Ø Caries: Tanto el ácido como el azúcar de los refrescos ocasiona cierta disolvencia en nuestro esmalte dental, ocasionando las caries, que pueden afectar tanto el nervio como la raíz del diente y por tanto causar miles de dolores. Esto ocurre porque tanto el ácido como el azúcar permanece en nuestros dientes y no los eliminamos, para ello es necesario cepillarse luego de su ingesta.
Ø Problemas renales: Tanto el ácido fosfórico y el benzoato de sodio pueden causar problemas renales y cálculos.
Ø Obesidad: Cuando una persona consume mucha cantidad de refresco, su cuerpo se pone más propenso a padecer de obesidad, aumentando de esta manera miles de enfermedades cardiovasculares y hasta diversos tipos de cáncer.
Ø Osteoporosis: El ácido fosfórico además de afectar a los riñones, también afecta los huesos, alterando el equilibrio mineral de los huesos.
Ø Diabetes: El consumo excesivo de gaseosas acelera la posibilidad de padecer diabetes tipo 2 en un 15% y promueve también la resistencia a la insulina.
El problema, de beber refrescos se da mayormente cuando las personas lo toman desmedidamente y sin consumir cosas sanas, como por ejemplo agua o batidos naturales. Para zafarnos de este alimento peligroso y nada beneficiable para nuestra salud, debemos buscarle algún tipo de reemplazo valido, es necesario consumir frutas sin ningún tipo de azucares, beber agua en abundancia, tanto mineral como purificada, al igual que el consumo de hierbas naturales y de té, pero siempre tomar muchísimos líquidos en abundancia.