Antes de nada, me gustaría contarte que yo viví así, no unos meses, ¡sino varios años! Cuando nacieron mis hijos, mi día a día era una carrera permanente y me sentía completamente agotada. No podía pensar en nada que no fueran tareas, coles, pañales, trabajo todos mis días eran iguales, uno detrás de otro, hasta que nació mi segundo hijo y paré.
En mi caso me paró la maternidad, en el tuyo ha podido ser la salud, o quizá una frase inspiradora mientras ojeabas instagram. El caso es que hay un punto en el que te das cuenta de que algo no va bien y tomas la decisión de “hacer algo” para cambiarlo. Pero ¿el qué? ¿Qué opciones hay cuando precisamente es tiempo lo que no tienes?
Vamos a verlas:
1. Establece prioridades: vale, tienes un montón de cosas que hacer cada día, pero cuáles son realmente importantes para ti? El tiempo es limitado y tienes que elegir. Quizá hoy eliges tomarte la tarde libre de tareas domésticas o te saltas las extra escolares de tus hij@s. O quizá no. Pero es importante que sientas que eres tú la que elige hacer esto o aquello.
2. Planifica: ya te he hablado más veces de la importancia de planificar. Y de verdad, hacerlo bien te cambia la vida. No solo te ayudará a encontrar momentos para ti, sino que te quitarás una carga enorme de estrés. Cuando planificas ya no tienes que pensar en lo que tienes que hacer hoy o la semana próxima. Todo está en tu agenda así que tu mente queda libre para pensar en ti. O en nada ;)
3. Busca un hobby: ¡hay muchísima gente que no tiene un hobby! Y me sorprende porque realmente es algo bueno en muchos sentidos. Te despeja la mente, te ayuda a desarrollar habilidades como la creatividad o la capacidad de decisión, desestresa, tiene un poder calmante ¡¡y la más importante!! Es tiempo para ti. Así sin darte cuenta, puedes dedicarle unos minutos al día o a la semana sin esfuerzo porque es algo que te gusta.
4. Alíate con la noche: o la mañana, lo que tú prefieras. Cuando decidí escribir un blog, vivía en la vorágine de la que te hablaba antes. Era imposible sacar un minuto de tiempo para cualquier cosa durante el día. ¡Pero la noche estaba libre! Era mi momento. Lo recuerdo como una liberación total, a solas, mi ordenador y yo. Solía estar una hora más o menos, pero alguna vez me tiraba hasta las tantas. Aquellas horas a solas conmigo me sirvieron para plantar la semilla de toda una revolución que vendría después.
5. Apúntate a algo: a veces las tareas salen de debajo de las piedras por el mero hecho de estar en casa. Pero oye, en cuanto sales, gran parte de ellas se esfuman. Al menos de tu mente. Ir al gimnasio puede ser una buena opción. Así, al tiempo que liberas tensiones, te pones en forma. Además, hacer ejercicio te activa y te llena de positivismo para alcanzar tus metas. Pero si son clases de pintura o música, también vale ;)
6. Sal: a pasear al perro, llevar tus a tus hij@s al parque o a tirar la basura. Pero hazlo todos los días, a ser posible a la misma hora. A veces unos pocos minutos al día son suficientes para oxigenarte y hacer fluir al cerebro. Desatasca los pensamientos y aclara tus ideas. Sé que no tienes tiempo de pensar en todas estas cosas, pero cuando suceden, te das cuenta de lo beneficioso que es para cambiar a una vida más amable.
7. Habla con tus amigas: tan simple como eficaz. No hace falta que organices la súper quedada del año. Un café el viernes antes de volver a casa es suficiente para soltar lo que llevas dentro. Hablar de tus preocupaciones, compartirlas con otra persona, recibir su apoyo o su punto de vista es la mejor terapia contra la falta de tiempo. Porque al terminar ese café, probablemente no haya cambiado nada, pero sin duda te sentirás de otra manera, llena de energía y con ganas de reivindicar tu tiempo. Y ese es el comienzo ;)
Espero que este post te haya resultado útil y encuentres en él buenas herramientas para encontrar el ansiado tiempo. Y no dejes de Compartir este post con todas las mujeres que te digan “¡¡no me da la vida!!”. Les gustará ;)
Un abrazo!