Actitud
Aunque suene a slogan mercadológico, la frase “mente sana cuerpo sano” es 100% verdad, los pensamientos negativos no solo envenenan nuestra mente sino que también lo hacen con nuestro cuerpo y es que recuerda que el cuerpo solo recibe señales desde la mente y éste no diferencia de cuáles señales son reales o cuáles inventadas. Si tu te llenas de pensamientos negativos, estrés o presiones innecesarias, tu cuerpo se verá bajo la señal de trabajar al máximo para superar esas situaciones de “peligro” en que se le está sometiendo y esto poco a poco llevará al desgaste.
Por o tanto un primer paso y uno muy importante es el acostumbrarnos a tener pensamientos positivos y con esto sanar nuestro cuerpo.
Sueño
No importan las dietas o lo saludable que lleves tu vida si no duermes lo suficiente, nuestro organismo necesita de sueño para regenerarse y reponerse, comienza cumpliendo al menos 7 horas de sueño y verás la diferencia.
Alimentación
Siempre he pensado que vale más una alimentación balanceada y perpetua que planes de dietas express. No necesitas sacrificarte ni pasar hambre, basta con que comas balanceado, elimines los alimentos procesados o a menos los dejes para antojos de vez en cuando y tu salud te lo agradecerá.
Ejercicio
No necesitas inscribirte al equipo estatal de soccer, así que deja ese pretexto de lado y basta de sedentarismo, con caminar 30 minutos al día, subir escaleras, bailar un par de canciones y cargar las bolsas de súper mercado estarás haciendo algo por ti y tu cuerpo.
Vicios
Y aquí un poco de esfuerzo extra (claro si es que tienes alguno), olvídate del cigarro, el alcohol, incluso otros hábitos como el pasar hambre, no desayunar, comer frituras, etc., son igualmente perjudiciales así que todo aquello que tu sexto sentido te diga que está mal pero aún lo haces, más vale dejarlo definitivamente fuera.