El mundo está experimentando una epidemia de problemas cerebrales crónicos.
Tan solo en los Estados Unidos aproximadamente 40 millones de personas experimentan algún tipo de trastorno relacionado con la ansiedad (1)
De ellos, cerca de 30 millones sufren de depresión (2)
El uso de antidepresivos se duplicó entre 1995 y 2005 (3), y ahora son los medicamentos más recetados del mercado (4).
Ha habido un aumento en el consumo de drogas para atender el déficit de atención en los últimos 30 años.
El autismo afecta ahora a uno de cada 88 niños! (5).
A partir de la ansiedad, del trastorno por déficit de atención (ADD), autismo, niebla cerebral, demencia, depresión y cambios en el estado de ánimo, una cosa está clara: Hay un creciente problema de salud mental.
¿Cuál es la respuesta de la corriente dominante del sistema médico?
Como sucede con la mayoría de las enfermedades crónicas, su solución es diagnosticar una enfermedad o condición y hacerla coincidir con la droga farmacéutica correspondiente.
En Medicina Funcional, el objetivo es investigar clínicamente los factores subyacentes, imprevistos y que están en juego en los problemas crónicos de salud como estos y tratarlos de forma natural.
Obviamente condiciones como éstas son complejas, y no hay una respuesta fácil.
Debajo están algunas de las piezas más grandes del rompecabezas para disfrutar de un cerebro sano y feliz.
Son un buen punto de partida, y no pretenden ser soluciones rápidas.
Los consejos a continuación son consejos ordinarios, comunes y corrientes que debes haber escuchado millones de veces.
Es sorprendente la cantidad de personas que saben que deben comer más vegetales, eso es un hecho real.
Sin embargo, no lo hacen!
Quiero darte el mejor plan, para fortalecer y mantener el cerebro sano y a empujarte fuera de tu zona de confort y tratar de que te enfoques en disfrutar de salud en grado óptimo.
Consejos para disfrutar de un cerebro sano
Huevos
Este increíble, súper alimento es uno de los alimentos más injusta y erróneamente perseguidos!
La yema del huevo particularmente goza de mala reputación, pero la yema contiene la mayoría de los nutrientes de los huevos.
Hay personas bien intencionada que tiran la yema o compran solamente las claras de huevo porque son grasas-fóbicas.
Desde una perspectiva de salud, esto es un error gravísimo.
La yema es tan rica en nutrientes para mantener el cerebro sano que podría dedicarse al tema una entrada por separado.
La yema es verdaderamente un complejo multivitamínico natural.
Los huevos obtenidos de pollos que deambulan fuera a la luz del sol proporcionan alimentos esenciales para el cerebro como la colina.
La colina tiene una variedad de funciones (6) para que mantener el cerebro sano, incluyendo la síntesis del neurotransmisor acetilcolina, y la señalización de la membrana celular, que es necesaria para todas las funciones hormonales.
Los síntomas de la deficiencia de colina incluyen problemas de fatiga, insomnio y problemas de memoria.
Las yemas de huevos de pastoreo también son ricas en grasas omega-3 que son esenciales para disfrutar de un cerebro sano.
Al igual que sucede con toda la carne y los productos lácteos, no todos los huevos son iguales.
Huevos criados en pastos han demostrado que contienen tres veces más de las grasas omega-3 beneficiosas para el cerebro que los huevos de supermercado!
Vísceras
Una segunda comida real y multivitamínica son las vísceras.
Superalimentos potentes, como el hígado, se han consumido por las sociedades saludables abundantemente a lo largo de la historia, pero ahora se comen, si es que acaso, con moderación en la sociedad occidental moderna.
El hígado es un órgano de almacenamiento para muchos nutrientes importantes del cerebro, como las vitaminas A, D, E, K, B12 y ácido fólico y minerales como el cobre y el hierro.
Una excelente manera de obtener estos nutrientes es a través de un paté de hígado.
El aceite de hígado de bacalao es también una buena opción y viene en diferentes presentaciones como cápsulas y geles, por si quieres tomar en forma de suplemento de alimentos integrales.
Caldo de hueso
Para tener un cerebro sano, es necesario tener un intestino sano!
Los dos están inextricablemente vinculados a través de las vías nerviosas.
No es ninguna coincidencia que al intestino también se le llame El segundo cerebro.
El 95% de la serotonina, la hormona llamada de la felicidad, se produce y se almacena en el intestino.
Condiciones como el síndrome de intestino permeable y el sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SBI) pueden tener efectos perjudiciales para el cuerpo entero.
La conexión entre el intestino y el cerebro (eje intestino-cerebro) se ha relacionado con depresión, ansiedad y autismo (7).
El caldo de hueso es uno de los mejores alimentos que puedes consumir para mantener el intestino sano.
Este líquido, rico en nutrientes como el colágeno, actúa a manera de ungüento curativo para el intestino cuando esta inflamado y estresado.
El aceite de coco
Este increíble aceite puede hacer maravillas por la salud cerebral!
Un estudio en Neurobiology of Aging (8) sugirió que los triglicéridos de cadena media, como las que se encuentran en el aceite de coco, mejoran la función cognitiva en las personas mayores con problemas de memoria y la enfermedad de Alzheimer.
Lo sorprendente de esta investigación fue que la función cognitiva mejoró casi inmediatamente después del consumo de aceite de coco.
Lácteos provenientes de res alimentada con pasto
El cerebro está compuesto de 60% de grasa (9) y contiene más colesterol que cualquier otro órgano del cuerpo, sin embargo fuimos educados para evitar consumir estos dos nutrientes esenciales para el cerebro.
Además de esto, las membranas de las células de nuestro cuerpo, mediante las cuales las hormonas se comunican, se alinean con los mismos componentes de grasas saturadas y colesterol.
Es por eso que es importante adquirir estos nutrientes a través de la dieta, y los productos lácteos de alta calidad es una buena manera de hacerlo.
Los lácteos deben ser siempre provenientes de res alimentada con pasto, orgánico, y preferiblemente crudos, es decir, sin pasteurizar.
Los productos lácteos fermentados como el kéfir son también una buena opción.
Las grasas saludables de lácteos de pastoreo proporcionan todo el alimento que el cerebro necesita, así que evita los productos bajos en grasa!
Dos grasas que el cerebro desea y necesita son las grasas saturadas y el ácido araquidónico, las cuales se pueden encontrar en los productos lácteos de pastoreo.
Otro nutriente vital para tener un cerebro sano es la vitamina K2, que es fundamental para la formación de la vaina de mielina y los nervios en el cerebro.
Este nutriente se logra obtener a partir de la grasa de los animales alimentados con pasto, el alimento que ha desaparecido de nuestra moderna dieta baja en grasas.
La luz del sol
No es ningún secreto que muchas personas tiene déficit de vitamina D.
Nuestra cultura nos enjabona con filtros solares tóxicos y evita el sol como la peste.
Pero la exposición moderada al sol es saludable para la mayoría de la gente.
La vitamina D desempeña muchas labores, y una de ellas es fundamental en la producción de endorfinas.
Si vives en lugares que no siempre tienen luz solar intensa, o si trabajas mucho tiempo a la sombra, puedes obtener la vitamina D de los alimentos que incluyas en tu dieta.
Cuando consumimos los productos lácteos y grasas antes mencionados, a partir de animales que viven fuera a la luz del sol, obtenemos una gran cantidad de vitamina D proveniente de sus grasas (10).
Como he dicho antes, se trata de las piezas del rompecabezas para recuperar la salud, no el cuadro completo.
Los desequilibrios hormonales, las intolerancias alimentarias, las infecciones crónicas, la toxicidad, y las deficiencias nutricionales son factores que deben ser investigados para cada persona.
Un programa integral de salud, a medida, personal, de tal modo que cubra las necesidades particulares será necesario para lograr resultados sostenibles.
En la segunda parte de esta serie sobre la salud mental natural, te daré los factores que deberías eliminar para disfrutar de un cerebro sano.
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