Comparto esta noche de lunes con vosotros este artículo de salud que publiqué el pasado verano en mi blog de salud, y no moví por estos lares.
¿A quién no le gustan los refrescos? Hoy en día hay una gran variedad de ellos, desde la Coca-Cola o la Fanta, hasta la Trina o el 7Up. Tras su delicioso sabor se esconden grandes peligros, y abusar de ellos puede causarnos graves problemas de salud.
¿Cancerígenas?
El benzoato de sodio es un conservante que se puede encontrar en frutos como la baya. En las bebidas con gas se cuenta con ello para impedir que se forme moho. Lo que nadie nos cuenta es que mezclada con aditivos puede formarse un líquido altamente cancerígeno, el benceno.
Problemas digestivos y respiratorios
Otros aditivos como el dióxido de azufre causan en nuestra salud retortijones, urticaria, diarrea o asma.
Caries, diabetes…
Por otro lado está el peligro de producir caries y/o diabetes, que es elevado dado los azúcares que contienen.
Osteoporosis
Las bebidas con gas favorecen también la aparición de enfermedades como la osteoporosis, debido al ácido fosfórico que poseen, que impide que el calcio se absorba de forma adecuada.
Provocan insomnio
Este tipo de bebidas son adictivas debido a la cafeína, provocando insomnio en prácticamente todos sus consumidores.
En resumen, las bebidas con gas son un auténtico cóctel molotov para nuestro organismo. Conviene estar tan alejados/as de ellas como de la comida rápida. Además, ambos productos que cada día están más “de moda” aportan muchísimas calorías y están totalmente prohibidos en cualquier régimen.