1. Hacer ejercicio, la clave de una vida saludable
El ejercicio regular es probablemente lo más cerca que podemos llegar a una fuente de juventud. Nos ayuda a controlar nuestro peso, mantener huesos, músculos y articulaciones saludables, además de reducir el riesgo de hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y diabetes.
Los expertos sugieren 30 minutos de ejercicio, entre 5 a 6 días a la semana, para darle al cuerpo un día para descansar y recuperarse. El ejercicio no tiene que ser una experiencia desgarradora. Algo tan simple como una caminata rápida de 30 minutos puede hacer maravillas para tu salud y, literalmente, agregar años a tu vida.
Y se puede complementar subiendo las escaleras en el trabajo, una caminata de 10 a 15 minutos durante el almuerzo o teniendo un pequeño dispositivo de pedaleo en tu escritorio. Lo importante es encontrar un ejercicio que disfrutes, no algo que sea una prueba.
2. Nunca te saltes el desayuno
Las personas que desayunan tienden a ingerir más vitaminas y minerales y menos grasas y colesterol. Comer cosas con alto contenido de fibra y proteínas te mantiene con el estómago lleno y cargada de energía. Estos incluyen cereales y panes integrales, leche baja en grasa, fruta y yogurt.
3. Para una vida saludable, come sano
Este hábito incluye cosas como comer más frutas y nueces, además de evitar bebidas azucaradas y bocadillos. A la hora de la comida, se recomienda una porción de pescado dos veces por semana. Aparte de ser una rica fuente de proteínas, los pescados grasos (salmón, trucha de lago, arenque, sardinas y atún blanco) tienen ácidos grasos omega-3, que reducen la amenaza de enfermedades del corazón.
No olvides el control de porciones. Si quieres vivir mucho, ingiere porciones más grandes de frutas y verduras ricas en vitaminas, minerales y fibra, y consume porciones más pequeñas de alimentos con alto contenido calórico; que contengan grandes cantidades de azúcar y grasas.
¡Y mastica tu comida! Muchos nutricionistas recomiendan masticar cada bocado de 20 a 30 veces para obtener su forma más digestible. Los estudios también han demostrado que masticar lentamente reduce la ingesta de calorías en aproximadamente un 10%, en parte porque le toma al estómago unos 20 minutos decirle al cerebro que está lleno.
Y por último, pero no menos importante, ten cuidado con los edulcorantes artificiales. Un estudio realizado durante un período de 10 años en la Universidad de Manitoba, y publicado en el Canadian Medical Association Journal, encontró que los edulcorantes artificiales pueden estar asociados con un mayor riesgo de obesidad, aumento de peso a largo plazo, diabetes, presión arterial alta y enfermedades del corazón.
4. Mantente hidratada
Beber la cantidad adecuada de agua es extremadamente importante, ya que cada célula, tejido y órgano de nuestro cuerpo necesita agua. Tradicionalmente, se nos dice que necesitamos ocho vasos de agua al día, una cantidad que nunca se ha comprobado médicamente. Quizá una mejor guía es tratar de beber suficiente agua para orinar una vez cada 2 a 4 horas.
Para ayudar a desarrollar y mantener este hábito, se puede acceder fácilmente a muchos dispositivos, desde “botellas inteligentes”, hasta numerosas aplicaciones gratuitas que te ayudan a mantenerte hidratada adecuadamente.
5. No descuides tu higiene dental
Al final de un largo día, ¿cuántos se toman el tiempo para usar el hilo dental? Algunos estudios indican que usar hilo dental regularmente podría agregar más de 6 años a tu vida. ¿Por qué? La teoría es que las bacterias que producen placa dental ingresan al torrente sanguíneo y están asociadas de alguna manera con la inflamación que bloquea estos vasos y causa enfermedades cardíacas. Por lo tanto, recomendamos mantener el hábito de darle a tus dientes una buena limpieza con hilo dental antes de acostarte.
6. Asegúrate de dormir bien, para una vida saludable
Dormir es crucial para nuestro bienestar. Mientras dormimos, el cerebro limpia los restos del trabajo del día, mientras restablece y restaura las redes nerviosas para que puedan funcionar completamente cuando nos despertamos.
Todos conocemos los efectos más comunes causados por la falta de sueño: Somnolencia, fatiga, falta de concentración y de memoria. Pero las consecuencias de la falta de sueño pueden ir mucho más allá de lo conocido y tener efectos duraderos en tu cerebro. Un estudio reciente, hecho en Italia, sugiere que la falta constante de sueño puede causar que el cerebro comience a destruirse a sí mismo.
Para evitar esta amenaza potencial, desarrolla el hábito de dormir bien durante períodos 7 de a 9 horas. Si tienes problemas para dormir, mantén tu rutina de descanso libre de la TV, computadora, móvil y otros dispositivos, y dale a tu cerebro un tiempo de inactividad genuino.
7. Rétate a ti misma
Todos nos sumergimos en la rutina y hacemos las mismas cosas día tras día, pero para mantener el cuerpo y la mente ágiles, además de una vida saludable, debemos asumir desafíos. Y no te sientas avergonzada por no ser una experta, recuerda que cada experto también fue un principiante.
Toma algunas lecciones de arte y encuentra tu Van Gogh interior. ¿Qué tal aprender otro idioma? Tu biblioteca local probablemente tenga programas de idiomas disponibles sin costo, o puedas suscribirte a un curso en línea y aprender sin salir de casa. También hay muchas aplicaciones gratuitas, como Duolingo, que pueden ayudarte.
¿Nunca tuviste la oportunidad de tocar un instrumento musical? Compra una armónica en internet con algunos CD instructivos. Practicando aproximadamente 30 minutos al día, pronto sorprenderás a tus amigos con las hermosas canciones que podrás tocar.
La lista de hábitos para tener una vida saludable es prácticamente infinita, pero estos siete puntos esenciales te ayudarán a tener una vida mucho mejor. Investiga, busca, lee, añade a tu rutina aquello que más te gusta y te mantenga activa. Notarás grandes cambios, no solo en tu salud, sino también en tu estado de ánimo.