La genética no lo es todo.
Algunos somos altos y otros bajos, unos son rubios y otros morenos. Algunos están predispuestos naturalmente a correr rápido mientras que otros “están hechos” para correr largas distancias. Hay quien desarrolla sus músculos sin esfuerzo mientras que a otros les supone un logro conseguir músculos un poco más grandes. Unos acumulamos grasa en la cadera y otros en la cintura…
Puede que te haya tocado la lotería genéticamente hablando y tengas una genética increíble, pero no nos engañemos, eso no es lo normal. Las buenas noticias son que nosotros somos capaces de transformarnos.
La genética no lo es todo.
Sé que tendrás tu propio ideal de belleza, seguro que quieres tener el cuerpo de Elsa Pataky o de Hugh Jackman, y eso no es posible. Con la genética que tienes hay dos opciones:
Quejarte porque no te pareces a esa persona que te gustaría y no hacer nada para cambiar. Sigue tumbado en el sofá.
Tomar acción. Recuerda que si ellos pueden hacerlo, tú también puedes. Sí, tú puedes, te lo prometo. Aprende de ellos y haz lo que ellos hacen. Aquí te cuento lo que hacen las personas que consiguen ponerse en forma.
Da igual cual sea tu punto de partida. Tú tienes la capacidad de transformarte y ser la mejor versión de ti mismo. Puede que el camino sea duro y más largo de lo que pensabas.
Pero recuerda que tú y sólo ti tienes la capacidad de llegar a ser lo que quieras. Eso sí, si quieres cambiar vas a tener que empezar a aceptar tu responsabilidad y dejar de quejarte de la mala suerte.
Acepta tu responsabilidad
Aunque tengas predisposición a acumular grasa en el abdomen no quiere decir que esos michelines no sean tu responsabilidad. Haz un ejercicio de sinceridad, ¿esos michelines realmente son fruto de la mala suerte?… ¿de verdad has cuidado tu alimentación?, ¿has entrenado duro?… Estoy segura de que tus decisiones han influido más que la genética.
Si empiezas a aceptar tu responsabilidad estarás más cerca de la meta porque podrás empezar a hacer los cambios que tu cuerpo necesita.
No hay duda de que cuidarse es una decisión personal, es algo que sólo tú puedes elegir o no.
¿Qué vas a hacer para cambiar?
Llegados a este punto puede que quieras cambios en tu vida pero no sepas por donde empezar. Aquí están algunos pasos para empezar:
Rodéate de gente que ha conseguido, o se está acercando a tu objetivo.
Tener gente cerca con tu mismo objetivo y ver como lo cumplen no sólo te va a servir de motivación también va a ser un gran apoyo. Tener cerca gente que nos entiende y nos comprende nos puede dar el impulso que necesitamos para que nosotros también lo consigamos.
No te compliques.
Muchas veces nos complicamos más de la cuenta, pero hay cosas muy sencillas que nos pueden ayudar. Por ejemplo, a veces cuando llegamos a casa lo único que nos apetece es ponernos ropa cómoda y tumbarnos en el sofá, pero si hemos dejado preparada nuestra ropa de entrenar y es lo primero que vemos al llegar es más fácil que nos la pongamos y hagamos ejercicio.
O puede que un día sucumbamos a la tentación y pidamos pizza para cenar, no pasa nada, un día es un día. Pero si después de cenar no tiramos la sobras seguramente acabe siendo nuestra comida del día siguiente y ya no es un día son dos
¡Póntelo fácil!
Simplemente empieza a hacer ejercicio.
Da igual que al principio te tengas que conformar con una camita a ritmo rápido. Lo importante es que te esfuerces, pero de verdad, y poco a poco te vayas poniendo retos más exigentes. Para eso tener un diario de entrenamientos te va a ayudar.
Comienza a comer correctamente y no olvides incluir verduras en todos tus platos.
¿No te gustan las verduras? no te preocupes. Aquí tienes unos consejos para que las empieces a introducir en tu dieta casi sin darte cuenta.
Quiérete y acéptate tal como eres.
Este para mi es el punto más importante de todos.
Queremos ser una mejor versión de nosotros mismos pero te tienes que querer tal y como eres porque eres maravilloso.
Si sigues estos pasos está claro que te vas a ver y te vas a sentir mucho mejor. Pero aunque la genética no lo es todo hay cosas que no podrás cambiar, y precisamente esas cosas son las que te hacen tan especial.
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