Muchos trastornos gastrointestinales pueden ser tratados con hierbas. Lo importante es elegir las más adecuadas.
El estrés y el ritmo de vida cada vez más frenético pueden crear muchos problemas en el aparato digestivo. Además, si seguimos una dieta desequilibrada y tenemos una vida sedentaria estos problemas pueden convertirse en enfermedades crónicas como la dispepsia, reflujo gastroesofágico y el síndrome del intestino irritable.
Si la digestión es difícil…
El ardor de estómago, especialmente por la noche, acompañado normalmente por una regurgitación ácida son síntomas típicos del reflujo gastroesofágico. Un trastorno muy común a día de hoy y que se caracteriza por un mal funcionamiento de una válvula, presente en el esófago, que si funcionara bien debería evitar que el contenido del estómago vuelva hacia arriba.
Puede afectar a cualquier persona: hombres, mujeres, niños e incluso bebés (recordemos la clásica imagen de un bebé tirando la leche agria mediante regurgitación poco después de haber comido). Es más, el embarazo y la obesidad pueden facilitar la aparición de este problema. En estos casos más vale acudir al médico para que nos trate, sobretodo si no se trata sólo algo puntual.
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Aún así, para los casos leves y ocasionales, que normalmente se producen después de una gran comida rica en grasas, se puede utilizar ciertos remedios herbales como hinojo, alcachofa, anís y manzanilla.
El extracto de hinojo seco es útil en los trastornos digestivos en general. Se debe tomar una media hora antes de las comidas y reduce la sensación de saciedad del estómago y la sensación de indigestión. No presenta inconvenientes sustanciales.
Otra hierba que puede ayudar a la digestión es la alcachofa. De sus hojas se obtiene un extracto seco que es rico en ácidos fenólicos, y que ayudan a estimular la secreción de la bilis (es decir, a digerir los alimentos grasos) y protege el hígado. Tampoco e el caso de la alcachofa existen contraindicaciones particulares.
Por otro lado, el extracto de anís se puede utilizar como adyuvante de la digestión, especialmente cuando hay eructos frecuentes.
Por último, la manzanilla, a la que siempre se le han atribuido actividades antiinflamatorias y antiespasmódicas (contra los calambres de estómago). Para obtener los beneficios de la manzanilla se debe preparar la infusión con al menos 3 cucharaditas de té de manzanilla por taza.
La menta y el jengibre se pueden usar contra las náuseas en caso de tenerlas. El mentol tiene cierta acción anestésica suave que deja de enviar señales negativas desde el estómago hasta el cerebro. Son suficientes 10 mg de mentol, que equivalen a una taza de té de hojas de menta. El jengibre tiene efecto antinauseabundo también. Actúa sobre el sistema nervioso central, de modo que también es eficaz contra el mareo. También puede ser útil en caso de náuseas y vómitos durante al embarazo.
En caso de intestino irritable…
La colitis (o colon irritable) es un trastorno intestinal muy común. Se presenta con dolor abdominal e inflamación acompañada de estreñimiento y/o diarrea.
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Algunos factores tales como el estrés, la ansiedad, la dieta o unos hábitos de vida poco saludables, parecen promover su aparición y esto también explicaría por qué hoy en día hay el doble de personas que sufren este trastorno comparado con hace 15 años.
Teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos no se puede evidenciar una causa orgánica en base al intestino irritable, los remedios naturales son ideales y necesarios para aliviar los síntomas: dolor de calambres, distensión abdominal, estreñimiento, diarrea…
Para los problemas de estreñimiento
En cuanto a los trastornos caracterizados por el estreñimiento, la primera cosa que hay que cambiar es la alimentación, enriqueciéndola de vegetales frescos (frutas y verduras) y fibra.
También podemos usar plantas con acción laxante como el fucus, senna, espino, cáscara sagrada y aloe. De todas estas plantas se usan los extractos secos y actúan sobre los músculos intestinales para ponerlos en marcha.
Pero cuidado: estas plantas están contraindicadas en el embarazo, en niños menores de 12 años, durante la lactancia y en personas con diverticulosis intestinal, hemorroides y/o fístulas anales. Además, los extractos de estas plantas no deben administrarse durante más de ocho a diez días seguidos.
El psyllium es una alternativa más fácil de usar. Está constituido de las semillas de Plantago psyllium y Plantago indica ricas en mucílagos. Debido a la desaceleración de la reabsorción de agua, favorece la formación de deposiciones abundantes y suaves que se eliminan con mayor facilidad.
También es importante beber mucha agua durante todo el día y la practicar ejercicio moderado, sobretodo para las personas con intestino perezoso e irritable.
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Para problemas de hinchazón…
Como coadyuvante en trastornos intestinales que se caracterizan por hinchazón y flatulencias es recomendable el anís verde, anís estrellado e hinojo.
El uso de estas plantas contra los gases intestinales se puede decir que forma más parte de la tradición que de la medicina moderna, ya que los mecanismos subyacentes de su acción antimeteorica no han sido confirmadas aún aunque sí hagan efecto. El alivio que proporcionan podría estar relacionado con la acción que ejercen sobre la motilidad intestinal. Pero insisto, no está demostrado que así sea, se necesitarían estudios que lo confirmen para poder asegurarlo rotundamente.
En caso de diarrea…
En las formas caracterizadas por diarrea o diarrea alternada con estreñimiento primero se debe restaurar la flora intestinal microbiana. Es decir, aquellas bacterias que normalmente están presentes en nuestros intestinos y que son necesarias para la síntesis de algunas vitaminas y para la absorción de todos los nutrientes.
Para ello se deben tomar suplementos de probióticos, tales como Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium, Lactobacillus sporogenes y Lactobacillus rhamnosus. Con estas enzimas también se suelen preparar yogures fortificados para aquellos que no quieran tomar suplementos, aunque la cantidad ingerida es mucho menor.
Para detener la diarrea también es bueno comer semillas de pomelo, en forma de extracto seco . Incluso tienen acción desinfectante. Ayudan a restaurar el equilibrio fisiológico intestinal y a mejorar la acción de los probióticos.
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