1. Elige alimentos ricos en hidratos de carbono
Los alimentos ricos en hidratos de carbono tienden a ser ignorados en la dieta por considerarlos enemigos de la pérdida de peso. Sin embargo, el pan, los fideos, el arroz y las papas aportan casi un 60% de la energía que nuestro cuerpo necesita para funcionar. Lo que se recomienda es consumir pan, pastas y cereales integrales y acompañar la ingesta con una buena rutina de actividad física que permita gastar la energía y no acumularla en un estilo de vida sedentario.
2. Coma de forma moderada
Si tenemos una rutina de ingesta de alimento en raciones adecuadas, no será necesario eliminar ninguno de los grupos de alimentos. Siempre es preferible reducir el tamaño de las porciones antes que eliminar de nuestra dieta un determinado grupo alimenticio. En caso de comer afuera, un buen consejo es compartir el plato, es importante seguir manteniendo rutinas y reuniones con amigos y seres queridos para comer.
3. Beber mucho líquido
Un adulto promedio necesita beber alrededor de 1,5 litros de agua por día. En días de calor o cuando hacemos actividad física esta cantidad aumenta. Mantener el organismo hidratado es fundamental para que nuestras células puedan funcionar correctamente.
4. EL equilibrio es la clave
Una alimentación sana es sinónimo de una alimentación equilibrada. Para comer bien hay que aprender a evitar los excesos y buscar la forma de integrar todos los grupos de alimentos sin que eso suponga una dificultad,
Sigue estos consejos para una alimentación que no solamente resulte sabrosa y nutritiva, sino que te ayuda a mantener el estado de salud. No es necesario una dieta que te torture, solamente aprender a comer mejor.