A lo largo de los años he podido constatar que uno de los obstáculos que más preocupan a las personas (aunque para los que sabemos gestionarlo, no tiene ninguna importancia) es saber decir “NO” a nuestro entorno: amigos, compañeros de trabajo, familia, pareja, hijos...
Quizás, aunque ese no sea un problema para ti, en alguna ocasión te has visto en la tesitura de tener que acudir a una comunión o bautizo que no te apetecía nada pero que no habías sabido o podido decir que NO.
Pues ahora imagina a las personas que eso les sucede a menudo, y que cuando el amigo de turno le pide dinero o el cuñado pesado le pide que le lleve al aeropuerto, acaba siempre haciéndolo, aunque después se sienta mal consigo mismo y se fustigue por ser tan débil.
¿Cuáles son los motivos principales que nos hacen sentir obligados a decir “Sí en lugar de no”?
1. No puedes hacerlo todo: Si dices sí a eso, no podrás hacer tus cosas.
2. No eres egoísta
3. No puedes complacer a todos
4. Porque te cuesta decir que NO
5. Crees que te manipulan para que digas que SÍ
¿Cómo decir NO?
1. Habla con calma
2. No te disculpes
3. Explica por qué no puedes hacerlo
4. Ofrece otras alternativas
La relación de pareja
Vamos a extrapolar esto a la relación de pareja:
Cuando acostumbramos a decir que sí a todo lo que nos dice o pide nuestra pareja (sobre todo al principio de la relación) es muy posible que piense que no tenemos personalidad y que no sabemos tomar decisiones y lo que al principio le halagaba, al final acaba por odiarlo, ya que somos como ovejitas detrás del pastor...
El hecho de que seas capaz de decir un NO a tiempo, no hará que parezcas egoísta, sino que le demostrará al otro, que tú también tienes trabajo o tareas tanto o más importantes que las suyas y que no vas a salir corriendo cada vez que él o ella te silbe.
El hecho de que cada vez que tu pareja te pida algo y tú se lo des, no hará que esté siempre complacido (si pensabas que esto sería así, ¡olvídalo!) por tanto si tu complacencia era con ese objetivo, ya puedes empezar a cambiar tu conducta porque aunque se lo hicieras todo y vivieras su vida dejando de lado la tuya, siempre habría alguna cosa con la que no estaría de acuerdo y que criticaría.
Piensa por un momento “el por qué te cuesta decir NO”. Por inseguridad, por vergüenza, por complacer al otro, porque piensas que así te querrá más.... Reflexiona con tu respuesta, sea la que sea, no estás pensando en ti, sino en los demás y eso siempre te hará infeliz, ya sea ahora, mañana o pasado mañana, pero a la larga no serás feliz ni tú, ni tu pareja.
Quizás el problema radica en que la otra parte te está manipulando para que digas que SÍ todo el tiempo. ¿Es así? Si has respondido que si, el problema es más grave, “te estás dejando manipular” (ya que tú ya te habías dado cuenta de la situación) para tener a tu pareja contento/a. Y eso también os llevará a la infelicidad: Tú porque haces cosas que no te apetecen y no van contigo y al otro también porque se da cuenta de que simplemente haces esas cosas porque te las pide, no porque las sientas o te apetezcan. Resultado: Infelicidad en la Pareja.
¿Cómo conseguir decir NO a la Pareja?
1. Habla con calma: Cuando hables con tu pareja explicándole los motivos por los que no vas a ir otra vez tu a buscar el pan o tirar la basura, debes hacerlo con toda la calma y tranquilidad del mundo y sin exaltarte, se ponga él/ella como se ponga.
2. No te disculpes: Una vez dicho el NO, expón los motivos que te llevan a decir no y sean cuales sean los motivos y se ponga como se ponga el otro, no cambies ni tu postura ni te dejes convencer con mimos ni manipulaciones, porque si se da cuenta de que te dejas, nunca conseguirás sentirte fuerte y al final siempre cederás.
3. Explica por qué no puedes hacerlo: “No volveré a tirar la basura esta noche porque quedamos el mes pasado que lo haríamos a días alternos, y llevo tres días seguidos haciéndolo yo” “No volveré a bajar a buscar el pan, porque llego mucho más tarde que tú y encima tengo que hacer la comida y por el contrario tú tienes más tiempo y te va de camino la panadería”
4. Ofrece otras alternativas: Recordarle que tú tienes otras tareas que hacer mientras el otro busca el pan o tira la basura. Puedes incluso ofrecerle cambiar esas tareas por otras, pero NUNCA hacerlo porque el otro ponga cara de “corderito degollado” con eso lo único que conseguirás es que te manipule y al final cuando se dé cuenta, lo hará de forma automática hasta que tú estarás como al principio, preguntándote: ¿Por qué no se decir NO a los demás? ¡Agradezco tus comentarios! Y si necesitas poner en práctica todos estos puntos o quieres que escriba un artículo sobre algún tema concreto que te preocupe, contacta conmigo. ¡Te deseo lo mejor!