Cómo disfrutar el otoño. Qué hacer en otoño.
Ya os contaba el año pasado por estas fechas en "La divina rutina" que cada vez ansío más la llegada del otoño. Lejos de un sentimiento sensiblero y novelesco, su noble paz cada vez me aleja más de ese compromiso, un tanto impuesto, de tener que disfrutar en verano lo que no se puede el resto del año. Por ello, me salen las ganas de agradecer por fin su llegada. De poder refugiarme en mis cosas y centrarme en aquello que realmente me apetece hacer.
En esta ocasión he creado un listado de tareas para sacarle partido a esta generosa estación. Como no, es personal, pero estoy segura que muchas de estas ideas os encantarán.
Comenzamos a disfrutar del arte de otoñear:
1. Preparar una nueva ruta de senderismo. Si algo tiene el otoño que me encandila son las ganas de campo, así que, siendo el senderismo una de las aficiones que más me llena, siempre que llega el otoño preparamos unas cuantas rutas como la que ya os narré y recomendé en "Avista de Abantos". Es una gozada salir en esta época: las temperaturas agradables, la naturaleza engalanada celebrando su fin de año, los aromas,...
2. Hacer fotografías otoñales. Ahora que ya no estamos limitados a 12, 24 ó 36 fotos, es el momento ideal para sacar el fotógrafo que llevamos dentro. En otoño cada rincón se vuelve mágico.
3. Apuntarse a algún curso. No hay que dejarse arrastrar por el aburrimiento y la desidia, sobre todo si eres de los que lleva fatal el otoño. Hay montones de actividades que empiezan ahora en esta época. Yo ya estoy apuntada a un curso on-line que estoy deseando empezar.
4. Hacer bizcochos de manzana, calabaza y zanahoria. Nada mejor que desayunar o merendar con un buen bizcocho casero. Ya le tengo echado el ojo a varias recetas de las que ya tendréis noticias. Me encanta las tardes de bizcocho y el olor que queda en casa mientra se prepara. Si os atrevéis con un bizcocho de lo más otoñal, os paso la receta del bizcocho de boniato.
5. Un fin de semana rural. En otoño apetece recogerse y que mejor que pasar un fin de semana en un pueblo, lejos de ruidos, contaminación, prisas y agobios. Disfrutar de los olores del campo, la gastronomía, los paseos,... Hay infinidad de hoteles rurales a muy buen precio y en sitios encantadores, así que habrá que preparar una escapadita, ¿no?
6. Comprarme una chaqueta de color mostaza. Y es que no puedo evitar reconocer que no hay nada que me guste más que volver a las chaquetas y los calcetines gorditos. No me interesa nada el redil de la moda, pero lo que sí me apetece mucho es comprarme una chaqueta de lana de color mostaza. De este año no pasa.
7. Ir a desayunar fuera. Es una gozada levantarse prontito el sábado o el domingo e ir a desayunar a esa cafetería que nos gusta. Es de esos pequeños momentos que debemos concedernos para comenzar el día con mucha ilusión.
8. Hacer manualidades. A mi en esta época me da un subidón de energía, de ganas de refugiarme en casa y poner en marcha todas las ideas que me van surgiendo a lo largo del año. Entre otras cosas, me toca volver a hacer el "bálsamo reparador" que es ideal para proteger los labios del frío y también es un buen antiarrugas. De momento ya tengo varios proyectos en mente. ¡¡A ver qué tal salen!!
9. Cosechar para celebrar. El otoño es una época de celebración por éso muchas fiestas de los pueblos de nuestro país son en esta época. En su origen, se celebraba el momento de la cosecha y el buen trabajo realizado el resto del año. Así que nada mejor que buscar una zona con castaños, higueras, manzanos, avellanos o zarzamoras y celebrarlo a nuestra manera y, como no, disfrutar de lo cosechado.
10. Hacer rutas guiadas por la ciudad. Nosotros disfrutamos muchísimo de las rutas guiadas, así que en cuanto tengamos una tarde libre nos acercaremos a Madrid a hacer alguna de las rutas de CARPETANIA. Ya os hablé de ellos en la entrada "La divina rutina: 9 planes para disfrutarla". Aprovecharemos para hacer la ruta de "El jardín de El Capricho", un parque de Madrid que ahora en otoño estará precioso, "El Madrid oscuro" que nos encantan las cosas de misterio, etc. Nosotros ya hemos hecho el de "El maestro del Prado", "Misterios y secretos de Madrid" y algún otro más y nos han encantado. Si no vives en Madrid, seguro que en tu ciudad se realizan rutas parecidas.
11. Mover el cuerpo. Para no caer en la nostalgia, hay que mover el organismo. Andar, nadar, bicicleta, yoga,... cualquier actividad es mejor que quedarse en casa sentado y pensando en lo aburrido que se está.
12. Empezar un nuevo libro. Estoy apunto de terminar un libro y ya estoy pensando en el que voy a empezar en los próximos días. Tengo varios títulos pendientes de los que recomienda María José en su blog Descalza au lapin agile: "Picnic en Hanging Rock" (Joan Lindsay), "La hija de Robert Poste" (Stella Gibbons), etc.
13. Decorar el hogar con un toque otoñal. Nuestro hogar es el lugar más maravilloso del mundo, donde mejor nos encontramos, así que también hay que mimarlo decorándolo un poquito. Velas, centros de mesa, guirnaldas de flores... Qué bonito queda todo lo otoñal.
14. Preparar una comida familiar. Como amante de la cocina no puede gustarme más una reunión familiar en torno a la mesa. Soy sólo una aprendiz de cocina, pero me encanta cocinar para ellos y verles disfrutar. En mi recetario podéis encontrar algunas ideas, como la receta de la crema de calabaza que es ideal en esta época.
15. Limpieza del hogar. El otoño es un momento de renovación, no hay nada más que ver cómo los árboles se desprenden de "lo viejo". Así que manos a la obra y a deshacerse de todo lo que tenemos por casa ocupando espacio y que no utilizamos para nada. Fuera ropa antigua, regalemos libros, limpiemos la bandeja de entrada del mail, ordenemos los cajones... Limpiar nuestra vida nos aporta una energía especial y despeja nuestra mente.
16. Meditar. En relación a la limpieza de hogar, también es bueno renovar nuestra mente. Para ello nada mejor que parar todos los días un ratito para meditar sobre lo que ya no queremos en la vida y dejarlo ir. Por internet circula mucha información sobre técnicas de meditación. Dicen que con sólo 5 minutos de meditación al día, te puede cambiar la vida. Aquí os dejo una "Guía fácil para empezar a meditar".
17. Sacar las mantas. Bueno, reconozco que hace unos días bajaron las temperaturas en Madrid y me refugié en una de mis mantitas. Ahora ya no puedo evitar acurrucarme con ellas en el sofá y dudo que ni el Veranillo del membrillo consiga quitármela de encima.
18. Buscar y hacer una receta para Halloween. Hacer una receta para la noche de las brujas se ha convertido en toda una tradición en Otro día Perfecto, no hay más que ver mis terroríficas "Naranjas Jack O´Lantern" o mis asquerosísimos "Dedos de bruja". Así que os aviso que, si la falta de rutina me lo permite, ya tengo alguna idea para este año... ¡¡¡Muhahahaha!!!.
19. Un picnic en el campo. Todos los años sueño con hacer una comida campestre con su mantel de cuadros sobre las hojas secas. ¡¡Yo llevo la empanada de atún que me sale muy rica!!
20. Hacer alguna ruta ornitológica. Me gustan los pájaros. Tengo debilidad por ellos y disfruto viéndolos, oyéndolos y reconociéndolos. Así que he pensado que sería buena idea hacer alguna ruta ornitológica como las que organiza ENARA, un grupo doctores y licenciados en biología que organizan varios talleres al respecto. Podéis ver los talleres que realizan aquí. Son para todos los públicos, pero son una pasada para los niños. Incluso los más peques pueden celebrar su cumpleaños con ellos. ¡¡Qué original!!
21. Disfrutar del sol otoñal. Dicen que en otoño nos entra tristeza porque nuestros niveles de serotonina bajan al haber menos horas de luz... Pues ¡¡al parque!!... Ahora está todo precioso y las temperaturas son muy agradables, así que nada mejor que salir un rato por las tardes para respirar aire fresco, despejar la mente y disfrutar de la luz antes de que el invierno se la lleve.
22. Hacer un curso de micología. Otro curso que me encantaría hacer. Soy más de campo que las amapolas y desde pequeña siempre me ha apetecido saber reconocer las setas y los hongos. En SIERRANORTE.COM realizan un taller de iniciación a la micología que estoy deseando hacer. Además, he descubierto que realizan un montón de talleres que recuperan las tradiciones: curso de panadería tradicional y pasta fresca, curso de jabones y cosmética tradicional, curso de cestería de mimbre, curso de chocolates y bombones,... ¡¡Hay un montón y qué buena pinta tienen!!
23. Un fin de semana familiar. Quizá porque en mi casa hemos hecho mucho turismo cultural, reconozco que me encanta salir el sábado o el domingo en familia a conocer lugares y pasar el día entero, como hicimos cuando fuimos todos juntos a conocer el Hayedo de Montejo. Menudo madrugón que nos dimos, pero fue un día genial que me dejó un montón anécdotas y de buenos recuerdos.
24. Encender una hoguera. Cómo echo de menos la chimenea de mi casa de campo y el entrañable tufillo a humo con el que regresábamos a casa los domingos... No sé cómo ni dónde pero está pendiente encender una chimenea y recordar aquella época tan bonita y es que cómo reconforta sentarse al lado de la lumbre.
25. Hacer castañas y boniatos asados. En aquella chimenea, en otoño e invierno, asábamos castañas y boniatos... ¡¡qué buenos estaban!! y de nuevo, qué buenos recuerdos tengo de aquellos momentos. Para no dejarlos caer en el olvido, nada mejor que asar un puñadito de castañas y algún boniato en casa. Podéis ver cómo aso los boniatos aquí... Qué bien huelen.
26. Dar gracias. Si hay una costumbre extranjera que me encanta es el famoso "Día de acción de gracias" que celebran los americanos. También tiene como origen, entre otras cosas, celebrar la abundante cosecha. No olvidemos nunca dar gracias por lo que se tiene.
27. Llevar una alimentación sana y llena de color. La naturaleza es generosa y el otoño es esa estación que nos ayuda a prepararnos para el invierno. Hay que aprovechar e incluir en nuestra alimentación todo lo que nos ofrece: frutos secos, moras, arándanos, calabazas, etc. Por ejemplo, los alimentos violetas son considerados la fuente de la juventud por su gran cantidad de antioxidantes. Los naranjas refuerzan el sistema inmunitario. mantienen la piel y la vista sanas.
28. Preparar tortitas caseras en una tarde lluviosa. Lejos de lo que siente la gran mayoría, a mi me encantan los días lluviosos y si me pillan en casa, mucho mejor. Tengo pendiente hacer tortitas caseras y al final se me pasan los días y no las hago nunca. De este año no pasa. Tarde de tortitas y lluvia con un buen café o un English breackfast con canela. A falta de tortitas, siempre se puede tirar de hojaldre congelado y preparar unas palmeritas caseras.
29. Buscar aromas naturales para casa. Aunque me encanta que mi casa huela bien, no se muy amiga de los ambientadores químicos. Este otoño ambientaré mi casa de una forma muy otoñal y natural. Os mantendré informados de los experimentos que haga.
30. Preparar el jardín. Bien lo aprendí en un curso sobre huerto urbano que hice hace unos meses: ésta es la mejor época para preparar la tierra del jardín o, en su defecto, de las macetas. Es el mejor momento para plantar bulbos y dejarte sorprender por sus flores en la primavera. Yo tengo un blog de referencia: "Disfruta con el huerto y el jardín". En él Ruqui nos enseña generosamente, entre otras cosas, todo sobre el jardín y la horticultura.
31. Ver alguna peli de miedo. Os avisé. Que a mi estas cosas de misterio me dan regustillo aventurero y, en esta época, me da por ver alguna que otra película de terror. Incluso me trago las maluchas que estrenan en el cine. Y, éso sí, que no falten las palomitas de maíz caseras.
32. Asomarme a una casa encantada. El otoño flirtea a ratos con el misterio y, ya que planeo pasear por alguno de esos preciosos pueblos de la sierra, los que bien me conocen saben que no tardaré en mirar con ansia a través del agujero de una desvencijada contraventana de alguna casa abandonada. Es como viajar en el tiempo: siempre en busca de algún viejo mueble o un suelo de otra época.
33. Visitar museos. Adoro visitar museos en esta época. Tengo pendiente visitar dos pequeños museos de Madrid de los que no había oído hablar hasta hace muy poco: el Museo del Romanticismo y el Museo Cerralbo. Tienen muy buena pinta y sino echadle un ojo a los links...También me gustaría volver a visitar el Museo de Sorolla.
34. Abrir las ventanas al otoño. Y es que el otoño suena distinto. Me encanta abrir las ventanas por la tarde en otoño y oír el canto de los pájaros. No siempre suenan igual. O el barullo de los niños que aprovechan los últimos días de juegos en las calles antes de que las engullan los días de frío. Huele distinto y los atardeceres son espectacularmente naranjas.
35. Casarse en otoño. Sí, ¡¡Me caso este año!! Y qué mejor época para casarme que en la estación que más me gusta y más me motiva. A muy pocos días, casi, casi está todo listo para nuestro gran día. Y, cómo no, la celebración tendrá el toque campestre que tanto tanto me gusta.
¿Te gusta el otoño o por el contrario no te hace mucha gracia?
¿Qué añadirías al listado?
¡¡Feliz otoño!!
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