Por lo tanto, su importancia no es menor, ya que afecta a todo lo relacionado con la salud del empleado, su bienestar y su productividad. Es ahí donde entra en juego el interés de las empresas por evitar los accidentes en el trabajo y no ver afectada su producción.
En este sentido, también podemos mencionar el beneficio que supone para el consumidor o usuario. El producto adquirido por él mejorará circunstancialmente su calidad. Por todo esto, podríamos establecer que la ergonomía laboral busca alcanzar dos objetivos: primero resguardar la salud de las personas y segundo lograr un grado óptimo de satisfacción para los usuarios.
Teniendo en claro la definición de ergonomía laboral y sus metas, podemos mencionar los 6 factores que cumplen un rol importantísimo e inciden en esta ciencia:
• Ambiente: Las comodidades que tenemos en nuestro lugar de trabajo.
• Posturas: Cómo nos sentamos, como levantamos cajas y demás elementos, cómo acomodamos nuestro cuerpo si tenemos que operar diferentes tipos de maquinarias.
• Mobiliario: Las sillas en las que nos tenemos que sentar si, por ejemplo, estamos muchas horas frente a una computadora, el escritorio y hasta la altura de la mesa de trabajo.
• Temperatura: Lugares en el espacio de trabajo en los que hace demasiado frío o calor que afectan nuestra productividad.
• Iluminación: La luz con la que contamos en nuestro ámbito laboral está dentro de las más importantes. Lo ideal es contar tanto con luz natural, más que con luz artificial.
• Riesgos en el lugar de trabajo: Riesgos de la actividad que se está realizando. Por eso el empleador debe brindar al empleado cursos para manipulación de herramientas, maquinaria, entre otras, y proporcionar los elementos de seguridad tales como cascos, mamelucos, zapatos, etc. En la práctica una mala implementación de políticas que ayuden a la ergonomía del empleado pueden desatar diferentes trastornos a la salud. Esto se ve hoy en día con la proliferación de empresas orientadas a los servicios. Estos suelen ser trabajos de jornada completa, monótonos y por lo general inducen al empleado a realizar tareas durante mucho tiempo en posturas que podríamos caracterizar de sedentarias.
Ya con todo esto se puede visualizar que las consecuencias para el empleado pueden ser muy negativas. Afectar su salud y se traducirán en contracturas musculares, trastornos circulatorios, trastornos esqueléticos, tensión ocular, entre otros. Así podemos observar que los dolores en la espalda suponen la segunda causa de ausentismo y la primera de incapacidad para las personas menores de 45 años.
Entre las consecuencias psicológicas encontramos algunas como desmotivación, irritabilidad y dificultad de concentración. En nivel general, las principales quejas de los empleados hacen mención al mobiliario que utilizan mesas, sillas, falta de espacio, falta de privacidad y mala iluminación. Por todo esto podemos decir que es necesario cuidar el entorno laboral del empleado para mitigar y evitar futuros inconvenientes de salud.