?En qué consiste?
Exceso de tensión en los ligamentos encargados de estabilizar las articulaciones que existen entre los distintos huesos del cuerpo, produciendo en los mismos su elongación o su rotura sin que las piezas óseas alteren su posición normal o se vean dañadas.
Las fuerzas que provocan el movimiento del hueso son tan grandes que el ligamento se ve incapaz de sujetarlo y se sobreestira más de lo que sus propias fibras pueden aguantar.
La intensidad del esguince dependerá de los distintos factores de cada persona, como la edad, el sexo o la fuerza del impacto.
Si el ligamento aguanta el sobreesfuerzo sin que sus fibras se rompan, es una torcedura o esguince benigno de primer grado.
Si las fibras se rompen parcialmente pero sigue siendo un tejido funcionante, se produce un esguince moderado o de segundo grado.
Cuando las fibras se rompen por completo y provocan que el ligamento se vuelva inútil, el esguince es de tercer grado y puede provocar que se desprenda parte del hueso.
Síntomas
Varían en intensidad según el grado y la gravedad del esguince.
Dolor agudo, inflamación e impotencia en la articulación que lo sufre.
Tratamiento
En la fase aguda, cuando aparecen los síntomas, debemos realizar reposo con el miembro elevado, hielo y antiinflamatorios.
Cuando acaba esta fase empieza la de recuperación y se debe recurrir a masajes circulatorios con cremas antiinflamatorias u otros masajes que disminuyan las contracturas que pueden aparecer por la tensión tras la lesión.
La fase preventiva, para evitar que se repita el esguince, consta de ejercicios de fortalecimiento de los músculos que influyen en la articulación.
Para más información, puedes leer nuestro resportaje sobre esguinces.