Esto no implica que aprendas a controlar cualquier síntoma de estrés o ansiedad que surja en ti desde el preciso instante en que empiezas a practicar.
De qué trata Mindfulness
Pero sí que se producen cambios en la percepción de tus experiencias, al vivir sin juicios y no entrando al juego de la identificación con las sensaciones que generan estos síntomas.Con la práctica de mindfulness comprendes que no eres tus pensamientos automáticos, ni tus sensaciones corporales de malestar, aunque tu mente se empeñe en hacerte creer que sí.
Es decir, la práctica continuada de atención plena al momento presente logra introducir cambios en tu manera de percibir las experiencias corporales y la relación que estableces con tus pensamientos.
De esta forma, aprendes a no evitar ni rechazar la realidad, sino a aceptarla y a vivir en plenitud sea como sea ésta.
Desarrollando así una confianza en tu propia capacidad de afrontamiento de situaciones de crisis, ya que de esta forma puedes extrapolar esta actitud a cualquier otra situación que pueda sucederte en el futuro.
No se trata de juzgar tus experiencias sino de aprender a aceptarlas con paciencia manteniendo el foco en el momento presente.
De esta forma poco a poco se disuelven las interferencias causadas por los prejuicios, ideas preconcebidas y pensamientos que no son más que material mental que viene y va como si fuesen olas del mar.
Los principios de la atención plena
Al practicar mindfulness se deben recordar los siete hábitos de la técnica budista que consisten en: no juzgar, confiar, no esforzarse, aceptar, ceder, paciencia y mente de principiante.De esta forma estas pautas sirven de guía durante el entrenamiento diario para cuando nos dejamos atrapar por pensamientos pasados y futuros que nos sacan del momento presente.
Beneficios de la práctica de mindfulness
No solamente reduce el estrés rebajando los niveles hormonales de cortisol, sino que mejora la capacidad de hacerle frente cuando vuelva a surgir en ocasiones venideras.De hecho, es común la introducción de la práctica de mindfulness en pacientes que padecen enfermedades o traumas graves para que exploren y aprendan a relacionarse de otras formas con sus dolorosas circunstancias.
El entrenamiento en atención plena te permite desarrollar un mayor control sobre tus emociones y sus posteriores reacciones a ellas.
En cuanto al sueño, mindfulness mejora la calidad del sueño al colaborar en una adecuada regulación del estado de activación a la hora de acostarte.
La práctica continuada de mindfulness produce cambios en la densidad axonal que se encargan de conectar las células cerebrales aumentándola.
Esto genera además un crecimiento de la vaina de mielina, una capa de grasa cerebral que se encarga de proteger y de velar por el correcto funcionamiento de las conexiones neuronales.
Una de las consecuencias de la práctica diaria de manera formal, es que las habilidades cultivadas y obtenidas a raíz del entrenamiento como la atención al momento, la capacidad de concentración, la bondad, la compasión y la creatividad entre otras muchas, se expanden al resto de áreas de tu vida sin necesidad de ser consciente de ello.
Reduce el riesgo de desarrollar depresión tanto en jóvenes adolescentes como en mujeres embarazadas.
En el caso de los estudiantes, la enseñanza de mindfulness podría mantenerlos lejos de desarrollar estrés, ansiedad o depresión.
Previene el desarrollo de Alzheimer al estimular centros neuronales reduciendo gracias a los efectos de la práctica en concreto un gen inflamatorio que afecta al sistema inmune.
Permite generar una mayor capacidad de resiliencia ante el dolor, hacia la incomodidad física y el aburrimiento al generar un cambio en la percepción de la realidad hacia un enfoque más objetivo y compasivo.
La práctica de la atención plena a corto plazo puede aumentar tus niveles de bienestar y felicidad además de la citada capacidad de resiliencia.