Dolor, cambios de peso y enfermarse fuertemente no son los únicos indicios de no estar sano y de no estar en forma. Aprende estas señales más comunes.
A todos nos pasa que en algún momento nos sentimos saludables, creemos que lo estamos pero desconocemos nuestra realidad.
Te sientes como un roble. Porque has estado estable por un buen tiempo piensas que estás saludable, no te ha dado un resfriado en mil años, puedes comer lo que quieras y no te da indigestión, puedes trasnochar cuantas veces quieras y la producción de tu semana no se ve alterada.
No has subido ni bajado de peso en varios meses, no te duele nada.
Así pensaba yo. Creía que era un roble por razones como las que acabo de connotar. Cuando no podía subir una colina y con otras cosas que no podía hacer se lo atribuía a la edad.
Ahora que estoy en forma y con más años, noto la gran diferencia, me siento mucho mejor, tengo más capacidad y resistencia que cuando creía ser un roble porque no me dolía nada.
Si quieres saber cómo me siento en la actualidad lo puedes leer en el siguiente enlace: Significados diferente de estar en forma. Querrás estarlo
Sí, muy factible es que estés saludable, aunque tus ocupaciones y preocupaciones por tareas esperándote no te dejan ver tu verdadera salud.
Mira si estás teniendo las siguientes señales que te están diciendo de que es hora de prestarle atención a tu salud y/o estado físico. Tal vez debas empezar al menos con visitar al médico.
Señales que dicen que necesitas estar en mejor forma
- Te cansas subiendo catorce escalones
- Te cansas subiendo media cuesta
- Si te paras frente al espejo (sin ropa) y caminas normalmente hacia él y observas que te tiembla casi toda la extensión del cuerpo al caminar, no lo dudes, tienes más grasa de lo que esperabas.
- Te duermes fácilmente si vas en un carro que no vas conduciendo.
- Te da sueño muy fácil así estés en una mega fiesta.
- Después de las siete de la noche no quieres pararte del sofá o de la cama.
- Es frecuente la falta de concentración o el cansancio mental así no hayas tenido una jornada laboral larga y exhaustiva.
- Ya no le encuentras gracia a una caminata corta o larga.
- Ya no le encuentras gracia a jugar y moverte con tus hijos porque lo ves como una tarea muy agotadora.
- Tienes alteraciones en el sueño.
- Cambios de estado de ánimo bruscos y frecuentes.
- Sentimientos depresivos recurrentes.
- Ansiedad frecuente.
- Te estresa todo
- Te incomoda todo.
- Mueves un mueble de la sala y quedas adolorido por 5 días.
- Eres consciente de que no comes saludable y no te has comido una zanahoria en meses
- Sabes que eres sedentario
- Si tienes un hábito perjudicial como tabaquismo, consumo de drogas, etc.
- Esta señal no la sientes directamente: Si tienes familiares cercanos con diabetes, hipertensión, cáncer, infartos a temprana edad y llevas mucho tiempo sin ser chequeado por el médico.
Qué hacer si tienes una o más de las señales
Si tienes 35 años o más y llevas más de tres años sin tener un chequeo médico, hazlo en primer lugar.
También visita a tu doctor si estás pensando en cambiar el estilo de vida que tienes actualmente y vas a ponerte en forma, para conocer tu verdadera situación de salud, conocer si tienes restricciones o prohibiciones a la hora de empezar.
De acuerdo a cómo te encuentre te dirá la frecuencia con la que debes seguir teniendo los chequeos médicos.
Empezar a revertir uno por uno de los puntos que te dieron positivos, hasta que los elimines todos. Cambiando tus hábitos alimenticios y mejorando la actividad física.
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Ten en cuenta que son hábitos que debes adquirir y seguir el resto de tu vida. No es muy fácil pero tampoco es difícil, es un proceso lento, lo importante es que sientes las mejoras desde muy temprano de haber iniciado, te lo aseguro.
Para qué es importante saber si estás en forma
Para que identifique los factores que están deteriorando tu salud lenta y muy silenciosamente.
Para que no te engañes pensando que estás bien cuando no lo estás tanto como lo crees.
Por ejemplo, tener un peso saludable no te da el rótulo de ser saludable, puedes tener la presión alta, anemia sin saberlo.
Para que te des cuenta de que puedes sentirte mucho mejor que como lo haces ahora.
Para que disminuyas el riesgo de enfermedades con alta mortalidad como las cardiovasculares.
Para que mejore tu productividad en general.
Para que te animes a disfrutar más la vida.
Para que puedas compartir más con tus amados.
Para que mejore tu salud mental.
Para que vivas más.
Para que contagies a quienes te rodean con los hábitos saludables.
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