En teoría se puede congelar cualquier cosa, pero si no quieres que los alimentos pierdan su textura y su sabor es mejor que evites poner los que se encuentran en la siguiente lista:
Ensaladas: pierden su frescura y su sabor.
Leche: una vez descongelada, se llena de grumos. Si la tienes congelada y vas a usarla en alguna receta antes ponla al menos toda la noche en la nevera.
Alimentos fritos: dejan de ser crujientes porque se quedan blandos.
Huevos con la cáscara: mejor en la nevera.
Queso: no hay necesidad de ponerlos en el congelador, simplemente basta con tenerlos en la nevera.
Vegetales de hoja crudos: se puede congelar productos frescos como los guisantes, ya que se pueden utilizar durante todo el año, pero no verduras de hoja verde. Se vuelven blandas y poco apetecibles.
Alimentos descongelados: nunca deben volver a colocarse en el congelador
Granos de café: Una vez descongelado, el café habrá perdido su sabor.
Estos son los consejos que os dejo para que disfrutéis de todo el sabor y textura de vuestros alimentos congelados o no.