Vivir la realidad, algo que no está tan claro lo que és.
Pero, ¿qué entendemos por realidad?
Una de las máximas de todas las tradiciones espirituales, o filosofía perenne es vivir en el presente, o sea, vivir en lo real, vivir despiertos, no sumidos en un sueño inconsciente.
Y para ti, lo que vives te parece completamente real y que no hay que despertar a “otra realidad”
¿Estás seguro?
Cuando soñamos dormidos, somos capaces de hablar con otros, escuchar, degustar y hacer muchas cosas, pero despertamos y vimos que no era “real” pero en el sueño si lo era ¿verdad?
Con esto te puedes hacer una idea de que incluso estando en vigilia, o sea despiertos, nuestra mente puede estar creando un mundo que verdaderamente no es real, asi que no estás viviendo la realidad.
Cuántas veces te quedas con la mirada perdida fantaseando cosas, imaginando algo que tal vez no suceda nunca, incluso lo sabes, pero te entretienes con esa fantasía; por ejemplo se dice que los hombres fantasean con estar con Beonçe o con otra diva y las mujeres también tienen a sus Jon Kortajarenas o similares, claro, todos saben que es una fantasía prácticamente imposible de realizar.
Con estos ejemplos te quiero hacer entender hasta qué punto en nuestra vida normal, en el día a día no vivimos en muchos casos la realidad.
Te pondré otro ejemplo quizás más dramático pero que existe realmente. En estos momentos se juzga en España a los padres de una niña, Asumpta que fue hallada muerta hace dos años. Los padres son los principales sospechosos y a espera de veredicto todas las pruebas les señalan como autores. Ellos lo han negado siempre, la verdad de lo sucedido, si ellos fueron los autores, solo la conocen ellos.
Hay otros casos similares en los que ya fue condenado el culpable y a pesar de negarlo se sabe que fue él el autor. La realidad es una, pero lo que esta persona ha creado en su mente es una realidad falsa, paralela, fabricada por su pensamiento. Lo hace para no sentirse culpable, para eludir prisión, etc, pero ha creado y hasta se lo ha creído esa otra realidad ficticia.
Otro caso es la persona adicta al sexo, a la pornografia; esta persona se excita viendo sexo en una pantalla, algunos con solo una línea de teléfono erótica ya son capaces de recrear un mundo de fantasía que creen real. Pero nada de esto existe en la realidad, ese mundo de fantasía que la persona percibe como real no es tal.
La publicidad de la lotería nos invita a soñar con un mundo lleno de lujos a nuestro alcance, hasta de jets privados, diamantes y superdeportivos. La gente va a comprar ese boleto de lotería con la fantasía, no real de algo que no existe, pero que en su mente fabrican y creen, si no nadie jugaría a la lotería o iría a bingos y casinos.
Todo esto no es más que una escapatoria para tapar una carencia emocional. Vale, me puedes decir, “una persona con apuros económicos es normal que busque salida en la lotería” cierto, en esos casos cualquiera se agarra a un clavo ardiendo. Pero dime ¿cómo entonces se explica que personas que obtuvieron grandes premios a la lotería sigan jugando? Eso yo lo pude comprobar cuando en un pasado regenté una tienda junto a una administración de lotería.
Es la fantasía, la adrenalina que buscamos, el salir de lo que a veces nos parece una rutina de vida, como te contaba en este anterior post, lo que nos hace crearnos un mundo imaginario, un mundo que no es vivir la realidad.
Encontrar la forma de vivir en un mundo real.
Pues siendo consciente del presente. La práctica de la atención plena o Mindfulness nos invita constantemente a estar en el AQUÍ y AHORA, con las actitudes de fondo como son mirar la vida con ojos de principiante, no juzgar, ser pacientes, aceptar, soltar…todo ello nos pone en contacto con la realidad, nos sitúa en el presente, de una forma plena, sin dramas, aceptando y observando con cariño cada momento y cada instante que forma parte de nuestra vida, de la consciencia de estarlo viviendo en este momento, no en una fantasía que quizás nunca se produzca y que tal vez si la pretendemos seguir nos conduzca al desastre. En el más habitual de los casos al estrés, a la ansiedad y a la falta de ilusión por la vida.
La vida tiene por sí misma la capacidad de ilusionarte a cada momento. Siempre que seas consciente de que cada instante es único e irrepetible serás capaz de vivirlo libre de otras expectativas o deseos fuera de la realidad consciente que sucede en el ahora.
Una cosa es tener planes, proyectos, ilusiones y tomar acciones que nos conduzcan a ellos y otra es vivir un mundo de fantasías en búsqueda de un placer anestésico de estados emocionales no reconocidos.
Precisamente la práctica de Mindfulness va a aportar a tu mente una visión más “panorámica” de tu vida, de tus anhelos e ilusiones y te va a dar esa perspectiva y capacidad de auto conocimiento para que seas capaz de distinguir lo que es un mundo real de un mundo ilusorio inexistente.
Con la práctica habitual de la meditación podrás aprender a observar como tu mente divaga, construye y hace a cada momento mundos irreales donde la única realidad del momento es que estás sentado respirando y observando.
Mindfulness no sólo es práctica de meditación, también usamos otros ejercicios en la vida diaria para ayudar a desactivar ese “piloto automático” en el que muchas veces vamos, precisamente creando mundos irreales, para situarnos en el presente consciente.
Este entrenamiento llevado a la vida real te ensañará la forma de distinguir lo imaginario de lo verdadero que sucede en el momento presente.
Puedes encontrar técnicas de mindfulness en este blog y si te suscribes recibirás un mini curso de atención plena en 5 días.
También puedes ver en la página de eventos los próximos talleres y cursos que imparto en diferentes lugares de España.
Gracias por leerme, !nos vemos en el mundo real!
Luis Miguel
El artículo Cómo vivir la realidad lo puedes encontrar en Reducir Estrés.