La experiencia de hacer deporte es una de las más importantes en relación con la salud. Por ello, hacer deporte se convierte en una experiencia gratificante en relación con la proyección que adquieres desde el primer día de actividad. ¿Cuáles son las cinco lecciones más significativas?
Corriges creencias equivocadas
Muchas personas han llegado a la conclusión de que el deporte no es lo suyo tras haber vivido la experiencia de que la educación física no fuese su asignatura preferida en el colegio o en el instituto. El contexto pedagógico no siempre propicia que los alumnos pongan en práctica este tipo de inteligencia sin estar condicionados a nivel interno por el miedo a hacer el ridículo frente a los demás.
Es decir, es frecuente la tendencia hacia la comparación en este sentido. Sin embargo, a través de la práctica de ejercicio físico en la etapa adulta aprendes que puedes disfrutar del ejercicio físico sin tener que ser el mejor en una disciplina.
Te sientes mejor
Tal vez tengas mucha pereza de practicar deporte, sin embargo, una vez que has realizado tu tiempo de ejercicio físico te sientes mejor de manera inevitable. Por ello, el deporte es un ejemplo visual de cómo el conocimiento más significativo es aquel que comienza en la práctica de la experiencia. Por mucho que otras personas te compartan sus vivencias sobre esta cuestión, nadie puede transmitirte su propia verdad tan bien como tú puedes conectar con la felicidad inmediata del deporte.
Cada día es diferente
Es posible que observes la rutina desde una mirada en la que cada día es igual al anterior. Sin embargo, a través del deporte puedes corregir esta creencia porque observas cómo cada día es distinto desde distintos puntos de vista: condiciones climáticas, factores externos, estado de ánimo interno…
De los errores se aprende
En una sociedad que nos condiciona con la creencia del triunfo como un valor determinante, una sociedad que estigmatiza el fracaso, el deporte es un espacio pedagógico para transformar en un ingrediente de sabiduría el peso de un fallo que te permite volver a levantarte después de una caída. El deporte es un ejemplo de coaching constante ya que a través de la práctica deportiva puedes llegar a ser tu mejor versión.
La motivación no es lo más importante
Claro que la motivación es significativa, entre otras razones, porque es el impulso inicial de una decisión de hacer deporte. Sin embargo, los niveles de motivación no se mueven en una línea recta. A través de la experiencia aprendes que tienes otras razones para cumplir con el compromiso que has asumido libremente. Por ejemplo, la constancia. O el deseo de llevar a término aquellos retos que has comenzado.
De lo contrario, si siempre dejas a medias las cosas que empiezas, no puedes crecer en madurez y responsabilidad vital.
¿Qué lecciones has aprendido por ti mismo de la rutina de practicar ejercicio físico?