En nuestra publicación de hoy vamos a hablar de la clasificación de los alimentos en inflamatorios y antiinflamatorios dada la relación que existe entre estos alimentos y algunas enfermedades inflamatorias.
Las enfermedades inflamatorias
Las enfermedades inflamatorias son aquellas que acaban en “itis” como: artritis, faringitis, conjuntivitis, esofagitis, gingivitis, vaginitis, pancreatitis, … por mencionar sólo algunas de ellas, porque también se puede incluir por ejemplo la celulitis (que no es más que una inflamación de los tejidos blandos de la piel).
La palabra inflamación viene del latín inflammatio que significa encender. Es por ello que cuando tenemos enfermedades inflamatorias en el organismo, nuestro cuerpo se manifiesta con la inflamación de los órganos y sentimos que están más calientes que otras partes del cuerpo. Para curar la inflamación los médicos nos recetan normalmente medicamentos antiinflamatorios.
Los medicamentos antiinflamatorios son diferentes de los antibióticos (o también llamados antibacterianos porque se usan para eliminar infecciones provocadas por bacterias) y los analgésicos (medicamentos que calman el dolor).
Realmente el cuerpo se inflama como respuesta a una agresión externa que hemos sufrido y que nos ha provocado la enfermedad. Es decir es una forma de defensa que tenemos y que nos avisa que algo no va bien, del mismo modo que hace la fiebre.
La alimentación y las enfermedades antiinflamatorias
Además de la medicación nosotros también podemos ayudar en la mejoría de los síntomas de la inflamación mediante la alimentación, ya que existen alimentos con propiedades antiinflamatorias y que nos ayudarán a mejorar, al reducir la inflamación. Y, por el contrario, hay otros que pueden hacer que empeoremos y que nos encontremos peor, son los alimentos con propiedades inflamatorias.
** Los mejores alimentos antiinflamatorios y que sería conveniente incluir en la dieta son los siguientes:
crucíferas (brócoli, col o repollo, coliflor, coles de Bruselas, lombarda)
especias (cúrcuma, jengibre, canela, orégano)
frutos secos (nueces, almendras, avellanas)
frutas (piña, cerezas, papaya, fresas)
pescado azul (salmón, sardinas, caballa, atún)
apiáceas (apio, perejil, cilantro, comino, zanahoria)
cacao
cítricos
semillas de lino
ajo
cebolla
té verde
calabaza
remolacha
aceite de oliva
** Los alimentos inflamatorios con los que deberíamos tener cuidado si tenemos algún tipo de enfermedad inflamatoria son los siguientes:
lácteos ricos en grasa
harinas blancas o refinadas
azúcar y dulces
bebidas azucaradas
fritos
carnes (sobre todo de cerdo) y alimentos procesados
alcohol
arroz blanco
patatas y tomates
huevo
pollo
No podemos evitar comer alguno de estos alimentos porque tienen otras características importantes (porque contengan minerales, vitaminas u otros beneficios necesarios para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo) pero sí podemos reducir su ingesta si sufrimos enfermedades inflamatorias e ir controlando cómo responde nuestro cuerpo cuando los tomamos.
Siempre vendrá bien saber que existen alimentos con diferente grado de poder inflamatorio y que es posible que, con un pequeño cambio en la dieta, se puedan mejorar los síntomas de la enfermedad.
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