En cambio en otras funciones el organismo si pierde mucha agua, como ejemplo la orina con unos 1.000 o 1.500 gramos, además por la piel en forma de transpiración (sudor) y por el aire que expulsan los pulmones. Entonces basándonos en lo dicho anteriormente el cuerpo expulsa unos 2 o 2 1/2 litros de agua diariamente.
¿Qué podemos hacer para hacerle frente a la perdida de agua?
El organismo no solo cuenta con el agua que se bebe, sino con la que contienen los alimentos, en especial la leche, frutas y verduras, sopas, entre otros; y por supuesto con la que se produce en el organismo al oxidarse en el mismo los distintos alimentos. Muchos alimentos que parecen solidos contienen una buena proporción de agua.
Entonces la mejor solución es consumir algunos de los alimentos que te mencionamos, y claro… beber una cantidad considerable de agua a diario.
¿Cuánta agua debe beberse diariamente?
La sed es la sensación destinada a darnos a conocer la cantidad de agua que necesita nuestro cuerpo. En un buen número de personas es una guía segura, pues aparece o aumenta cuando se transpira más de lo habitual o no se ha ingerido el líquido suficiente.
Hay personas que dicen no tener nunca sed, lo que puede deberse simplemente a que la cantidad de agua que reciben con los alimentos y diversos líquidos que ingiere el organismo en el transcurso de las 24 horas es siempre suficiente y no tiene ocasión de aparecer la sed. Otras veces hay, al parecer, una disminución de la percepción de la sed, por lo que esa persona no puede guiarse por dicha sensación.
¿Cómo puede saber uno si está tomando suficiente cantidad de agua?
Una manera de darse uno idea de si es adecuada la cantidad de líquido que se ingiere, es la observar la tonalidad del líquido conocido como orina. Si es de una tonalidad de amarillo que resulte clara es porque si está bebiendo la cantidad adecuada, ya si es de tonalidad más oscura, probablemente se deba a la falta de suficiente ingestión de agua.
¿Cuándo beber?
Aunque no hay inconveniente en beber una moderada cantidad de líquidos con las comidas, con tal de que no se use para tragar alimentos mal masticados, cuando es necesario aumentar la ingestión de agua hay otros momentos más propicios.
En general, es mejor no beber agua hasta unas 3 horas luego de las comidas.
Distinciones del agua potable
El agua potable debe ser límpida, incolora, inodora, de sabor agradable y fresca. Contiene habitualmente sales minerales, la mitad de las cuales son de calcio, y útiles, pues son aprovechadas por el organismo. Cuando el agua tiene una cantidad excesiva de sales, no sirve para lavar (el jabón no hace espuma) ni para cocinar leguminosas (fréjoles). Estas aguas, llamadas duras, son pesadas e indigestas, por lo que no son utilizables como bebida.
Tampoco son potables las aguas que contienen cantidades apreciables de arsénico o exceso de fluoruros. Una mínima cantidad de flúor puede ser útil, pues hace los dientes resistentes a las caries, pero si está en exceso, no solamente de manchan los dientes, sino que puede provocar modificaciones anormales y desfavorables en los huesos.
El agua que contiene sustancia orgánica, nitratos y nitritos o bacilos coli no deben usarse, pues indican en general que el agua se ha contaminado.
El agua puede reunir todas las condiciones arriba mencionadas, pero si el examen practicado por una persona especializada revela la presencia de parásitos o gérmenes productores de enfermedad, o simplemente indicios de posible contaminación, debe desecharse, o por lo menos hervirse, antes de ser utilizada.
Ya para culminar te presentamos la siguiente lista de los beneficios más importante del agua.
1) El agua impulsa a las reacciones químicas del organismo, para que entiendas mejor, un vaso de agua en las mañanas sería como la “gasolina” para tu cuerpo.
2) Es la bebida más hidratante que hay, entonces luego de actividades físicas es la forma ideal para hidratarse.
3) Ínsita a la pérdida de peso debido a que el agua no contiene grasas, es una sustancia que el organismo usará como un energizante natural.
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