Si la incertidumbre ante el confinamiento te está afectando más de lo que creías, aquí conocerás las mejores pautas para sortearla, así que sin más vamos a ello.
“Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana, sea apenas otra alma humana”. – Carl G. Jung
Con estas palabras nos encontramos de nuevo, en la tormenta de caos e incertidumbre que se aproximaba hace un tiempo, que observábamos desde la distancia y que aquí llegó
Estamos ante una situación extraordinaria, que no sabemos cuándo terminará (ni cómo afectará en los distintos niveles), pero que al final nos compromete a todos.
Por lo tanto, la reacción de las personas o la manera de lidiar con la incertidumbre ante el confinamiento puede ser muy distinta.
Cada quien necesita su tiempo y ritmo para procesarlo, ya que cada uno de nosotros somos biografías únicas, con nuestro propio sistema de funcionamiento.
Por eso, es importante que cada uno desarrolle sus “estrategias y trucos” para sobrellevar el miedo, la incertidumbre, el dolor el malestar general que aparece ante situaciones así.
Como dijo Slaikue, 1988: “La crisis es un estado de desorganización, caracterizado por la dificultad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando los métodos a los que estaba acostumbrado para la solución de problemas”.
Y hablando entre almas humanas, sabemos que no estamos solos, no importa en qué lugar del mundo nos encontremos.
Significa que somos un gran equipo humano, todos compartimos este momento, y de una manera u otra, seguimos y seguiremos juntos.
Vayamos a por el equilibrio, el equilibrio que, dadas las circunstancias, necesitamos tener para así poder “continuar bailando bajo la tormenta”.
7 Signos de Incertidumbre en el Confinamiento
¿Con qué nos podemos encontrar ante este desconocido confinamiento? Es completamente normal y natural
Hipervigilar nuestro entorno: quién tose, quién lleva mascarilla, guantes, quién está aislado en su casa
Necesidad de informarse, buscar, localizar más información y fuentes de datos para estar más tranquilos.
Pensamientos alarmistas y anticipaciones: “¿tendré que ir al trabajo?”, “tengo que ir a comprar todo corriendo por si cierra el supermercado”, “¿qué va a pasar con los abuelos?
Preocupación excesiva de presentar síntomas del virus: tomarse la temperatura constantemente, preguntar a tus familiares si tienen síntomas, amplificando la intensidad con que se presentan.
Sensaciones similares o cercanas a sentir ansiedad: tensión, respiración acelerada con sensación de peligro inminente, y/o pánico, nerviosismo.
Necesidad de hablar constantemente sobre el tema y no poder dejar de pensar en otra cosa que no sea la enfermedad o la preocupación por la situación.
Interferencia en nuestras tareas y hábitos cotidianos: problemas de sueño, de alimentación, de concentración
Gestionar la Incertidumbre ante el Confinamiento
1. Toma conciencia
De tus pensamientos recurrentes y alarmistas, y céntrate en el presente y en lo que sí puedes hacer. Elabora una lista de pensamientos alternativos, más racionales.
2. Evita distorsiones cognitivas
Generalizar, hacer predicciones negativas, dar una importancia desmesurada a las cosas negativas, minimizar lo positivo, calificar las situaciones en todo o nada, establecer criterios muy estrictos.
3. Escucha a tu cuerpo
Y a lo que sabes de él. Eres quienes mejor sabe cuándo algo no va bien, aunque el miedo te quiera hacer pensar que ciertas sensaciones son signos de enfermedad.
4. Pausa el tema
No permitas que el tema del virus invada tu vida, tus pensamientos y tus temas de conversación. Distrae tus pensamientos con otras conversaciones y actividades.
5. Calma
Por supuesto, sigue las medidas recomendadas, pero mentalizándote de forma productiva: “Creo mi propio espacio seguro y agradable”, “Me cuido en mente y cuerpo”.
6. Rutina y planificación
Plantéate actividades diarias que te ayuden con el día a día, te sentirás más estable y capaz de enfrentar las situaciones con las que te puedas encontrar.
7. Suelta lo que no puedes controlar
Enfócate en preguntas como: “¿Qué está bajo mi control ahora mismo?”, “¿Cómo puedo aprovechar mi situación para mejorar mi entorno? “, y actúa en consecuencia.
8. Acoge y acepta tus emociones
“Es normal sentirme así”. Busca tus momentos de desconexión, ¡estarán bien! Es normal tener miedo y sentir incertidumbre o enfado es adaptativo.
9. Realiza actividades pendientes
Aprovechar la ocasión para esas gustos o proyectos pendientes, esa película que tenía ganas de ver o ese armario que tienes que limpiar, pero siendo flexible.
10. Tolerancia
Si hay algo que no te apetece o simplemente no te apetece hacer nada. Estamos en un momento difícil, trátate con amabilidad, comprensión y cuidado.
11. Evita la sobreexigencia
No pasa nada si no te da tiempo de hacer todo lo que te habías planteado, ya tendrás el tiempo o la oportunidad cuando todo esto haya pasado.
12. No te satures
Claro, es necesario estar al tanto, pero la Información en raciones pequeñas, cuidado con la sobreinformación. Busca pruebas de realidad y datos fiables.
13. Mantente comunicado
Sigue en contacto con tu familia y amigos, utiliza las nuevas tecnologías para fomentar la cercanía. “Aunque no te pueda dar un abrazo, sigo estando aquí y ellos también”.
14. El aplauso de las 8
El aplauso colectivo (que se da en España) desde los balcones para apoyar a las personas que están en primera línea de batalla.
15. Humor y optimismo
Practica el darte ánimos de manera frecuente. Esperanza y refuerzo positivo: “¡Qué bien lo estoy haciendo, tan sólo queda un poco más!”.
Ejercicio para gestionar la Incertidumbre
“Me doy tiempo para que mi nerviosismo y malestar vayan disminuyendo, me permito que estén un rato”.
¿Cómo me siento?, ¿Cómo estoy?: preocupado, inquieto, agobiado, frustrado, saturado, cansado
¿Dónde y cómo lo noto?: lo noto en mi tensión del cuello, en mi temblor de piernas, me noto acelerado, “en alerta”
¿Qué pienso?, ¿el futuro, en todo lo que vendrá?
Y esto que pienso ¿Me ayuda, o empeora como me siento?…
¿Qué estoy necesitando?…
“Paro, me centro en mi respiración y conecto con el presente, acepto mi emoción: esto es lo que puedo hacer soltar aquello que no está en mi control”.
Seguimos caminando juntos, en los próximos artículos nos volveremos a encontrar, mientras tanto no olvidemos las siguientes claves para autocuidarnos:
Mirarse a uno mismo con “los mejores ojos posibles”.
Mirarse a uno mismo con “ojos realistas”.
Reconocer y validar las propias necesidades.
Protegernos de modo adecuado: establecer y entender la necesidad de límites.
Alcanzar un equilibrio entre nuestras necesidades y las de los demás
“El sentido de la vida cambia de un hombre a otro, de un día para otro, de una hora a otra hora. Así pues, lo que importa no es el sentido de vida en términos generales, sino el significado de la vida de cada individuo en un momento dado” – Viktor Frankl
Esperamos que esta guía para gestionar la incertidumbre ante el confinamiento te haya resultado útil. No dudes en contactarnos si necesitas ayuda personalizada o requieres más información al respecto. Hasta la próxima.
REFERENCIAS: Ana Muñoz Miguez. (2020). Webinar: Cómo gestionar las emociones en situaciones de incertidumbre, Clínica NB Psicología: Madrid. || Grupo de Trabajo. (2020). Orientaciones para la gestión psicológica de la cuarentena por el Coronavirus. 26 de Marzo 2020, de Colegio Oficial de Psicólogos, Link. || Grupo de Trabajo. (2020). Enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19): Estrés y cómo sobrellevarlo. 03/05/2020, de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Link.
Consulta la publicación original: "" de Ayuda Psicológica en Línea.