Se habla mucho sobre lo fundamental que es tener un colchón de calidad pero no se pone la misma atención en la almohada.
En Fisiostar te contamos cuáles son las características de una almohada que te proporcione dulces sueños.
La elección de un almohada depende, en gran medida, de la postura que adoptas al dormir. Si por ejemplo, la persona tiende a dormir boca arriba, es mejor elegir un diseño no grueso. Si tu postura preferida para el descanso es dormir de lado, entonces, elige una almohada más gruesa para que el cuello descanse mejor. A través de esta postura, el cuello sigue el eje de la columna.
Cuando acudimos a una tienda de muebles a comprar un sofá, por ejemplo, solemos probarlo para valorar la comodidad, sin embargo, es menos frecuente que esto se haga con una almohada. Da el paso y colócate junto a la pared intentando simular la posición que adoptas cuando duermes.
Las almohadas de plumas no son aconsejables para niños (puede escaparse alguna pluma), ni tampoco para quienes sufren alergia. La almohada ideal es aquella que se adapta a las necesidades de cada persona. Déjate asesorar por profesionales expertos en descanso.
Una buena almohada no solo es aquella que te aporta descanso sino que también, corrige tu espalda durante el sueño.
Consejos para cuidar la almohada
Una medida práctica es airear la almohada de forma frecuente. A primera hora de la mañana, abre las ventanas de la habitación y deja que se ventile el cuarto antes de hacer la cama. Para evitar que la almohada coja una forma concreta, utilízala por ambos lados. Utiliza una funda de protección.
La almohada sintética es de fibra poliéster, algo muy positivo puesto que es transpirable. Especialmente recomendable para niños. Este modelo, a diferencia de la almohada de plumas, sí plantea este punto de vulnerabilidad.
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