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¿Qué ejercicios son más adecuados para cada edad?
Nuestro cuerpo evoluciona constantemente y envejece. Por eso, es importante que sepas qué tipo de práctica deportiva se ajusta más a tus propias capacidades y posibilidades, para que no se desencadenen problemas de salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas inactivas deben comenzar a hacer ejercicio poco a poco y aumentar la intensidad de manera gradual. Si tienes hijos de entre 5 y 17 años, es ideal que realicen actividad física una hora cada día, tanto moderada como vigorosa. Los adultos de entre 18 y 64 años es aconsejable que practiquen dos horas y media de ejercicio cada semana. Los mayores de 65 años también tendrían que hacer ejercicios tres días por semana para mantener la movilidad y mejorar su salud.Ten en cuenta que, durante la infancia, tus hijos necesitan practicar un deporte que les ayude en su crecimiento. Su cuerpo se está desarrollando y la actividad física les ayudará. Eso sí, siempre es aconsejable que el juego forme parte del deporte escogido. En la adolescencia, el cuerpo experimenta el mayor cambio y el deporte es básico para su normal desarrollo, tanto físico como de personalidad.
El mejor deporte a los 20 años
Si tienes veinte años, una de las mejores actividades que puedes practicar es cardiovascular, como correr, ir en bici y natación, además de ir al gimnasio. También son ideales las disciplinas que se practican en equipo, como el tenis, fútbol o baloncesto, entre otras. La combinación de varias modalidades es una buena solución (por ejemplo, correr y practicar boxeo).Es importante tener en cuenta que, si alternas la intensidad de la actividad física con el esfuerzo, el cuerpo sigue quemando calorías entre cuatro y cinco horas después al esfuerzo.
A partir de 30 años
Cuando entras en la década de los treinta, es interesante que busques un deporte concreto que te ayude a conservar el equilibrio y mejorar tu postura; puesto que, de ahora en adelante, podrías empezar a tener algunos problemas. Puedes seguir practicando deportes cardiovasculares u optar por caminar unos treinta minutos al día o practicar yoga o boxeo una vez por semana.Fuente: Pixabay / skeeze
Si has cumplido los 40
En el caso de que ya tengas cuarenta años, tienes que ser más cuidadoso en la elección de tu disciplina deportiva. Busca una actividad física que te motive, pero sea beneficiosa para tu salud y cuerpo. Céntrate en aquellas que te permitan mejorar tus debilidades o tu tono muscular. El body combat un par de veces por semana, caminar a una marcha rápida, ir al gimnasio, practicar natación o actividades como el yoga o pilates te resultarán de gran ayuda.En este caso, evita deportes en los que tengas que hacer esfuerzos muy grandes o intensivos entrenamientos, ya que podrías tener algún tipo de lesión. Tu cuerpo ya no es el de antes ni tiene su elasticidad. Por eso, debes buscar alternativas que te ayuden a estar bien sin lesionarte. Lo ideal es una hora al día durante tres o cuatro días a la semana.
Para los que tienen más de 50 años
A esta edad, es posible que tengas algún achaque o arrastres algún dolor. El deporte te ayudará a mejorar tu salud y sentirte bien contigo mismo. No es recomendable que hagas entrenamientos intensos, en los que te sometas a un esfuerzo extremo. No existen contraindicaciones para ninguna práctica deportiva, pero hazlas con calma y sin la intensidad con la que las hacías cuando tenías veinte años.Puedes salir en bici, hacer natación, salir a andar o trotar, practicar yoga o pilates o ir al gimnasio. Si ves que te estás esforzando más de la cuenta y tu cuerpo no da tanto de sí, es mejor que reduzcas la intensidad.
Más de 60 años
Cuando envejecemos, es indispensable practicar algún tipo de deporte. El más habitual es andar o acudir a la piscina para hacer algunos ejercicios. Es probable que ya tengamos algún tipo de achaque en esta edad. Por eso, es importante que seas constante, pero no realices grandes esfuerzos. Entre media hora y cuarenta y cinco minutos al día serán suficientes. Si no puedes dedicar este tiempo todos los días, que al menos lo inviertas tres veces por semana. Mantén un ritmo equilibrado para no perder la movilidad y mantener el equilibrio.Fuente: Pixabay Herriest
¿Por qué es importante practicar un deporte para cada edad?
Tenemos que ser conscientes de los cambios que experimenta nuestro cuerpo cada vez que cumplimos años. Siempre es aconsejable hacer deporte. Es más, debe ser una prioridad en nuestra vida. Ahora bien, no podemos hacer lo mismo a los veinte que a los cincuenta. Es impensable, ya que nuestro cuerpo no responderá de la misma manera.Cuando eres joven, necesitas hacer deportes intensos. Derrochamos vida y necesitamos alimentarnos de la práctica deportiva para estar más sanos y fuertes. Ahora bien, si a los cincuenta queremos igualar a los que tienen treinta años menos en una carrera; probablemente, haremos un sobreesfuerzo que nos pasará factura, bien con una lesión o bien un problema más grave.
En cada edad tenemos unas necesidades. Tenemos que adaptarnos y dar a nuestro cuerpo lo que quiere. Muchas personas optan por bailar como actividad física. El baile se puede practicar a cualquier edad y sus beneficios son innumerables. Lo más importante es disfrutar de lo que hacemos para poder llevarlo a cabo de manera continuada en el tiempo. La constancia es nuestra gran aliada.
Si practicas deporte de manera continuada, retrasarás el envejecimiento de tu cuerpo, puesto que estimularás la circulación, eliminarás las toxinas, regularás el funcionamiento de las hormonas, oxigenarás mejor tu metabolismo y mantendrás el tono muscular.
Y recuerda que cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, en consecuencia, ser más feliz.