El cuerpo tiene mecanismos para purificarse de forma natural. Esa "basura" afecta a todos los órganos (pulmón, riñón, hígado, etc.) y reduce tus defensas haciéndote sensible al ataque de microorganismos causantes de enfermedades. A veces, es imprescindible ayudar al cuerpo a depurarse:
Los especialistas recomiendan planificar ciclos anuales de desintoxicación para lograr la homeostasis, es decir, el equilibrio total del cuerpo, de sus líquidos y sus sales.
Puedes reconocer que "algo no va bien" en tu cuerpo por señales muy sencillas y fáciles de percibir: catarros que no curan, uñas frágiles, caída del pelo, acné, etc.
Para desintoxicarte se recomiendan todos los vegetales y las frutas consumidos de la manera más natural posible (puerro y apio resultan muy adecuados). Los aceites vegetales sin procesar (el de oliva virgen de primera prensión es ideal). El vinagre de manzana (mejor que cualquier otro). Infusiones de plantas depurativas que favorezcan la diuresis.
Las infusiones de determinadas plantas serán algunas de tus mejores aliadas.
Olvídate de los alimentos y bebidas procesados (refrescos y gaseosas azucaradas, bollería, etc.), fritos, azucares refinados y los rebozados, (es mejor comer los alimentos a la plancha), exceso de proteínas animales, alcohol, café y alimentos con muchos aditivos (salsas preparadas, aperitivos de bolsa, etc.).
Equinacea: su reconocida actividad sobre el sistema inmunitario la ha hecho muy interesante para la prevención y el tratamiento de catarros, gripes y procesos infecciosos que afectan al sistema respiratorio (bronquitis, sinusitis, etc.), aunque también se ha empleado en otras patologías (herpes, infecciones urinarias, anemia, etc.).
La indicación primordial es la relacionada con el aumento de las defensas ante los ataques de virus y bacterias. Se recomienda tomarla entre 15 días y un mes antes del inicio del invierno para prevenir las infecciones de repetición. También está indicada para personas que padecen estrés debido a que su sistema inmunitario está deprimido.
Levadura: contiene proteínas de gran valor biológico, minerales, vitaminas del grupo B, ácidos grasos y fibra, compuestos que mejoran la piel, el cabello, las uñas y reducen el cansancio, favorecen el aumento de las defensas y el buen estado y funcionamiento de la flora intestinal. Puedes comprarla en diferentes preparados sola o combinada con vitaminas y minerales. Restringir su consumo en caso de ácido úrico.
Jalea real: aporta vitaminas C, D, E, A, las del grupo B, minerales, ácidos grasos saturados y aminoácidos esenciales, A ellos se atribuyen sus propiedades reconstituyentes, estimulantes y tonificantes, para prevenir catarros e infecciones y aumentar la resistencia mental en períodos de estrés o fatiga.
Ginseng: se aconseja en situaciones que cursan con cansancio, astenia, fatiga, estrés... pues aumenta los reflejos y revitaliza. El inicio del consumo debe hacerse lentamente, porque puede causar dolores de cabeza y malestar general. Un exceso provoca nerviosismo, náuseas, dolor de estómago, etc.
No se recomienda combinarlo con cafeína u otros excitantes.
Boldo: por su efecto a nivel hepático se considera interesante para activar el sistema inmunitario porque elimina toxinas. La boldina que contiene es antioxidante, antiinflamatoria y fungicida. Esta sustancia es responsable del sabor amargo característico y el
olor típico del boldo, que puede pasar a la orina.
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