No es un antojo del lenguaje que relacionemos siempre la mente con el estómago, como cuando decimos..."tengo mariposas en el estómago", "se me acaba de hacer un nudo en el estómago", "me cagué de miedo"...Unas 100 millones de neuronas se alojan en el estómago, el tamaño del cerebro de un gato!!!
Nuestros intestinos toman decisiones propias ya que poseen algunas de las mismas terminaciones nerviosas que el cerebro.
Los billones de microbios del intestino nos manejan a su antojo, al igual que la programación del lenguaje impuesta, obligándonos a consumir ciertos alimentos que los hacen prosperar mejor; es decir, que las bacterias del intestino nos manipulan , según investigaciones de la Universidad de California.
Estas bacterias son tan poderosas que pueden incluso llegar a condicionar nuestra personalidad. Esto es tan importante que cambiar nuestra flora intestinal puede variar nuestra conducta.
Para que veáis hasta qué punto es vital que existen incluso transplantes fecales, o sea, donantes de heces, que han llegado a ser más eficaces que algunos antibióticos para personas que padecen por ejemplo de colon irritable.
Veamos cómo se refleja en nuestra conducta:
MEMORIA
La proteína que quema la grasa corporal se encarga de la memoria; por este motivo las personas obesas tienen más tendencia a la demenciaESTRÉS
Ante situaciones de emergencia el cerebro toma energía del intestino. Las tripas se rebelan y envían señales provocando ardor...
GULA
Las billones de bacterias que viven en el intestino eligen sus propios nutrientes para reproducirse; por eso, a veces, nos dan ataques de dulce
MIEDO
El pánico hace que el cerebro asuste al intestino grueso; éste ya no dispone de tiempo para absorber líquido y se produce la diarrea
SUEÑO
Cuando relajamos los intestinos, las neuronas estomacales producen benzodiazepinas, que relajan e inducen al sueño
BIENESTAR
El estado de ánimo se aloja en el estómago pues ahí se produce y almacena la serotonina, la "hormona de la felicidad"
Una vez más se demuestra que un gran consumo de frutas y verduras es básico para nuestro bienestar tanto físico como emocional.
Fuente: Revista Papel#6
Foto:Joana Coccarelli