Son muchas las noticias y comentarios sobre los peligros de las bebidas energéticas, pero…¿por qué? ¿Qué llevan? ¿Son peligrosas para la salud? A pesar de las recomendaciones, su consumo está creciendo entre la población juvenil, sobre todo, mezclándolas con bebidas alcohólicas. ¿Qué problemas hay detrás de las bebidas energéticas?
¿Qué llevan?
Un estudio realizado en Detroit (EE.UU.), demostró que el consumo de bebidas energéticas eleva la presión sanguínea (la tensión) y la frecuencia cardíaca en un 7 y un 9%, respectivamente. Aunque estos aumentos no eran perjudiciales para la salud de una persona sana, sí que los especialistas destacaron la precaución que hay que tener con personas que padecen hipertensión o cardiopatías, por los peligros que ello conlleva.
Parece ser que las principales responsables de los efectos que ejercen las bebidas energéticas son la taurina y la cafeína. Con la cafeína estamos más familiarizados por aquello del café, coca-cola, y demás. Pero la taurina no se conoce tanto y debe ser por eso que es la responsable de los bulos, y la que más perjudicada sale.
La taurina es un aminoácido esencial que disminuye la sensación de fatiga y aumenta el rendimiento muscular. Interviene en diversas funciones fisiológicas, como por ejemplo eliminando sustancias perjudiciales ocasionadas por el estrés. Además, es esencial para el desarrollo infantil. No se han descrito efectos adversos a la ingesta de taurina. El contenido por lata suele oscilar entre los 100-250 mg de taurina.
A pesar de los rumores, la dosis de cafeína presente en una lata de bebida energética es similar a la de un café doméstico de cafetera de filtro (80 mg de cafeína por lata de redbull), lo que ocurre es que las bebidas energéticas contienen otra sustancias como hierbas y frutos que también contienen cafeína, como el guaraná y el mate, por ejemplo. Los expertos indican que el límite máximo de ingesta de cafeína es de unos 300 mg al día. Esta cantidad correspondería a tres litros de refresco de cola, siete cafés exprés, un litro de té o entre tres y cuatro latas de Red Bull.
Otro de los ingredientes que se ha atacado mucho es la glucurolactona. Se ha dicho que es una sustancia que produce daños neuronales e infartos, pero nada de eso es cierto. La glucurolactona es un hidrato de carbono derivado del metabolismo de la glucosa en el hígado, y es un importante componente estructural de los tejidos conectivos. Además, está presente de manera natural en cereales y plantas.
Un aspecto importante a tener en cuenta de las bebidas energéticas es su alto contenido en azúcares, lo que equivale a un alto contenido calórico. La industria debió percatarse y lanzaron también la misma bebida energética en formato light, sin azúcares.
Los efectos de mezclar las bebidas energéticas con el alcohol
Uno de los problemas más graves de las bebidas energéticas es consumirlas combinadas con bebidas alcohólicas, una práctica muy común entre jóvenes. En estos casos, el efecto estimulante y diurético de la cafeína se contrapone con la acción depresora del alcohol, lo que supone serios problemas, como dependencia del alcohol y secuelas mortales.
La cafeína de la bebida energética hace que no sientas los efectos depresores del alcohol, aunque existan, con lo cual es más difícil poner límite al consumo de alcohol porque no te das cuenta de lo borracho que estás debido al efecto estimulante de la cafeína. Pero esto mismo ocurriría si mezcláramos el alcohol con café en vez de con bebidas energéticas. Es cuestión de dosis de cafeína.
Aparte del problema asociado al alcohol, existen otros aspectos negativos asociados al consumo de bebidas energéticas como son el aumento de peso, la adicción, el daño cardíaco y daño del sistema nervioso, así como sobrecarga hormonal. Esto es debido a que al consumir grandes cantidades de cafeína, taurina y azúcares el organismo intenta metabolizarlas todas a la vez, y este proceso libera gran cantidad de hormonas del estrés, lo que puede dar lugar a trastornos metabólicos.
Recordemos que Red Bull fue la primera marca de bebidas energéticas en aparecer en nuestro país, hace ya más de 20 años con su eslogan Red Bull te da alas. Pero han ido apareciendo otras similares como Pink, Burn, Monster, entre otras.
¿Qué diferencias hay entre las distintas marcas?
Red Bull contiene 80 mg cafeína por lata, que como hemos comentado equivale aproximadamente al mismo contenido de cafeína que una taza de café, y al de dos latas de coca-cola.
Burn tiene 32 mg cafeína/100 ml bebida, es decir, aproximadamente 110 mg por lata, algo más que Red Bull. No he encontrado la cantidad de cafeína de Monster, pero en su página web presumen de que su fórmula te proporciona el doble de estímulo que una bebida energética de tamaño normal, con lo cual ya nos está avisando de que las concentraciones de sustancias excitantes va a ser mucho más elevada de lo normal… Parece mentira que presuman de ello.
La conclusión que me gustaría sacar de esta entrada es que las bebidas energéticas no entrañan un peligro para la salud en cuanto a su composición química, ya que no llevan nada raro. No son tóxicas; sino que es su cantidad lo que entraña peligro, tanto en cafeína como en azúcares; y que es fácil tomarse varias latas y con ello superar la dosis máxima de cafeína, y también un exceso de azúcares. Esto sí que entraña un peligro para la salud.
*Post escrito por mi compañera Raquel Tabasco
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Tomás García Cayuela
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