A la hora de aprender a emprender en una sociedad tan acelerada como en la que vivimos actualmente, quiero desde aquí recomendarte que situarse en el centro de ti mismo, sentarte y sentirte antes de iniciar el camino del emprendimiento, puede ser un pequeño mágico descubrimiento para saber, realmente, lo que buscas o lo que quieres y, sobre todo, como lo quieres hacer y dónde quieres llegar.
La práctica de la atención plena o mindfulness (lo sé por experiencia) unida a la tarea de aprender a emprender, te ofrece la posibilidad de observar tu idea de negocio o aventura, desde otra óptica muy diferente a la que cualquier escuela de negocio pueda enseñarte. No es que de ahí no aprendas nada (sería una locura decir esto) sino que, dado el espacio que habitamos en estos precisos instantes, dejar un tiempo a la reflexión que te ofrece la capacidad de fluir a través de la práctica de mindfulness, ofrece una nueva visión de aquello que quieres comenzar.
Aprender a emprender, algo que, como la práctica de mindfulness o atención plena, debería enseñarse en las escuelas desde pequeños y pequeñas, es aprender también a iniciar una nueva y profunda senda en tu vida. Es iniciar un nuevo camino que repercute en todos los ámbitos de la vida, por lo que no es ningún disparate, a la vez que comienzas tu tarea de emprendimiento, realizar algún programa de prácticas mindfulness o de atención plena que te muestren como, desde la serenidad de anclarte en el aquí y ahora, es más sencillo reorganizar todo tu camino vital a la hora de dar el paso principal de poner en marcha una idea de negocio.
Hasta ahora parecía que la cabeza y el corazón eran dos "departamentos" que no tenían nada que ver, pero últimas investigaciones, comienzan a poner esa idea en entredicho y, por el contrario, dejan muy claro que hay una relación cierta entre estos dos órganos de nuestro cuerpo, y es que el corazón, que hasta ahora sólo creíamos un músculo, tiene también una red neuronal parecida a la del cerebro. ¿Qué que tiene eso que ver con aprender a emprender hoy en día?, pues la verdad es que mucho más de lo que piensas.
Tanto si emprender por necesidad, como si emprendes por aventura, como si emprendes para poner en marcha la idea que siempre habías soñado, simplemente para realizar ¡¡ese sueño!!, escuchar al corazón, también tiene su beneficio a la hora de aprender a emprender.
Las cosas, cada vez menos, son como antes. Este mundo está cambiando hacia una nueva era y cada uno de nosotros y nosotras, tiene, más que nunca, la posibilidad de poner su diminuto grano de arena para cambiar hacia mejor. Al fin y al cabo, una crisis es simplemente eso; un cambio de estado que según vaya a mejor o a peor, puede calificarse de positiva o negativa en función de los resultados.
Ya es hora de no tener que estar dependiendo de "la realidad" que parecen marcarnos los acontecimientos, sino de aprender a emprender con el corazón de dar el paso para salir de la zona de confort en la que puede que te encuentres.
Ahora es el momento de poner en marcha tus ideas. Puede que sean de negocio, pero también me refiero cuando hablo de aprender a emprender, de tu propio plan de vida. ¿alguna vez te has preguntado seriamente que es lo que quieres hacer?, ¿dónde quieres ir?, ¿cómo quieres ir?, ¿de qué forma quieres hacerlo?
Si quieres aprender a emprender, te recomiendo la práctica de mindfulness o atención plena. Vas a descubrir, como te decía al principio, que hay una nueva forma de HACER, SENTIR, ESTAR y SER y lo mejor, es que depende de si quieres seguir caminando con el "piloto automático" puesto o tomas la sabia decisión de tomar las riendas de tu propia vida. Y es que aprender a emprender es también aprender a vivir en el instante presente de una vida más plena.
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