El verano es una de las estaciones del año más idealizadas, sin embargo, el otoño que está a la vuelta de la esquina nos aleja de situaciones típicamente estivales que no son tan agradables. Por esta razón, desde el punto de vista de la higiene mental, hoy analizamos cuáles son los principales obstáculos del verano, todo aquello que pronto dejaremos atrás.
1. Desorden de horarios
El cuerpo y la mente son sabios. Así como cuando llega el mes de mayo estamos deseando que se pare el mundo para desconectar de todas las obligaciones del curso, por el contrario, cuando llega agosto, el estímulo de la actividad se convierte en una motivación para el ánimo. Pronto podrás dejar atrás ese desorden de horarios tan propio del verano que se traduce en la falta de hábitos de alimentación y de descanso. La estabilidad en estos elementos es muy importante.
2. Ganar tiempo
Puede parecer una contradicción la idea de creer que en otoño podemos exprimir más los días cuando anochece más temprano o incluso, cambian la hora. Sin embargo, si tienes en cuenta que el agotador calor estival te sumerge en una nube de pereza y apatía, entonces, desde esta perspectiva el otoño es una estación más activa.
Ya que además, mientras que es difícil huir del calor, por el contrario, puedes huir del frío gracias a las prendas de abrigo o la agradable calefacción.
3. Estabilidad en tus relaciones personales
Durante el verano, las relaciones se dispersan. Muchos amigos se van de vacaciones al pueblo, o dejas de estar en contacto con tus amigos del trabajo. El curso te trae de nuevo el placer de la estabilidad. Por ejemplo, si cada viernes por la tarde quedas con tus compañeros de trabajo para tomar algo a la salida de la oficina, ya tienes la motivación de esa actividad. En ocasiones, el verano es una estación solitaria para muchas personas que están deseando que pase julio y agosto.
4. Crecer a nivel profesional
El mundo laboral sigue presente durante el verano, sin embargo, los grandes proyectos, aquellos que vienen cargados con el sabor dulce de la novedad, esperan hasta el mes de septiembre para su puesta en marcha. Por ejemplo, los centros de formación lanzan sus mejores cursos a partir de septiembre. Esta es una de las razones por las que merece la pena enfocarse en todo lo positivo de esta vuelta a la rutina.
5. Paisaje otoñal
El paso de las estaciones nos permite romper la rutina casi sin proponérnoslo. Y es que, los lugares de siempre se transforman por completo en su estética. Es decir, tu lugar de residencia evoluciona hacia una atmósfera romántica en donde las alfombras de hojas bañan las calles y renuevan el ánimo con planes caseros. Por ejemplo, una sesión de cine en el salón al abrigo de una manta.
Enfócate en todo lo positivo del paso de los meses para dar la bienvenida al otoño. Ser feliz en verano, es una vivencia de felicidad. Pero serlo en otoño también lo es.