1-. La mayoría de nosotros usamos la palabra “vagina” para referirnos a la región genital femenina, pero técnicamente el término vagina sólo describe el canal estrecho que se ubica dentro del cuerpo, desde la vulva (el área visible que incluye los labios internos y externos, el clítoris y el perineo) hasta el cuello uterino (parte inferior del útero).
2-. Las vaginas por lo general se parecen, lo que varía de una mujer a otra es la vulva. El tamaño y la apariencia del clítoris/labios son diferentes, en algunos casos pueden ser largos, en otros pueden ser cortos, asimétricos, muy visibles o escondidos, con una tonalidad distinta al resto de la piel. No hay rasgos específicos para definir lo que se considera normal. Más; ¿Mi vagina es normal? Cómo saber si tu vagina, clítoris y labios vulvares son saludables.
3-. Los alrededores de la zona genital pueden tener diferentes tonalidades de piel. Muchas mujeres de piel clara tienen labios marrones o violáceos, mientras que una mujer de piel más oscura puede tener una coloración clara en su vulva. También puede haber diferentes colores en diferentes áreas, por ejemplo los labios podrían ser oscuros y el perineo podría ser rosa pálido.
4-. Por lo general, las paredes vaginales son arrugadas y se encuentran comprimidas unas contra otras, pero tienen la capacidad de separarse y ensancharse cuando es necesario. Pensemos en el momento del parto, la vagina alcanza dimensiones significativas para permitir la salida del bebé.
5-. Una vez que se han tenido relaciones sexuales vaginales, no es posible restaurar la virginidad, aunque se pase mucho tiempo sin experimentar una penetración. Normalmente las paredes vaginales estarán más apretadas, pero la penetración no será difícil o dolorosa como la primera vez.
6-. La vagina puede ser tonificada al igual que otras partes del cuerpo. Esto se logra mediante la estimulación del músculo pubocoxígeo, un músculo principal de la región púbica. Es muy sencillo, solo hay que apretar la vagina como si se estuviera reteniendo el flujo de orina, mantener esa acción durante 10 segundos y luego soltar. De ser posible repita este ejercicio varias veces al día, con 10-20 repeticiones. Más; Ejercicios vaginales: ¿Por qué son tan beneficiosos?
7-. La vagina normalmente está habitada por varios tipos de microorganismos, entre ellos bacterias. Sin embargo, no todas las bacterias son perjudiciales. Algunas de ellas ayudan a mantener bajo control a otros microorganismos dañinos para que no causen una infección. Podemos mencionar a las bacterias lactobacilos, que también se encuentran en el yogur. Son muy importantes para mantener un entorno vaginal sano y para controlar la población de hongos.
8-. No es necesario ducharse o lavar constantemente el interior vaginal para mantenerla limpia. La vagina posee un mecanismo de auto-limpieza muy efectivo gracias al flujo vaginal. Estas secreciones naturales ayudan a expulsar células viejas, bacterias, hongos y cualquier agente extraño para el entorno. El aseo de los genitales solo debe incluir la parte exterior, es decir el interior de los pliegues labiales y a lo largo del perineo.
9-. Cuando una mujer siente dolor significativo y regular en su vagina, puede deberse a dos causas principales: el vaginismo, que hace que los músculos vaginales se contraigan involuntariamente y puede dificultar o imposibilitar la introducción de objetos en la vagina; y la vulvodinia, que se caracteriza por dolor en la vulva, picazón, o sensibilidad tan intensa que el contacto directo es difícil de soportar.
10-. El olor vaginal puede cambiar a lo largo del ciclo. Tiende a ser un poco ácido antes del período y un ligeramente picante después de este. El olor vaginal puede ser más notable después del entrenamiento físico debido a la estimulación de las glándulas sudoríparas, y durante el sexo debido a la lubricación natural que se produce. Tener un ligero olor vaginal es normal, pero cuando este se vuelve fuerte, desagradable, o se acompaña de flujo anormal, es hora de acudir al médico.
11-. Tener relaciones sexuales regularmente puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Tener un orgasmo aumenta el nivel de estrógenos, lo que a su vez aumenta la liberación de oxitocina y reduce la producción de cortisol (principal hormona del estrés).
12-. Los cambios en el flujo vaginal durante todo el ciclo son normales. Son más notables en torno a la ovulación y al período. Durante la ovulación el flujo se torna viscoso, transparente y resbaladizo, siendo esta la etapa de mayor cantidad. El objetivo de tales características es facilitar el paso de los espermatozoides hacia el óvulo. Sin embargo antes y después de la menstruación podemos notar como el flujo se va tornando más cremoso y blanco, disminuyendo así los niveles de fertilidad. Cualquier cambio asociado con picor, mal olor, color anormal, etc. debe ser consultado con un médico.
13-. Nada de lo que se introduzca en la vagina puede pasar hacia el útero. El cuello uterino es la estructura encargada de bloquear el paso de objetos extraños. Esta es una cuestión que preocupa a muchas chicas, especialmente cuando desean usar tampones durante su período.
14-. Es normal que el clítoris aumente de tamaño durante las relaciones sexuales. Del mismo modo que ocurre con el pene en los hombres, el clítoris se llena de sangre debido a la excitación sexual. Esto hace que incremente su tamaño, llegando a ser muy notable en algunas mujeres.
15-. Hay más terminaciones nerviosas en el clítoris (8000) que en el pene (4000). Eso explicaría por qué un orgasmo del clítoris por lo general es mucho más intenso que el orgasmo masculino.
16-. El pH vaginal no es estático durante el ciclo menstrual, sino que tiene picos de acidez y neutralidad. Suele ser más ácido durante la etapa pre-menstrual y casi neutro durante la menstruación. El resto del ciclo se mantiene en valores ácidos pero no tanto como en la fase pre-menstrual.
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