Lo has visto muchas veces, pero todavía no te has atrevido a probarlo. El higo chumbo o fruto del nopal tiene unas propiedades nutritivas excelentes y no hay que perderlo de vista. ¿Sabías que también se pueden consumir las palas u hojas, también llamadas nopalitos? Veamos todo lo relativo a su consumo y comercialización.
Origen y cultivo
El higo chumbo (Opuntia spp.) es el fruto del nopal, originario de América y que crece en las zonas áridas y semiáridas del mundo. Pertenece a la familia de los cactus, que se caracterizan por utilizar de manera eficiente el agua, de ahí que tengan unos requerimientos hídricos muy bajos.
La planta fue introducida en Europa por los conquistadores españoles y distribuida a otros países del mundo. Actualmente, el principal productor es México (más del 70%), aunque también se produce en Italia, España, Chile, Israel, Brasil o Sudáfrica.
En España, las chumberas (también llamadas tuneras, pencas o nopales) están muy extendidas en las Islas Canarias. Su cultivo también se da en toda la cuenca mediterránea, sobre todo en Valencia y Murcia.
Se han descrito un gran número de especies y variedades, dejando patente la gran diversidad en tamaño, forma y color de los frutos. Se pueden encontrar de color blanco, púrpura, rojo, naranja, verde y amarillo, y todos ellos con diferentes sabores y aromas.
Resulta anecdótico que el cultivo de la chumbera está asociado a que en sus palas o cladodios (las grandes hojas carnosas que tiene) se hospeda la cochinilla (Dactylopius coccus), el insecto del cual se extrae el colorante rojo carmín (ácido carmínico, E-120), muy usado en alimentación, cosmética y en la industria textil.
¿Cómo es el higo chumbo?
El higo chumbo es un fruto carnoso protegido por una corteza dura que va cubierta por pequeñas espinas de 2-3 mm (cuidado con ellas, ya que son muy finas y se clavan con facilidad).
La pulpa es dulce, muy mucilaginosa y con numerosas espinas. En España se suelen ver las variedades que tienen la pulpa color naranja, rojo, púrpura y blanco-verdoso.
La temporada de recolección y consumo va desde julio a septiembre, dependiendo de la variedad. Normalmente ya lo encuentras en el mercado con las espinas quitadas. Aún así, los consumidores no son muy dados a su compra, bien por desconocimiento o bien por lo incómodo que resulta su consumo (aunque le quiten las espinas, siempre le quedan algunas pequeñas que se clavan con facilidad en los dedos).
Para aumentar la vida útil en fresco, se han realizado muchos estudios con chumbos mínimamente procesados (pelados y cortados) y envasados en barquetas, pero todavía no los he visto en el mercado.
Además del fruto fresco, también se comercializan (dependiendo del país) zumos, purés, mermeladas, sorbetes, jaleas, licores, etc.
Características nutricionales
En cuanto a sus características nutricionales, el chumbo tiene un alto contenido en agua, fibra y azúcares, destacando sobre todo, por ser una fuente importante de compuestos con elevada actividad antioxidante (vitamina C, flavonoides y betalaínas). Su valor calórico es bajo, similar a otras frutas, como la manzana o la pera.
En la antigüedad, era un fruto indispensable para los navegantes, ya que alimentaba, hidrataba y servía para combatir el escorbuto (por el contenido de vitamina C).
¡Cuidado con las espinas de la chumbera!
Consumo de nopales como verdura y flores para infusiones
Los nopalitos o cladodios jóvenes de la planta (tallos planos, pencas, palas o paletas) se destinan para su consumo como verdura.
Esto apenas se conoce en nuestra gastronomía, sin embargo, en México se preparan múltiples platos, como la famosa ensalada de nopales. También lo utilizan para hacer mermeladas, bebidas, dulces y cosméticos.
Esta verdura destaca por ser una fuente muy importane de fibra (pectinas, mucílagos y gomas), mejorando diversos problemas digestivos (como las úlceras) y el estreñimiento y disminuyendo los niveles de azúcar en sangre y colesterol total y triglicéridos.
Otro derivado de la planta es la flor. En este caso, se suele comercializar deshidratada para infusiones. Se suele utilizar como diurético o para problemas intestinales o inflamatorios.
Nopales cortados y cocidos. Fuente
Propiedades beneficiosas para la salud
Por ser una fuente importante de compuestos nutracéuticos o funcionales (flavonoides, betalaínas, vitamina C, carotenoides, pectinas, mucílagos, etc), las frutos, las palas y las flores de la chumbera han sido tradicionalmente usados en la medicina popular para tratar enfermedades de toda índole: diabetes, quemaduras, edemas, colesterol alto, úlceras, dolores reumáticos, etc.
Por ejemplo, los aztecas extraían el zumo lechoso de la planta y lo mezclaban con miel y yema de huevo para tratar las quemaduras.
En los últimos años se han ido publicando artículos científicos que describen sus beneficios, destacando propiedades anti-inflamatorias, anti-diabéticas, hipoglucémicas y anti-proliferativas, además de prevenir el estrés oxidativo y enfermedades degenerativas.
De todos los compuestos, hay un tipo que destaca por su poder antioxidante: las betalaínas. Son metabolitos secundarios que produce la planta y que aportan color, actuando como pigmentos rojos y amarillos.
En la actualidad, hay un gran interés científico en estudiar los beneficios para la salud de diversos compuestos fitoquímicos que forman parte de nuestra dieta, y tanto los higos chumbos como las otras partes de la planta resultan muy interesantes por su potencial.
De hecho, en estos momentos formo parte de un proyecto de investigación donde se aborda el tema, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Monterrey y el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL).
Con mi compañera Martha procesando higos chumbos rojos para su posterior análisis en el laboratorio
Como vemos, la chumbera ofrece muchas posibilidades, desde el consumo variopinto de los chumbos, los nopalitos y las flores, hasta la posibilidad de obtener ingredientes biactivos con propiedades farmacológicas (aunque aquí hay que ir con cuidado y realizar más investigaciones, sobre todo en lo relativo a estudios clínicos con humanos). ¿A qué esperas a probar el chumbo y los nopalitos?
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