Has llegado a la determinación que por encima de todo a quien más tienes que amar es a tu persona y como si en un viaje en avión te dicen que primero debes ponerte la mascarilla tú y luego a tus seres queridos. Sabes, porque lo has leído en mil sitios, que no hay nada mejor que hacer deporte para sentirte bien, sin embargo no sabes por dónde empezar. Aquí estoy yo para motivarte a hacer deporte e intentar que no lo dejes.
5 conceptos para motivarte a hacer deporte
Seguro que te has planteado que la psicología de cualquier ámbito no funciona. A mí no me funciona porque son patochadas y palabras cursis como “tú puedes, ánimo” o “a por todas, esta sí que sí”.
La psicología no funciona (ahora me pongo serio) porque no tenemos la fuerza de voluntad de llevarla a cabo. Porque estamos acostumbrados a hacer las cosas de una determinada manera de hacerlas y nos vaya bien o regular tenemos miedo a perder ese punto de apoyo. Por eso es complicado motivarte a hacer deporte (con estos consejos o con cualquiera).
Tú eres la responsable de salir de la zona de confort en la que vives y luchar por el bien más preciado que eres tú. Es como si yo fuera el mejor mecánico del mundo y te dijera que tienes que hacer estas 7 cosas para que tu coche no pise el taller en 30.000 kilómetros:
rellena aceite si esta bajo de nivel, el motor de arranque úsalo no más de 6 segundos, mira la presión de las ruedas, líquido limpiacristales, pon el intermitente siempre que hagas una maniobra, no aceleres bruscamente y no frenes igual de brusco que aceleras. ¿Crees que tendrás el coche ejemplar? Sólo si lo quieres con locura y lo aprecias como algo único.
Sólo así si lo pensaras como insustituible, único, irreemplazable o de valor incalculable serías capaz de tener la disciplina de vivir por y para ti. Te serviría todo lo que te voy a decir a continuación pero si no piensas así, es tonterías que sigas leyendo. Créeme no lo harás y yo no podré motivarte a hacer deporte (ni creo que nadie).
Lavarte el pelo sólo los días que haces deporte
Una fórmula para motivarte a hacer deporte tú misma. Sería lavarte el pelo tras hacer deporte de cualquier actividad. No me refiero a que no te duches diariamente jejeje. Me refiero a que te puedes lavar todo el cuerpo y sólo los días que te has prometido como reto a hacer deporte además te das el placer de lavarte el pelo con mimo.
Es decir, matas dos pájaros de un tiro en el que poco a poco te vas habituando a hacer deporte y por otro lado puedes seguir dándote mimos que te demuestres un poco de amor incondicional hacia ti lavándote el pelo con el champú que te gusta porque te encanta como huele.
Además esto lo asocias con placer, el placer con hacer deporte y al final por asociación unirás el deporte a placer todos contentos.
Ponerte ropa deportiva
Bien, este punto es muy importante para motivarte a hacer deporte ya que se llama disonancia congnitiva. Te pongo un ejemplo: ¿te ha pasado alguna vez que estabas muy cabreada y no sabes por qué pero has escuchado un chiste o tu hijo te ha hecho alguna tontería que no has podido por lo menos sonreír?
¿Qué notaste? ¿Sentías que algo no va bien porque por un lado quieres reír y por otro quieres estar cabreada? ¿Pero a que es una sensación extraña como que no te gusta esta incongruencia y al final te decantas por una de las dos opciones? Es decir, o se te pasa el cabreo o te olvidas del chiste y vuelves a fruncir el ceño.
Pues lo mismo ocurre con muchas de las cosas que hacemos en el día. Por ejemplo ponernos ropa de hacer deporte (con la camiseta transpirable, pantalón corto y zapatillas de running) para pasar la aspiradora, ¿no crees?
Hazme caso si te digo que te pongas esa ropa para darte un empujoncito a salir a andar o a correr.
Apunta en tu agenda cómo te sientes al finalizar la sesión deportiva
En este apartado sobran las palabras jejeje. Intento transmitirte que la mente es un poco perversa a la hora de intentar retomar la senda de volver a tu zona de confort. Te argumentas diálogos y recursos que te crees como dogmas religiosos que te desdibujan la realidad como la conocías.
¿Qué me has dicho? Jejeje, que tu mente pinta tus imágenes acorde a lo que tu mente quiere mostrarte. Si yo te pregunto algo más científico, qué tal te lo has pasado hoy en el entrenamiento, corriendo o haciendo deporte en general, lo mismo me dices que bien y ya está (por cierto nada científico).
Pero si me respondes un 8 sobre 10 eso si que es medible de alguna forma. Además esto te genera un feedback en tu motivación para hacer deporte y así dejar las excusas para dejar de hacer deporte.
Además de tener un feedback del mes en el que podrías poner en una tabla de los días de la semana sensación o nota del día y cuál fue la excusa que te surgió por la cabeza ese día para ver tu patrón principal (estoy cansada, no me apetece o no llego a tiempo entre otros).
Acuérdate de tu objetivo o meta
Otro punto por el que alguna vez en el pasado quizás fracasaste (ahora en el presente no) y que no puedes perder de vista. Me refiero el punto de marcarte un objetivo para tener una motivación por la que salir cada día que te propongas salir.
No hay prisa, escucha el podcast para poderte marcar un buen objetivo deportivo y así que no decaiga tu motivación básica por la actividad deportiva en general.
Sin objetivo o propósito no hay mejora y sin mejora no hay un para qué ir a hacer deporte. Me da igual perder 5 kilos que subir las escaleras sin que me falte el aire que al final del año quiero correr la San Silvestre.
¿Qué pasará si no voy hoy?
Puedes pensar “pero si un día no pasa nada”. Claro, ¿te imaginas qué pasaría si tu marido te dijera por ejemplo vamos a cenar a tu restaurante preferido y tú con tu motivación a tope luego te dice que por hoy no pasa nada si eso vamos otro día? No sé si de forma consciente o en el inconsciente pero a tu mente no la engañas.
Está igual de apenada y desmotivada que en el ejemplo de con tu marido. No lo dudes, la cabeza nos pasa factura y si le empezamos a fallar ella te falla a ti llevándote por el camino de retorno a tu zona de confort.
Dice algo así como ¿para qué me voy a esforzar a salir de mi zona de confort si ella no cumple con su palabra? Créeme y más si la has fallado alguna vez, no la des cancha para que acabe desmotivando y dejando la actividad deportiva.
Tienes que tener una disciplina que si te has marcado unas horas a la semana deportiva son para cumplirlas al no ser por fuerzas mayores (y aquí no están incluidas el “es que estoy cansada”, siempre lo estarás).
Conclusiones para motivarte a hacer deporte
Olvídate de cómo eras antes. A nadie le interesa y menos a tu mente pero si te comprometes, no te falles porque pasa factura.
Tienes que planificar la semana para poder hacer deporte y no salirte de esos rangos que te has marcado (si no hay fuerzas mayores).
Date pequeños premios que te ayuden a subir esa motivación y que no decaiga.
Márcate un objetivo medible para poder mantener la motivación básica a niveles aceptables y que no te desmotives.
Genérate un feedback de sensaciones para tener visible (por ejemplo en la nevera) así como de las excusas típicas.
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