Atentas todas ese día, por cierto; día 31, porque algo muuuuy guay os espera. Ahora bien, mientras llega el día 31, os cuento hoy una forma infalible de conseguir vuestros objetivos :)
Dicho todo esto... comenzamos
El poder de los hábitos
Es muy común ponernos objetivos o propósitos del tipo: quiero escribir un libro, quiero adelgazar, quiero gastar menos, etc., sin embargo, cumplirlos no es nada fácil.
No es fácil porque estas cosas no se hacen en un día, y si bien un día podemos tener la fuerza de voluntad, otro se nos olvida. Pero pensad una cosa, ¿de qué cosas no os olvidáis nunca jamás? Yo os lo chivo: ¡de lo que hacéis sin pensar!
Personalmente, no hay día que me vaya a la cama sin desmaquillar. Ya puedo llegar a casa a las 6 am después de una noche de fiesta, que servidora se desmaquilla sí o sí. Y no es que tenga que hacer un esfuerzo monumental, sino que aunque a veces me dé pereza, lo hago, porque es parte de mi rutina, igual que puede ser para algunas personas rezar al meterse a la cama. No se lo plantearán imagino, sino que lo hacen porque les sale, pues es parte de su rutina.
Si alguien está acostumbrado a mirar su email según se levanta... no tiene que plantearse que va a hacerlo, sino que probablemente lo haga sin pensar. Igual pasará con quien nada más levantarse baja a la cocina a hacer el desayuno... o lo que sea.
¿Y qué tiene esto que ver con conseguir objetivos? ¡Todo! Porque para alcanzar cualquier objetivo en la vida debemos realizar varias acciones, no ocurren milagrosamente.
Me explico mejor: si alguien quiere adelgazar, no adelgazará ni por arte de magia, ni por comer sano un día ni por hacer ejercicio un día, sino que adelgazará si hace algo día a día. Puede que sea hacer cardio 30 minutos al día o puede que sea dejar el postre o puede ser una combinación de varias acciones, pero para conseguir la meta deberá llevar a cabo una serie de acciones o no lo conseguirá.
Y todo está compuesto por acciones. Si alguien quiere escribir un libro, ese libro no se va a escribir solo, sino que hay que escribirlo. Para escribirlo, alguien podría escribir cada día 30 minutos, cada semana 2 horas, o cuando sea, pero hay que sentar a escribirlo.
Si todas estas acciones las convertimos en rutina de forma que nos salgan de manera automática... ¡será mucho más fácil! Pues las habremos conseguido haciendo una serie de acciones que llegado un momento haremos sin pensar.
Gastar menos es muy difícil. Ahora bien, tratar de habituarse a no bajar a comer un pintxo y un café en el descanso de las 11 h no es tan difícil. Una vez de que quedarnos en la oficina en lugar de bajar y gastar 5 euros, eso no será problema, y 5 euros al día por 365 días al año = 1.825 euros.
Una vez que eso está dominado, se puede tratar de añadir otro hábito, como ir a Carrefour cada lunes a hacer la compra de toda la semana en lugar de tener que ir a Opencor cada dos días a por la cena.
Sumando varios hábitos, al final, habremos conseguido nuestra meta, que era gastar menos en este caso.
Si queremos adelgazar, deberíamos tratar de formar diferentes hábitos para que la suma de esas acciones, nos ayuden a adelgazar. Quizá alguien que come de menú todos los días siempre pide postre, y un hábito podría ser pedir siempre una manzana de postre. Al principio se hará raro, pero llegará un momento en que sea un hábito y no habrá ni que pensarlo, porque saldrá solo. ¿Van a tomar postre? Sí, una manzana por favor.
Consejos para crear hábitos
1. Comenzar por algo muy pequeño
Si queremos adelgazar y nunca hemos ido al gimnasio, ir al gimnasio todas las mañanas va a ser duro. Muy duro. Y vamos a dejar de hacerlo en cuestión de días.
Sin embargo, podemos empezar por hacer 3 minutos de ejercicio en casa. Solo 3. No 30, 3. 3 minutos de ejercicio en casa entre levantarnos y la ducha no es tan difícil, ¿no?
Hay que tener fuerza de voluntad, pero no tanta como para ir al gimnasio. Y como no hace falta tanta, es más fácil hacerlo. Tardaremos un tiempo en hacerlo de forma automática, pero pasará.
Solo cuando lo hagamos de forma automática, podremos hacerlo más difícil/grande, ¡pero no mucho! Es decir, cuando esos 3 minutos sean un hábito, subir a 5 minutos. No de 3 minutos en casa, pasar a ir al gimnasio 1 hora todos los días, o dejaremos de hacerlo.
2. Necesitáis un desencadenante
Un hábito es algo que hacéis siempre igual, de manera habitual. Lavarse los dientes al levantarse, darse protección solar antes de maquillarse, etc.
Si os lavarais los dientes de vez en cuando, cuando os apetece, no sería un hábito. El hábito es hacerlo nada más levantarse o nada más comer o antes de irse a la cama.
Y para poder crear hábitos, necesitáis buscar un desencadenante.
Imaginaos que vuestra meta es cuidaros más para estar más guapas, algo que conseguiréis sumando varias acciones (adelgazar, prevenir arrugas, prevenir granitos, tez más lisa, etc.), así que decidís empezar a usar cremas a diario, algo que no estabais haciendo ya.
Sabéis que es mejor comenzar por usar contorno de ojos solamente que decidir que vais a seguir la rutina coreana de 10 pasos cada día, porque hay más probabilidades de que sí uséis contorno a diario que que hagáis 10 pasos cuando ahora no hacéis ninguno. Ahora bien, si dejáis a la suerte cuándo sar contorno de ojos... se os olvidará.
¿Os laváis los dientes día y noche? ¡Bien! Un desencadenante podría ser hacerlo al lavaros los dientes. A partir de ahora, cada vez que os lavéis los dientes, antes debéis aplicaros el contorno de ojos.
3. Escribir la meta y los días que seguimos ese hábito
La mejor forma de no dejar un hábito es escribirlo en papel y ponerlo en un sitio que lo podamos ver e ir anotando los días que lo cumplimos.
Simplemente crear un calendario e ir anotando una cruz cada día que lo hacéis. La idea es que no haya ningún día sin cruz.
4. Si un día no lo hacéis, no tiréis la toalla
Es normal que al principio haya días en que no lo hagamos. ¡Porque aún no es un hábito! Se dice que se tarda 21 días en crear un hábito, pero no sé de donde ha salido eso. La realidad es que se tardan 3 meses.
Si un día no cumplís o seguís el hábito que os habíais propuesto, no os preocupéis, pero no podéis dejar que pasen dos días sin hacerlo. Hacedlo al día siguiente y seguir. Hacedlo todos los días que podáis, pero no tiréis la toalla porque uno no lo hayáis hecho. Si seguís haciéndolo cada día y llega un día en que lo hagáis 90 días seguidos, se convertirá en un hábito y ya no os costará.
3 minutos de ejercicio al día pueden no parecer mucho, pero 3 minutos es más que nada, y 3 minutos son la base para luego subir a 6, y luego a 15. Y 15 minutos de ejercicio al día, de forma constante, pueden suponer un cambio de cuerpo en 6 meses
La clave está siempre en la constancia, porque nunca escribiremos un libro si escribimos 3 horas al día durante toda una semana y luego lo dejamos, o nos matamos en el gym 5 días y no volvemos más
Y comer sano es difícil como meta, pero hacer un cambio pequeñito (quitar el pan en las cenas, nada más) y seguirlo hasta que no suponga un esfuerzo; luego otro cambio pequeñito (cambiar el postre del mediodía por manzana); luego otro, etc. sí que es conseguible. ¡Y además así no hay que quitarse ese helado el día que vamos a la playa! Porque igual que ir al gym tres días y nunca más no hace nada, comer un helado un día tampoco nos va a engordar. Son las acciones repetidas las que hacen una diferencia en nuestra vida, tanto para bien como para mal.
5. Alterad vuestro entorno para que éste os ayude
¿Coméis chocolate todas las noches y os cuesta crear el hábito de no comerlo? ¡Deshaceos del chocolate! Es imposible comer chocolate cuando no se tiene.
Al principio os costará no comerlo, pero tras tiempo no comiendo chocolate tras la cena, podréis prescindir de él tranquilamente, porque os habréis acostumbrado a no hacerlo.
¿Se os olvida aplicaros el contorno cuando vais a lavar los dientes? Poned un post it en el espejo o atad vuestro contorno a la pasta de dientes con una gomita de pelo. Ahora, cada vez que vayáis a coger la pasta, tendréis el contorno ahí pegado. No tenéis más que abrirlo y aplicároslo.
Dentro de 3 meses, aplicaros el contorno se habrá convertido en un hábito y ya no se os olvidará, igual que no se os olvida lavaros los dientes.
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Sé que esto es mucha información, pero leedla con cuidado porque funciona. Seguid los consejos y a por esos sueños.
Ah, una cosa. Lo guay que os podré desvelar por fin el miércoles que viene, es una de esas cosas con caducidad. Vamos, que si os enteráis tarde no os valdrá para nada, así que tratad de no olvidar venir a leerme ese día.
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