Comprensiblemente, una visita de esta naturaleza puede causar cierto malestar. Sin embargo los exámenes ginecológicos periódicos son cruciales para la buena salud sexual y reproductiva, no deben ser omitidos. Conocer lo que realmente ocurre durante un examen anual, ayuda a que muchas mujeres comiencen a verlo como lo que es, una experiencia sencilla y gratificante.
Cómo preparar se para el examen ginecológico anual
Antes de un examen ginecológico, hay varias medidas que las mujeres pueden tomar para estar mejor preparadas:
Intentar programar la cita médica entre períodos menstruales y no durante la menstruación. El fluido menstrual puede interferir con el examen, así como con las pruebas de laboratorio.
No tener relaciones sexuales vaginales o insertar algo en la vagina, incluyendo duchas o productos vaginales, por lo menos 24 horas antes de la visita. La actividad sexual puede irritar el tejido vaginal y aumentar la probabilidad de resultados alterados en la prueba de Papanicolau.
Es buena idea preparar una lista de preguntas y preocupaciones para consultar con su ginecólogo antes de la cita. Recuerda que el médico necesita saber acerca de cualquier sangrado vaginal irregular, secreción, olor o dolor.
El ginecólogo le preguntará acerca de su ciclo menstrual, por lo que será útil recordar la fecha en que comenzó su último período, así como la duración.
Qué esperar durante el examen ginecológico anual
Al comienzo de la visita, una enfermera registrará algunas medidas básicas como el peso, la presión arterial y la fecha de inicio de su último período menstrual. Luego le proporcionaran un vestido de papel o tela para usarlo una vez que se haya desnudado.
El examen ginecológico puede incluir preguntas sobre antecedentes personales y familiares, historia sexual, uso de protección y otras opciones anticonceptivas. Estas citas también son un buen momento para que solucionar cualquier duda que pueda tener, incluyendo preguntas sobre períodos irregulares, secreción vaginal, ITS y pruebas de embarazo.
Es perfectamente normal sentirse nerviosa por los exámenes mamarios y pélvicos. Sin embargo trate de no preocuparse. Son procedimientos de rutina para el médico, muchas mujeres se sorprenden al descubrir que los exámenes pélvicos y de mamas son muy rápidos y relativamente indoloros.
El examen de mama
El propósito del examen de mamas es verificar si hay bultos o irregularidades en el tejido mamario. El médico examina los pechos de la mujer haciendo movimientos circulares y lineales suaves con sus dedos. Se siente como si el médico estuviera dando un masaje en esa zona, sólo dura alrededor de un minuto. Si surge malestar o dolor mientras el médico está examinado, asegúrate de informárselo. El médico también puede mostrarle cómo realizar un autoexamen de mamas, porque es importante comprobar si hay bultos o irregularidades entre las visitas ginecológicas. Si la paciente tiene más de 35 años, se puede recomendar una mamografía para detectar el cáncer de mama.
El examen pélvico
El examen pélvico se realiza para inspeccionar los genitales externos e internos. Intente orinar antes del examen porque puede sentirse incómodo si la vejiga está llena. Durante el examen, la mujer debe acostarse en la mesa y colocar los pies en los estribos para mantener las rodillas separadas. El procedimiento puede resultar más fácil si la paciente permanece relajada, sólo debe durar cinco minutos. Normalmente el resto del cuerpo permanece tapado, solo el área genital estará visible.
Lo primero que se hace es inspeccionar los órganos genitales externos (vulva) para detectar signos de irritación, infección o llagas. Luego se introduce un espéculo lubricado en la vagina para observar los órganos genitales internos. El espéculo es un dispositivo de metal/plástico delgado que se asemeja al pico de un pato. Al insertarse en la vagina está cerrado, pero se va abriendo lentamente para separar las paredes vaginales. Esto proporciona al ginecólogo una vista de la pared vaginal y el cuello uterino. Si sus músculos están relajados, el espéculo sólo debe causar una ligera presión. Sentir un malestar leve es común, pero asegúrese de informarle a su ginecólogo si experimenta un dolor considerable. A continuación el médico frotará un hisopo de algodón para recoger una muestra de células cervicales. La prueba de Papanicolau se utiliza para detectar la presencia de anomalías que pueden ser causadas por cáncer cervical, infecciones vaginales o ITS.
El médico también examinará manualmente los órganos reproductores. Con el uso de guantes de látex, se inserta uno o dos dedos lubricados en la vagina y se presiona el abdomen inferior con la otra mano para sentir físicamente los órganos internos. Este procedimiento verifica el tamaño, la forma y la posición del útero, factores que pueden afectar la fertilidad y el tipo de anticoncepción que se debe utilizar. También se comprueba si hay hinchazón o sensibilidad en la vagina y en los órganos reproductores, ya que pueden ser signos de una infección, embarazo o quistes. Al igual que los otros componentes del examen pélvico, este procedimiento suele ser rápido y sólo causa presión o malestar leve. Si experimenta dolor en cualquier momento, asegúrese de informarlo.
En ciertos casos el ginecólogo puede introducir un dedo enguantado en el recto para detectar anormalidades detrás del útero, la pared vaginal o el recto.
Después que se haya completado el examen físico, es el momento para realizar cualquier pregunta adicional que pueda tener. Su ginecólogo es una fuente de información honesta y confiable, así que no se avergüence de preguntar sobre cualquier tema de salud sexual. Finalmente le indicarán una fecha aproximada en la que puede obtener los resultados de su prueba de laboratorio. En caso de existir algún comentario sobre la evaluación física, el médico se lo hará saber de inmediato.
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