El albaricoque, conocido también como damasco, es el fruto de un árbol de las familia de las Rosáceas que recibe en nombre de albaricoquero. Esta familia está formada por un gran número de arbustos, hierbas y árboles que se distribuyen principalmente por zonas templadas de todo el mundo. Su fruto, de carne firme, jugosa y dulce, puede ser consumido en fresco o ser empleado en la elaboración de gran número de platos, tanto dulces como salados, como muestra de ello, en nuestra página podéis encontrar recetas tan deliciosas como nuestro pan de molde con fruta desecada (entre las que se incluye el albaricoque), o la mundialmente conocida tarta Sacher, cuyo interior está relleno de mermelada elaborada con este fruto. Dadas las grandes propiedades nutritivas del albaricoque, hemos decidido dedicarle hoy este artículo.Propiedades nutricionales
En comparación con otras frutas, el aporte calórico de los albaricoques es considerablemente bajo, ya que, además de estar compuesto por una elevada cantidad de agua, presenta un bajo contenido de hidratos de carbono. Como aspectos destacados, cabe señalar la presencia de los siguientes componentes:
Fibra. De gran presencia en este fruto, nos ayuda a mantener en buena forma nuestro sistema digestivo, al favorecer el tránsito intestinal.
Vitaminas. Entre las que destaca la provitamina A, con una potente acción antioxidante. Esta vitamina es transformada en nuestro organismo en vitamina A, que es esencial para nuestra visión, así como para el buen estado de mucosas, cabellos, piel, huesos y sistema inmunológico.
Minerales. Se observa una buena presencia de potasio, que es esencial para la correcta transmisión del impulso nervioso, interviniendo a su vez en el correcto equilibrio hídrico entre el interior y el exterior celular. En menor concentración, también encontramos calcio y magnesio. Este último forma parte de dientes y huesos, y se le relaciona con la mejora de la inmunidad y el buen funcionamiento de músculos y nervios.Beneficios para la salud
El consumo de albaricoques tiene importantes beneficios para la salud. A continuación, te listamos algunos de ellos:
El consumo de provitamina A, responsable del color anaranjado de este fruto, reduce el riesgo de padecer enfermedades degenerativas, cardiovasculares y diversos tipos de cáncer.
El potasio le otorga propiedades diuréticas, lo que hace que su consumo sea beneficioso en la prevención de diversas dolencias cardiacas, ya que reduce la presión arterial y previene otras enfermedades asociadas a la retención de líquidos. Solo en el caso de que se padezca insuficiencia renal crónica o aguda, hay que consumir este fruto de manera moderada, ya que en estos casos se debe limitar el aporte de potasio.
El consumo de albaricoques nos aporta minerales que intervienen en el proceso de formación y maduración de glóbulos rojos. El hierro que contiene es "no hemo", por lo que para mejorar su absorción es recomendable comerlo como postre en comidas en las que hayamos ingerido huevos, pescados, carnes o vitamina C, ya que estos alimentos aumentan la absorción de esta forma química del hierro.
Al comer albaricoques maduros en fresco estamos ingiriendo una importante dosis de taninos, que son unas sustancias con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, actuando de manera eficaz en los casos de inflamación intestinal, por lo que su consumo esta especialmente recomendado en aquellas personas que sufren pesadez estomacal.
Por otro lado, su consumo queda restringido en personas con cálculos renales, ya que contiene ácido oxálico que puede reaccionar con minerales como el calcio, dando lugar a oxalato cálcico, que puede agravar la situación de personas con problemas renales.
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