Siempre me ha interesado, o más bien, siempre ha encerrado un gran misterio todo lo que gira en torno a la palabra felicidad; seguramente te pasa igual que me pasaba a mí.
Hasta no hace mucho, creía que la felicidad provenía del exterior, o, mejor dicho, que el exterior era el responsable de mi felicidad ¡qué gran error!
La felicidad nace en el interior, solamente cuando nos sentimos bien por dentro y en paz, podemos disfrutar del exterior, y ver cosas maravillosas fuera, de lo contrario, todo lo de fuera será un caos, un peligro, una amenaza y un escenario bastante gris y aburrido. Igualmente, cuando sentimos paz, gozo y disfrutamos con lo de ahí fuera, es cuando podemos darle un sentido a la vida.
Antes de seguir, déjame decirte tal y como empiezo el capítulo 14 Crea felicidad de mi libro Un nuevo amanecer es posible: “Todas las personas hemos venido a este mundo a ser felices; es nuestro cometido, es nuestro derecho y nuestra razón de ser”
Pero no es menos cierto, que a veces la sociedad, las apariencias, y por muchas cosas y motivos más, nos casi obligan a que tenemos que estar felices sí o sí, y no permitamos llevar por la vorágine y tener que fingir estar felices cuando no lo estamos. Permítete también sentir la tristeza, llorar, estar a solas, porque solamente cuando nos vaciamos de algo negativo, podremos llenar nuestra botella particular de nuevas cosas positivas.
¿Te has fijado en un niño pequeño cuando juega? Salta, ríe, se cae, se levanta, juega con amigos, se enfada, y a los 5 minutos vuelve a jugar; es una experiencia fascinante observar a un niño feliz, sin preocupaciones; como te decía anteriormente, venimos con ese derecho innato, pero luego conforme nos hacemos mayores, con las exigencias, problemas, por el que dirán y muchas más cosas, nos hacemos pequeñitos, escondemos nuestras emociones y si me apuras, cuando estamos felices intentamos no manifestarlo como deberíamos porque parece estar mal visto ¿verdad?
Todo esto que te he estado diciendo anteriormente, era a modo reflexión sobre el tema de la felicidad y el estar bien con nosotros mismos, pero quiero ir más allá y, contarte todas aquellas actitudes de las personas que dan luchan por darle un sentido a la vida, es decir, que día a día por cultivan la positividad –a pesar de las nubes negras que puedan haber-, que son conscientes del poder que encierra una emoción alegre y un sentimiento afín para su mente y para su cuerpo.
He querido recopilarte estas actitudes –aunque habrá muchas más- que, cultivan las personas que, en definitiva, dan sentido a sus vidas, porque solamente cuando hay un sentido, un para qué en nuestras vidas, solamente entonces, podremos ser dueños de la verdadera y auténtica felicidad ¡vamos allá!
ACTITUDES DE LAS PERSONAS QUE LUCHAN POR DARLE UN SENTIDO A LA VIDA
Agradecen
Muchas veces, nos olvidamos del inmenso poder que encierra ser agradecido, incluso llegamos a pensar o a decir que no tenemos motivos para agradecer.
Cuando estamos mal, es lógico y normal que a priori pensemos así, pero tenemos que ir más allá. Solamente el mero hecho de estar leyéndome, de estar vivo, del aire que respiras ¿no es motivo suficiente?
Pero no solamente eso, te invito a que adquieras el hábito de todas aquellas personas que luchan por darle un sentido a la vida que, consiste en apuntar cada noche entre 5 y 10 cosas por la que dar las gracias. ¿Te parecen muchas? Empieza poco a poco, pero oblígate a apuntar los agradecimientos porque solamente así, te harás más consciente que tenemos más cosas de las que pensamos para agradecer.
No olvides que, cuando agradeces, envías energía positiva y toda energía genera una respuesta, es decir, posiblemente, verás que recibes y llenas tu vida de cosas por la que dar las gracias.
Son responsables
¿Qué quiero decir con son responsables? Que están atentos a sus actitudes, su modo de actuar, como hablan, como se comportan con los demás, las decisiones que toman, etc.
Ser responsable también implica que no buscan culpables, ni quieren ser víctimas, no se quejan del pasado –por muy catastrófico que este haya sido- solamente sacan un aprendizaje de su supuesto fracaso para mejorar en su día a día.
En definitiva, ser responsables de nosotros mismos, lleva implícito Tomar las riendas de tu vida. ¿Te animas?
Se rodean de personas positivas
Recuerdo haber leído en varios libros que “Somos el promedio de las 5 personas con las cuales más nos relacionamos en nuestras vidas”
Al principio pensaba: “menuda tontería” pero ahora, ¡no puedo estar más de acuerdo” Realmente, somos animales de costumbres, y constantemente estamos influenciados para bien o para mal, por lo que, si nos rodeamos de personas que ven la vida en modo blanco o negro, negativo y triste, al principio no nos afectará, pero si día a día y de forma constante nos relaciones con personas así, tarde o temprano y de forma inconsciente, estaremos repitiendo patrones y actitudes muy similares.
Así que, ya te estarás imaginando el modo inverso, aquel que consiste en rodearte de personas positivas, altruistas, llenas de proyectos, aquellas que sacan algo positivo de lo más negativo, etc.
Cuando te rodeas de personas positivas, generarás hábitos y actitudes que te harán darle más sentido a la vida, y estarás llenándote de aprendizajes nuevos y llenos de propósito. Sobre los aprendizajes trata el siguiente punto ¡Sigue leyendo!
Quieren aprender
En realidad, estamos aquí en este escenario llamado Vida para aprender; todos los días estamos aprendiendo –incluso cuando creemos que no-, aprendemos de todas las personas ¡no lo olvides!
Nunca creas estar por encima ni por debajo de nadie, todas las personas tienen algo que aportarnos, todos somos maestros y alumnos a la vez.
Cuando abrimos la mente a nuevos aprendizajes, nuevas culturas, nuevos puntos de vista, estamos en situación para generar cambios en nuestras vidas, y cuando generamos cambios en nuestras vidas, estaremos cada vez más próximos a la meta de darle sentido a la vida.
Para aprender, además de tener la mente abierta a diversas situaciones y a muchos puntos de vista diferentes, tenemos que mantener viva la curiosidad, la motivación y por puesto ¡las ganas!, aunque cuando generas todas estas actitudes motivadoras, sin lugar a dudas ¡le estás poniendo ganas y quieres aprender!
¡Un abrazo gigante!