos casos te recomendamos que vayas estableciendo nuevas rutinas paulatinamente. Por ejemplo, salir todos los días a por el pan o a tirar la basura o quedar con tus amigos una vez a la semana.
Pide ayuda profesional: si has descubierto que no puedes afrontar el cambio y que, en cierto modo, te sientes desamparado después de la situación traumática no sientas vergüenza por tener que pedir ayuda profesional. En ocasiones se necesita un medio externo para que todo cambie. Lo único que realmente importa es que te recuperes y puedas volver a la normalidad.
Autora: Álex Bayorti (colaboradora de nuestro blog)
Fuente: este post proviene de Psicoadapta blog de psicología, donde puedes consultar el contenido original.
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