"El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional." Buda Gautama
El sufrimiento es para muchas personas un estado del que no son capaces de escapar. Surgió por acontecimientos que ocurrieron en el pasado y los acompaña al futuro, es una presencia que parece que les tapa los ojos y no les permite saborear plenamente la realidad que les trae el presente. Este incómodo acompañante hace que pasen por su vida sin vivirla plenamente. Este estado de dolor emocional no permite que miren en su interior, no deja espacio para que se conozcan ni conecten con sus emociones.
Sin embargo, otras personas son capaces de utilizar las adversidades y situaciones difíciles de la vida para superarse a sí mismas, esto no quiere decir que estas personas no sufran, lo que ocurre es que no se quedan anclados en el sufrimiento, lo utilizan como trampolín para crecer interiormente. El sufrimiento mal gestionado puede hacer que lleguemos a enfermar, un estado de ánimo bajo y negativo hace que nuestro sistema inmunológico se debilite. A su vez, si ya sufrimos una enfermedad, si le hacemos frente desde la tristeza, nuestro organismo tendrá menos fuerzas para luchar contra ella.
¿Cómo puedo hacer para no quedarme enganchado al sufrimiento?
La causa de padecer dolor emocional es no vivir el momento presente
A través de la práctica de la meditación y la atención plena, podemos traer la compasión a nuestra vida, tanto por nosotros mismos como por las personas de nuestro alrededor.
A menudo escuchamos a muchos padres que dicen que la infancia de sus hijos ha pasado demasiado rápido, que no han tenido tiempo de disfrutarla por estar inmersos en preocupaciones, miedos y tareas sin fin. Muchos de estos padres están deseando ser abuelos para poder vivir plenamente lo que sienten que se perdieron con sus hijos. Es una triste realidad, que estos momentos tan bonitos e intensos que forman la infancia pasen de largo ante nosotros por no haber sabido saborear el ahora. Las preocupaciones no les dejaron disfrutar del presente.
Si analizamos a fondo lo que en realidad son los problemas de nuestra vida, nos damos cuenta de que son situaciones a las que o bien nos tenemos que enfrentar, o bien dejarlas tal cómo están, pero el momento adecuado para actuar probablemente no sea en el momento presente. Solemos dejar que nuestra mente sólo vea los problemas y las preocupaciones, pero si realmente nos paramos a pensar, en este preciso momento en el que nos encontramos ahora mismo, no hay problema ; quizá estuvieron en el pasado o serán hechos que tendremos que resolver en el futuro, pero en este preciso instante seguro que no podemos hacer nada al respecto.
Te invito a detenerte por unos segundos y pensar qué problema tienes en este momento, sí, justo ahora que estás leyendo este artículo. Probablemente no encuentres ninguno porque si estás leyendo con atención plena tu mente no ha dejado espacio para que entre el sufrimiento. A nuestra mente le gusta tener problemas, para eso está preparado nuestro cerebro, para sobrevivir. Pero sobrevivir no significa vivir plenamente, significa hacerlo de una manera básica para no morir. Tener un problema es darle vueltas de manera repetitiva a una situación sin resolver en nuestro cerebro, una situación que o bien no tenemos intención de solucionar en ese momento o no podemos hacerlo. Entonces, ¿para qué darle protagonismo en nuestra mente y perdernos otras cosas maravillosas que nos trae el presente?
Si recuerdas algún momento en el que tuviste un problema realmente grave y tuviste que actuar, tu mente no tuvo tiempo para decidir y sopesar lo que iba a hacer o no, simplemente actuó. Puedes confiar en que no hace falta tener la cabeza llena de historias, cuando sea necesario solventar una situación, seguro que te cerebro lo hará.
Lo que buscamos muchos seres humanos es crecer interiormente, sentir que hemos vivido nuestras vidas de una manera plena, que no nos hemos perdido nada por estar enredados en preocupaciones que realmente no nos llevaban a ninguna parte.
Para poder dar ese salto y sentirnos libres necesitamos ponerle nombre a lo que estamos sintiendo, ser conscientes de ello, pero intentar verlo de una manera neutra, sin etiquetarlo como bueno o malo. En el momento que categorizamos algo, le damos más importancia de la que realmente merece y comienza a tener protagonismo como “problema” en nuestra mente.
Podemos decir que la clave para poder experimentar crecimiento interior y disfrutar plenamente de nuestra vida reside en vivir de manera consciente cada momento de nuestra existencia, de esta forma, no habrá espacio para el sufrimiento. Nuestra actitud ante la vida es esencial y esta merece la pena ser vivida plenamente.
En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud.
Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, en consecuencia, ser más feliz.