Es importante remarcar que los esguinces o torceduras pueden afectar a cualquiera de las articulaciones del cuerpo, pero con mayor frecuencia se producen en la zona del tobillo. En la mayoría de los casos, con unos sencillos cuidados para calmar el dolor y reducir la inflamación se puede curar correctamente un esguince.
El esguince afecta los ligamentos en diferentes niveles, pudiendo ir desde una leve distención hasta la gravedad mayor detener ligamentos rotos. Sin importar el nivel de daño, al momento de ocurrir el esguince provoca mucho dolor y hay inflamación en la zona afectada por la lesión.
¿Cómo se realiza un tratamiento contra esguince?
Es muy importante reducir totalmente el movimiento. El principal cuidado para evitar que la lesión empeore es guardar reposo. No hay que forzar la articulación ni intentar moverla con normalidad. En algunos esguinces se recomienda el uso de un cabestrillo para miembros superiores, o caminar con la ayuda de muletas cuando el esguince es en los miembros inferiores.
Para reducir la inflamación se suele recomendar el uso de frío en la zona (crioterapia). Se puede utilizar una bolsa con gel refrescante especial o hielo envuelto en un trapo. Nunca hay que aplicar el hielo directamente sobre la piel porque puede originar quemaduras por frío. El frío debes mantenerlo entre 15 o 20 minutos y se tiene que repetir el procedimiento cada 1 o 2 horas durante los primeros 2 o 3 días después de la lesión. El frío ayudará a que se reduzca la inflamación, e incluso puede evitarla si se aplica rápido y se trata de un esguince leve.
Cuando la torcedura no es muy grave, mantener comprimida la zona e inmovilizar la articulación ayuda a reducir los daños. Puedes utilizar una tobillera o una muñequera según la zona del esguince. Este tipo de accesorios compresores ayudan a mover normalmente las articulaciones pero evitando que empeore la lesión.
Finalmente, en caso de esguinces graves se recomienda la inmovilización total con supervisión médica. Así se evitan los daños mayores al ligamento y se empieza un proceso progresivo de recuperación de los movimientos y las habilidades normales a medida que el dolor vaya desapareciendo.
¿Qué puede hacer la fisioterapia?
A través de los ejercicios y el trabajo de los profesionales de la fisioterapia se puede recuperar la funcionalidad normal de una articulación. El profesional fisioterapeuta guiará el trabajo del paciente con ejercicios puntuales de esfuerzo progresivo para que la recuperación vaya acorde al ritmo de sanación de la herida.
De no realizar cuidadosamente la recuperación, el esguince puede terminar siendo “mal curado” y ocasionar diferentes problemáticas en el andar, la postura o el estado físico general del paciente. Es importante seguir los consejos de los médicos y profesionales de la salud.