Toma un buen desayuno.Un buen desayuno es mejor que pasar hambre desde la primera hora de la mañana. Unos huevos revueltos bien acompañados te mantendrán lleno el tiempo suficiente.
Come más.Se aconseja tomar tres buenos aperitivos y tres comidas saludables. Pero incluso te puedes tomar algún antojo como los frutos secos, almendras especialmente, que ayudan a saciar y construir músculo.
Di no a los almidones.Los alimentos como la pasta, el pan blanco y las patatas engordan. Así que es mejor la pasta de trigo integral y las patatas dulces, aunque con moderación.
Levanta pesas.El gimnasio es un elemento clave, ya que ayudará a activar tu metabolismo y además te hará conseguir una mejora de rendimiento.
Piensa antes de comer.Hay que tomarse un tiempo para comer, y comer bien, no las galletas rancias que sobran de otros días porque no tenemos tiempo para tomarnos en serio nuestra alimentación.
De vez en cuando, pégate un capricho.Evitar los antojos continuamente puede acabar convirtiendo tu vida en una miseria que acabe contigo abandonando tu plan de perder para siempre. Un capricho de vez en cuando, con moderación, nos ayudará a alcanzar nuestras metas.
Corre en intervalos.
Cuando salgas a correr es más fácil alternar intervalos de alta intensidad con otros de baja de intensidad, facilitando la quema de grasas.
Nunca tomes bebidas azucaradas.Es preferible tomar una copa de vino o una cerveza antes que las bebidas gaseosas repletas de azúcar.
No temas a las grasas
Consumidas con moderación, nos ayudan a controlar el apetito y son un nutriente necesario para nuestro cuerpo.
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