Por: Nerea Cavero de Hazia
Sabemos que no es ninguna novedad y que a estas alturas, si trabajas o tienes un restaurante, bar, cafetería, etc., ya tendrás más que oído que en España existe una legislación que obliga poner a disposición del cliente la información sobre los alérgenos que tienen los productos.
Es cierto que cada vez vemos que más establecimientos disponen de dicha información en sus cartas, pero si eres de los que no la tienen, quizá sea porque piensas que esta legislación es otro sacacuartos, que te va a hacer perder el tiempo y que si no queda otra, se pone lo justo por si viene el inspector de turno y listo.
Si crees que hacer una buena declaración de alérgenos no supone ningún beneficio para tu establecimiento, te invitamos a que continúes leyendo, porque hemos hecho una recopilación de las frases que, durante los años que llevamos con esto, más nos han dicho establecimientos que, como tú, no le ven ninguna utilidad.
No me hace mucha falta porque por aquí no hay muchos alérgicos…
¿Crees que son una minoría? ¡Vamos a darle un repaso a los datos!:
Aproximadamente el 10% de la población española tiene alguna alergia alimentaria. Estamos hablando de casi 5 millones de personas.
El 1% de la población española es celíaca. Hablamos de medio millón de personas aproximadamente.
En España, entre el 19% y el 28% de la población presenta intolerancia a la lactosa. Haciendo una media rápida, pon 1 millón de personas.
Se estima que en el 2050, el 50% de la población padecerá alguna alergia.
¿Te parecen pocos? Pues ten en cuenta, que como la mayoría de la gente, también salen a comer por ocio, por lo que es normal que vayan acompañados...¿Sigues creyendo que no es un buen público?.
Es que mucha gente me dice que es alérgica ¡y bien que le desaparece la alergia con el postre!
Tanto en restauración como en el resto de sectores, desafortunadamente, siempre habrá gente que se aproveche de una situación determinada.
El hecho de que haya personas que finjan ser alérgicas para que les adapten un plato a sus gustos, es algo que, por lamentable que sea, no vamos a poder evitar ¿hacemos que paguen justos por pecadores? Recuerda que hablamos de un público de millones de personas...
¡Es que yo no puedo garantizar que mi comida no tenga alérgenos!
Vayamos por partes:
La legislación no exige que tu comida no tenga alérgenos, si no que indiques si tiene alguno de los 14 de declaración obligatoria.
Si tienes bien identificados qué alérgenos hay en tus platos y de dónde vienen ¿no crees que va a a ser mucho más fácil para ti dar un servicio a una persona alérgica con seguridad?. La información es poder.
Pero si les digo los ingredientes, ya vale, ya sabrán si lo pueden comer o no.
Que una tortilla lleva huevo es algo evidente, hasta ahí estamos contigo, pero ¿sabías que hay mayonesas que llevan mostaza? ¿quesos que llevan huevo? ¿embutidos con leche? ¿chocolates con soja?...¡Pues ahí está el tema!
No es suficiente con indicar los ingredientes de un determinado plato, porque dichos ingredientes a su vez pueden tener alérgenos, sin olvidarnos de las contaminaciones cruzadas que es normal que se den en la elaboración. Cuanta más información tengas, mejor será tu servicio. Repetimos: La información es poder.
¡Aaah! pero yo ya tengo cosas para celíacos
¡Muy bien! Aquí, sin ninguna duda, te tenemos que felicitar por tener en cuenta a este colectivo, pero ello no te exime de tener identificados el resto de alérgenos. Recuerda 2 cosas:
No todos los alérgicos son celíacos.
La legislación no exige que tengas productos sin alérgenos, si no que indiques si tiene alguno de los 14 de declaración obligatoria.
¡Oye pues mira! ¡Que no salgan a comer por ahí!
¿Por qué un restaurante es un negocio? Porque nos gusta salir a comer por ahí, disfrutar de una comida con los nuestros, celebrar las buenas noticias alrededor de una mesa...Somos de ir de pintxos, tapas, raciones,...es un plan estupendo ¿verdad? ¿y por qué para ellos no va a serlo?
¡Pues que se vayan a comer a otro sitio!
Y no te quepa la menor duda de que lo van a hacer, ellos y toda la gente que los acompaña y que también están buscando que esa persona pueda comer tranquila.
Si un establecimiento se gana su confianza, ten por seguro que lo recomendarán y, por supuesto, repetirán.
¿Sigues pensando que hacer una buena declaración de alérgenos no tiene ningún beneficio para tu establecimiento, más allá de salir del paso delante del inspector? Nosotras, sinceramente, creemos que te puede servir de mucho.