La lengua es un órgano muy importante que tenemos en nuestra boca. Sin ella no podríamos degustar la comida ni hablar. Sobre esta se suele acumular la mayoría de las bacterias, por eso, es muy importante mantenerla siempre limpia y lavarla diariamente.
Para ello, lo más recomendado es emplear el limpiador lingual, ya que esta herramienta está diseñada para llegar a las partes más alejadas de la lengua. Si conociéramos bien la constitución de esta, seguramente la cuidaremos más. Por eso, os queremos mostrar las partes de la lengua, para mantenerla y proteger la salud de nuestra boca.
Partes de la lengua
Dorso de la lengua
El dorso es la cara superior de la lengua, la cual presenta la V lingual, también llamada istmo de las fauces. Su superficie está en relación con el paladar, suele ser lisa y posee unos surcos congénitos y otros adquiridos que son lo que diferencian cada lengua.
Cara inferior de la lengua
Esta parte es la que reposa en el suelo de la boca, donde se encuentra el frenillo, también llamado filete lingual. Este se encarga de limitar los movimientos de la lengua, ya que si no nos atragantamos con ella. Esta parte es azulada a causa de las venas que se encuentran ahí, denominadas venas raninas.
Base de la lengua
Es la zona gruesa y ancha. Está en contacto con diversos músculos, el hueso hioides, que está situado debajo de la lengua y con la epiglotis, a la que se halla unida por tres repliegues glosoepiglóticos, que son los pliegues de la lengua fundamentales a la hora de tragar.
Papilas gustativas de la lengua
Están en la superficie superior de la lengua. Son diminutas protuberancias que permiten captar los sabores. Existen 4 tipos de papilas gustativas: las que pueden detectar los sabores dulces, salados, agrios y amargos.
Bordes de la lengua
Cuentan con filtradores de bacterias, son redondeados y están relacionados con los arcos que forman los dientes en la dentadura, llamados arcos dentarios.
Punta lingual o punta de la lengua
Sirve para degustar los alimentos.
Recuerda que mantener un lavado diario de la boca, los dientes y la lengua, permitirá que mantengas una buena salud bucodental y evitar problemas.
No olvides el enjuague bucal después de cada lavado, ya que reforzará tu boca, para luchar contra las bacterias. Además de visitar al dentista de forma periódica, al menos, una vez cada 6 meses.
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