Existen momentos de nuestras vidas en los que nuestros hábitos dejan de sernos útiles. Puede deberse a un cambio de meta u objetivos: tener una vida más sana, llevar el estudio a diario, etc. Sea cual sea la razón, nunca es fácil realizar estos cambios.
¿Qué es un hábito? ¿Cómo se adquiere?
Un hábito es una acción que se repite de forma automática con frecuencia. Los hábitos se adquieren por la repetición continuada de una acción en una misma situación. Así, finalmente, se aprende que en dicha situación se hace X conducta y se terminan realizando de forma automática. La adquisición de hábitos es algo bastante útil para nuestro cerebro, ya que al realizarse automáticamente no requieren mucha atención, motivación y/o esfuerzo. Por tanto, el cambio de hábitos necesita una gran motivación y esfuerzo por nuestra parte, ya que los hábitos instaurados se realizan de forma muy “cómoda” y sin esfuerzos.
Los hábitos están en nuestro día a día: la rutina que tenemos antes de salir de casa y al llegar, la forma de ducharnos, la alimentación, el ejercicio, la forma de trabajar, etc. Por ejemplo, ¿alguna vez has cogido el coche, vas entretenido con la radio o con tus pensamientos y has realizado el camino que siempre haces para ir al trabajo, en lugar del camino que ese día específicamente necesitabas hacer? Esa confusión sería el resultado de realizar automáticamente el hábito del camino que diariamente haces para ir al trabajo.
Pautas para cambiar viejos hábitos e instaurar otros más adecuados.
Ya que conocemos qué son y cómo se aprenden, podemos aprender nuevos hábitos que sustituyan los anteriores que han dejado de sernos útiles. Las siguientes pautas pueden serviros de ayuda para conseguirlo.
1. Identificar las conductas que quieres cambiar.
El primer paso es identificar qué conductas tenemos que cambiar para poder conseguir nuestras nuevas metas u objetivos. Puedes tomarte un par de días para observar qué sueles hacer y apuntarlo para tener un registro de lo que realmente quieres cambiar.
2. Marcar metas específicas.
El problemas de los cambios de hábitos es que, en ocasiones, nos marcamos objetivos demasiados globales y generales. Lo adecuado es que a partir de ese objetivo global saques otros más específicos y concretos. Esto te servirá para marcar conductas concretas que te sirvan para alcanzar el objetivo deseado.
Por ejemplo, “mi objetivo es alcanzar un estilo de vida saludable”. Ese sería el objetivo global del cual se derivarían los siguientes objetivos específicos: realizar más ejercicio, comer más frutas y verduras y menos grasas, dormir más, etc.
3. Planificar las nuevas conductas.
Una vez que tenemos claro lo que queremos dejar de hacer y los nuevos hábitos que queremos adquirir, podemos planificar cómo hacerlo. Lo ideal es planificar cambios progresivos e ir instaurando nuevas conductas en nuestro día a día. La ventaja de realizar cambios progresivos es que son más fáciles de conseguir y mantienen nuestra motivación al ver que estamos consiguiendo lo que nos hemos propuesto.
Siguiendo con el ejemplo anterior, planificaríamos qué tipo de comida realizaremos a lo largo de la semana, cuándo iremos a hacer ejercicio, qué ejercicio haremos y cuánto tiempo, a qué hora ir a dormir, etc. Puedes realizar un registro para tener un seguimiento de los objetivos cumplidos y de las dificultades surgidas para poder cumplirlos.
¿Te cuesta realizar cambios de hábitos? ¿Quieres conseguir un objetivo pero tu rutina actual no te lo permite? ¿Has intentado cambiar los hábitos pero no has podido?
El grupo de especialistas de Psicólogos Málaga PsicoAbreu puede ayudarte a través de la terapia psicológica analizar cuáles son las dificultades que se presentan y cómo poder superarlas para así conseguir tus objetivos.
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