El día de hoy hablaremos acerca de la adicción al trabajo y cómo identificar si se sufre de este trastorno, un problema que afecta a cerca del 20 por ciento de la población trabajadora mundial. En España el porcentaje ronda el 10 por ciento.
Desde hace bastante tiempo se emplea el término ‘adicción‘ para hablar del consumo repetido de sustancias psicoactivas, generando que el consumidor se termine intoxicando de forma periódica o continua, se presenta un deseo o necesidad compulsiva de consumir la sustancia existiendo una gran dificultad para evitar hacerlo.
Pero la palabra ‘adicción’ no sólo debe ser usada para referirse a una o varias sustancias, según la Organización Mundial de la Salud una adicción es también ‘una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación’.
A partir de esa definición podemos decir que el espectro de adicciones es muy amplio y puede incluir conductas y afectos. Por ejemplo, se puede hablar de ‘juego patológico’ o ludopatía que pasa a estar considerado como una falta de control de los impulsos, los profesionales consideran que este comportamiento activa los sistemas de recompensa de una forma parecida a las drogas de abuso.
Si bien no existe la cantidad suficiente de datos como para incluirla en el listado formal podemos decir que existe una ‘adicción al trabajo‘, esto suele generar distintos problemas en la vida de quienes lo padecen.
En el año 1968 se habló por primera vez, cuando Oate, un profesor americano de religión lo uso para hablar de sí mismo. Él creó el término ‘workaholism’ definiéndolo como una necesidad excesiva e incontrolable para trabajar todo el tiempo. Esto termina afectando a la salud, a las relaciones con otras personas y a la felicidad.
La adicción tiene, en términos generales, dos características que debemos tener en cuenta en el momento de detectar el problema y su valoración: la adicción al trabajo tiene lugar cuando la actividad se convierte en una idea obsesiva, ocupando gran parte de la vida y cuando el problema no es reconocido por el trabajador (generalmente es la familia que lo detecta).
El problema se ha estudiado desde dos disciplinas psicológicas: desde la psicología clínica y desde la psicología de las organizaciones.
Desde el punto de vista de la psicología clínica se centra en el estudio de las variables disposicionales y patrones de personalidad, a partir de esto se pudo ver que existe un vínculo directo entre la adicción al trabajo y un patrón de conducta en el que se puede ver una baja valoración o desvirtuación de los logros y resultados, además de afirmaciones de tipo arrogantes.
También se ha analizado el problema desde el punto de vista de la psicología de las organizaciones se han realizado estudios que se enfocan en las consecuencias que pueden generar el estado de adicción de los trabajadores y su rendimiento laboral y social. Se analizan la influencia, la formación y la expansión de los tipos de cultura organizacionales actuales y el vínculo con el problema.
Dentro de los distintos factores de riesgo encontramos que el sexo masculino es más propenso a sufrirla, especialmente entre los 35 y 50 años de edad, por lo general son profesionales líderes o de mandos intermedios que sienten temor a perder el trabajo o que tienen presión económica, no son capaces de establecer sus prioridades, tienen un bajo autoestima, un ambiente familiar problemático y falta de afectos.