Aunque es un tema que he tratado en diversas ocasiones, hoy volveremos a el en este post.
Hoy día tener un trabajo estable es una suerte, pero a pesar de ello, muchos de nosotros vamos sin ganas, agobiados, somnolientos, sin ninguna gana
Aunque probablemente, el puesto que desarrollemos en la empresa donde trabajamos, no nos termine de gustar, intentemos formarnos para mejorar dentro de esa empresa, o en nuestro tiempo, dediquémonos a buscar un trabajo que sea más a nuestro gusto o aspiraciones laborales.
Lo que no debemos hacer es quedarnos quietos y seguir la rutina, intentemos buscarle la parte positiva a ese trabajo que realizamos, hacer saber, si nos interesa alguna otra sección de donde trabajamos, e intentar prepararnos para ella.
Debemos intentar no enemistarnos, ni con compañeros, ni con jefes, que desagradable tiene que ser estar con una persona con la cual no te hablas, o peor, no soportas, una larga jornada laboral.
Esa jornada laboral tendrá las mismas horas que la realizada con un compañero con el que te lleves bien, pero a que en lugar de horas, probablemente ¿te parecerán semanas en lugar de horas?
Pues entonces, pon de tu parte para llevarte bien con todo el mundo, e intenta aprovechar lo positivo de esas horas de trabajo, es en ese lugar donde tú, sueles estar la mayor parte del día.
Además, intenta recordar.
Cuando llegas a casa y has tenido un mal día en el trabajo ¿cómo reaccionas con tus seres queridos?
Apuesto a que cuando tienes un día sin sobresaltos, ni discusiones en el trabajo reaccionas de otra forma fuera de él. ¿Cierto?