El primero, que es psiquiatra, observa el cadáver y dice:
- Ha muerto por un cese brusco de sus funciones cardíacas y neuronales. El segundo, que es psicólogo, opina:
- Ha muerto por inadaptación cognitivo-conductual a una realidad extrema.
El tercero es psicoanalista y afirma:
- Su libido sucumbió al conflicto inconsciente con Tanatos.
Y la cuarta, que es la señora de la limpieza, comenta:
- Yo creo que lo han asesinado. ¿No habría que llamar a la policía?
Moraleja
No es que el psiquiatra, el psicólogo y el analista no tengan, cada uno en su ámbito restringido, su razón. Pero si no poseen, además, la visión periférica, la conciencia sociofamiliar, el sentido abarcador de la señora de la limpieza, no han comprendido nada.