En estos días hay muchísima información y gurús dando charlas y conferencias de ¡Tú puedes!, visión, foco y persistencia, magneto, atracción... ¡Te mereces más! ¡El éxito es posible!, haz esto y aquello y podrás lograrlo. Pero la realidad es que casi nadie lo consigue y es tan simple como que en realidad no quieres apostar verdaderamente por ti y tus sueños, ni dar el salto que implica el salir de un pequeño e inseguro yo a otro más potente, seguro y activo.
La fórmula mágica que todo el mundo anda buscando te la voy a dar yo hoy aquí: si quieres más tienes que dar más ¡listo! ¡no hay más ciencia!
¿Y el inconsciente que te bloquea? No hay tal cosa, te lo desvelo ahora...
Muy simple: ¡no quieres dar más, porque es más cómodo así! ¡Quieres la riqueza, pero fácil y cómodamente, que te llegue volando por ley de atracción, porque tú lo vales y lo mereces y el universo es genial y mágico!
Existen multitud de errores circulando alrededor de este tema, a la vez que intuiciones que son correctas, pero es la base la que está preñada de una malla de creencias mentales erróneas y definiciones que lo enturbian.
Y es que partimos de percibir desde una mente dual condicionada, bueno-malo, fundamentada en la separación, la escasez y la desconexión con esta fuente interna creativa e ilimitada a la que todos tenemos acceso.
Una mente que está tratando de conectarse de nuevo, pero a través de sí misma, o sea, la mente desconectada intenta conectarse desde su desconexión, haciendo una escalera de definiciones lógicas hiperbólicas...¡imposible!
Así que lo primero que vas a hacer es deshacerte de tu mente y de tus ideas preconcebidas, estudiadas y repetidas de otros “maestros”, para entrar en el sentir de tu corazón, y ese es el portal de tu Ser Real y fuente de energía creadora.
¡Todo! Leyes de Atracción, Manifestación, Magia, etc...fuera todo.
Partamos de otras premisas nuevas:
Tu vida es un reflejo EXACTO de tu estado de conciencia actual, que sostienes con tus emociones que te dicen lo que es real para tí y lo que no.
Estás donde estás porque tú lo elegiste así, por decisión consciente o por omisión a la hora de decidir, dejándote llevar, lo cual es lo mismo, una decisión de dependencia de otros. Digamos que tu vida es tu zona de confort emocional o zona de adaptación para tu supervivencia, desde la idea de identidad que te has creído que eres, muy limitada casi siempre.
La vida en la que te encuentras refleja tu necesidad de identidad, y te identifica, por lo que no supone un reto más allá de quien tú crees que eres y tú crees que puedes. Así pues, los retos de tu existencia actual son a la medida de tí y de lo que crees que tienes que aprender para mejorar. En este sentido, es tu zona de confort, puesto que o ya controlas lo que ocurre en tu entorno o estás en proceso de intentar controlarlo.
Fijate si esto es así que si te propongo los retos que representan una vida más expansiva, por ejemplo, con más éxito, eso representaría también el tener mejor autoimagen porque hay mucha gente que te observa con lupa, de ello dependen tus ganancias, por lo que tienes que ponerte en forma, vestir mejor, dedicándole más tiempo, tienes más llamadas, más críticas, más exigencias, más actividad en tu agenda con personas más relevantes que te llaman para entrevistarte.
Todo ello te exige el ser más claro y brillante al comunicarte, lo cual hace que te mires a tí mismo y enfrentes tu timidez natural, tienes menos tiempo para ti, más gente que depende de ti, más compromisos con tu empresa y el gobierno y la gente...más estrés, más compromiso, más presencia, más consecuencias ante los errores, con lo cual más exigencias, menos tiempo, más eficiencia, menos errores. Y la situación tiene penalización social, económica e, incluso, penal, si te equivocas...en ese nivel ya no se te perdona tan fácilmente, como en niveles inferiores donde te encontrabas, donde los errores eran más perdonables, entre perdedores o gente poco exigente consigo mismos, y donde no necesitabas estar todo el dia manifestando un yo más grande, perfeccionado y eficiente....
¿Empiezas a entender por dónde van los tiros?
Tú conscientemente puedes “desear” una vida mejor, más dinero, clientes, seguidores, pero la realidad es que ¡no quieres todo lo que ello puede traer de retador para tu “zona de confort vital-emocional”!.
Y te dije ya anteriormente que es el emocional el que se pone en la puerta en guardia para evitarte sufrimiento y traerte placer a tu vida... compulsivamente.
Y es su intensidad la que maneja la energía creadora, tu vibraciñon, puesto que la emoción es la que dicta lo que quieres y lo que no, quién eres capaz de ser y quién no, por lo que se traduce en “el entorno que quiero tener para sentirme protegido, en control y con la nutrición necesaria para sobrevivir”.
Así que ya vas viendo qué es lo que vamos a tener que modificar para poder acceder a crear algo más expansivo en nuestras vidas...para empezar, tu núcleo emocional, gobernado por tu niño interior, sus temores, sus traumas, sus necesidades, dependencias y adicciones.
A esto hay que añadirle el ego que te has construido como una máscara por encima de este niño interior, tu yo adulto normalizado para ser aceptado en la sociedad adulta de jueces-víctimas-depredadores, y deshacerte de la estrategia de supervivencia que has adoptado para eso, sobrevivir materialmente, con toda la maraña de relaciones tóxicas, codependientes y compromisos que has establecido, que te restan energía. Toda una red que sostienes y te sostiene en ese lugar estrecho y constreñido.
Y por último, conectar tu núcleo emocional con la fuente creadora que tú eres, hasta que te lo creas emocionalmente al 100%.
Y esto solo para empezar, porque luego viene la práctica de cómo manifestar...el verdadero y mágico poder de la palabra causal, pero eso será tema de otro artículo.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.