Unas posturas específicas de yoga ayudan a acelerar el proceso de desintoxicación. Las secuencias de torsión diseñadas para este plan favorecen la eliminación de las toxinas de los tejidos de los sistemas linfático y digestivo. Además, las posturas restaurativas relajan el sistema nervioso y la mente, y relajan el cuerpo, algo especialmente importante. Las posturas restaurativas también te ayudan a que la mente sea receptiva.
“¿Por qué debo hacer esto?".
Como interrumpes tus hábitos normales, es una oportunidad única para practicar svadhyaya, o autoanálisis. Da igual que tu motivación sea la salud, una vida más sencilla o una práctica más profunda. Te sorprenderás de lo que puedes descubrir dentro de ti.
DESCANSA Y RESTAURA
Estas posturas están diseñadas para relajar el sistema nervioso y la mente. Necesitarás muchos apoyos para profundizar mejor dentro de ti. En cada postura, también puedes cubrirte con una manta para mayor comodidad. Pasa al menos de tres a cinco minutos en cada una de ellas. Si te encuentras cómodo, detente por más tiempo.
Postura de las Piernas por encima de la Pared con Apoyo
1 esterilla de yoga 1 apoyo
1 cuerda de yoga
1 bolsita de arena o equivalente (como una bolsita de arroz o azúcar)
4 mantas
Algo para cubrir los ojos
Coloca la esterilla en vertical contra la pared y un apoyo en horizontal sobre la misma. Dobla una manta que hará de almohada, con un extremo más delgado donde apoyar la nuca y otro más grueso para la cabeza. Siéntate sobre el apoyo con la cadera izquierda contra la pared, y baja para que la región torácica y lumbar descanse sobre la esterilla, y la cabeza y el cuello en la manta, con la frente ligeramente más elevada que la barbilla. Flexiona ¡as rodillas y pasa una cuerda alrededor de los pies, apretándola alrededor de las pantorrillas, y apoya las piernas en la pared. Coloca otra manta a lo largo del torso y una bolsa de arena en la pelvis. Tápate los ojos y lleva las manos a los lados.
Flexión Lateral con Apoyo
Siéntate con la cadera derecha contra el apoyo, inclínate a un lado, con la mano derecha en el lado más lejano de la esterilla mientras te tumbas. Extiende el brazo derecho en el suelo y apoya la cabeza en el bíceps. Luego estira el brazo izquierdo por encima de la cabeza y ¡unta las palmas.
Con cada exhalación relaja todo el cuerpo, prestando especial atención al cuello. Cuando estés preparado para cambiar de lado, ponte lentamente boca abajo y presiona las manos contra el suelo para levantarte.
Repite del otro lado y luego pasa a la Postura del Niño durante varías respiraciones.
Postura del Zapatero Tumbado con Apoyo
Prepara una almohada igual que en la primera postura y colócala en el extremo superior del apoyo. Siéntate con la espalda en el apoyo; junta las plantas de los pies y deja que las rodillas caigan a los lados y se apoyen sobre una manta doblada. Dispón un saquito de arena encima de los pies y, utilizando las manos por detrás de ti, baja lentamente por el apoyo. Ajusta la manta de la cabeza para que la frente quede más alta que la barbilla, tápate los ojos y descansa las manos en el suelo. Deja que la respiración se ralentice y profundice. Con cada exhalación, deja que el abdomen se relaje todo lo posible.
Giro con Apoyo, variación
Pon una manta doblada en el extremo de un apoyo y siéntate con la cadera Izquierda contra el extremo de la manta. Rota el vientre hacia el apoyo, con las manos a los lados, e inclínate lentamente hasta que la frente lo toque. Rota la cabeza a la derecha, bajando ligeramente la barbilla. Estira la nuca y relaja la garganta. Por último, coloca la almohadilla de los ojos sobre la nuca y apoya las manos y antebrazos en el suelo. Deja que la respiración se ralentice y profundice; observa cómo la inhalación hunde la pelvis. Cuando estés preparado, cambia de lado.
Os dejo una interesante Guía de Yoga para quien esté interesada/o:
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