La agonía que antecede al final de la vida, el sufrimiento inevitable de quienes están al lado, la angustia de no poder remediarlo, todas estas sensaciones se entremezclan cuando llega el momento de la despedida de un ser querido.
Yo he sufrido mi primera pérdida y me siento perdida.
Sus ojos de mar se cerraron al sentir sus labios húmedos besar los labios que otrora sellaban pactos de amor. La esperó, la sintió, la besó y se despidió.
De esta forma tan dulce se fue el ser más entrañable de mi familia: mi abuelo. Un hombre gallardo, cordial, fiel, prudente, educado y sonriente. Un hombre, un caballero, un señor.
Esperó cautelosamente la llegada de sus bisnietos, bendijo la última cena con ellos, se subió al carro tirado por caballos blancos y se fue.
*
" (...) En algunos instantes, después de prolongados sufrimientos, lo que más
anhelaba -aunque le habría dado vergüenza confesarloera que alguien le tuviese lástima como se le tiene
lástima a un niño enfermo. Quería que le acariciaran, que le besaran, que lloraran por él, como se acaricia y
consuela a los niños (...) " *
A decir verdad, nadie le vio sufrir.
Fue cuidado hasta el último segundo con el amor y el respeto que se merecía un hombre de su calidad humana.
Lo cual hace que reflexione sobre la necesidad que tiene todo el mundo de morir en paz, en compañía, rodeado del amor de la familia.
*
." (...) Lloraba a causa de su impotencia, de su terrible soledad, de la crueldad de la
gente, (...) "
*
Frente al dolor nos volvemos niños, el miedo a la muerte nos deja indefensos, cualquier atisbo de esperanza nos aferra a la vida aunque ésta ya haya dejado de existir con pleno significado.
*
" (...) Y de nuevo, junto con ese rosario de recuerdos, brotaba otra serie en su mente que se refería a cómo su
enfermedad había progresado y empeorado (...)" *
La soledad más inhumana es aquella que sentimos cuando más rodeados de gente estamos, gritamos, pero nadie nos escucha, miramos , pero nadie nos ve, tocamos, pero nadie nos siente, nos alejamos y ya nadie nos echa de menos, la gente se acostumbra a la idea de que ya no vamos a estar y se olvidan de que todavía no nos hemos ido.
*
(...) Resistía como resiste un condenado a
muerte en manos del verdugo, sabiendo que no puede salvarse; y con cada minuto que pasaba sentía que, a
despecho de todos sus esfuerzos, se acercaba cada vez más a lo que tanto le aterraba. Tenía la sensación
de que su tormento se debía a que le empujaban hacia ese agujero negro y, aún más, a que no podía entrar
sin esfuerzo en él. La causa de no poder entrar de ese modo era el convencimiento de que su vida había
sido buena. Esa justificación de su vida le retenía, no le dejaba pasar adelante, y era el mayor tormento de
todos (...) *
Si pudiera decidir cómo morir lo haría besando a mi amor, rodeada de mi familia y sin dolor ¿ es tanto pedir?. A veces parece que sí.
¿DÓNDE ESTÁS PAPÁ?
AUNQUE TE ESCONDAS
ESTAS EN MI CAMINO,
AUNQUE NO QUIERAS QUE TE VEA,
YO TE VEO,
AUNQUE ESTES ENTRE MANTAS,
YO VEO UNA CORTINA,
BAJO ESTE SILENCIO LA FUERZA ME ALIBIA,
EN MI CUERPO SIENTO TU SOMBRA
QUE ME DEJAS FUERTE
Y EN MI RECUERDOS CAMINA.
TANTAS COSAS FUERON VIDA,
TANTAS FUERON PENAS,
DOLORES Y SUFRIMIENTOS,
SE VA MURIENDO Y QUEDA LA HERIDA
SOLO TENGO TUS CENIZAS,
SOLO VIVIRÉ CON AQUELLOS RECUERDOS
Y LA SONRISA DE TU DESPEDIDA.
Tu hijo Olís Kade.
Para más recapacitaciones aquí dejo la inspiración de mi post.:
Podemos ayudar al final de la vida
El Testamento Vital
Planificación anticipada de decisiones
Cátedra We Care
Lourdes Guanter. AECPAL
Cuando sea vieja, me moriré._ Mónica Lalanda
"La muerte de Iván Illich"._ León Tolstoi