El tener confianza te ayuda a valorarte y tener un mejor concepto acerca de ti mismo, por eso este aspecto es fundamental también para mejorar tu autoestima. Al confiar en ti mismo eres capaz de ver tus capacidades y todo tu potencial, esto es lo que te ayuda a triunfar con respecto a lo que te propones conseguir. Tu autoestima tiene más que ver con el sentimiento global de lo valioso que eres, el aprecio y la percepción que tienes acerca de ti.
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Existen muchos enemigos de la autoconfianza, que la atacan desde nuestra niñez. Estos enemigos nos hacen creer que no somos capaces de mejorar, de enfrentarnos a lo que tememos y de salir adelante pese a las dificultades. Estos enemigos están camuflados entre los mensajes de personas que nos han querido proteger, y la consecuencia ha sido limitar nuestro entusiasmo, nuestra motivación y nuestras ganas para enfrentarnos a nuevas experiencias, que nos permitan desarrollar nuestras habilidades. Pero no hay excusa para aumentar la confianza. Eres adulto, puedes cuestionar todo esto que has aprendido, todo lo que te han dicho sobre lo que podías hacer y lo que no. Este es el momento para que pases de ser una víctima a ser el protagonista de tu vida. Solo tienes que comprometerte y creer en ti mismo, te vamos a dar algunas pautas para conseguir que fortalezcas tu autoconfianza…
Aprende a confiar en ti mismo: técnica de autoeficacia
¿Has escuchado hablar de la profecía autocumplida? Este concepto tiene mucho que ver con lo que creemos acerca de nosotros mismos. Lo habrás experimentado en muchas ocasiones, cuando te dices a ti mismo que no puedes conseguir algo, o que va a acontecer algún suceso que evite que salga bien lo que pretendes. Esto es una forma de boicotear tu experiencia,
La profecía que se autorrealiza es, al principio, una definición «falsa» de la situación que despierta un nuevo comportamiento que hace que la falsa concepción original de la situación se vuelva «verdadera».
Robert K. Merton
Para contrarrestar esta evaluación negativa acerca de tus recursos y capacidades, lo primero que has de hacer es tomar conciencia de cuando esto ocurre, las situaciones en las que pones en marcha este mecanismo automático. Piensa en qué tipo de situaciones lo haces, hasta que te des cuenta in situ. La meditación te ayudará a tener más conciencia de estas situaciones para poder modificarlas.
Es hora de emplear la autoeficacia. Este concepto fue desarrollado por el prestigioso psicólogo Albert Bandura, en su teoría social cognitiva. Consiste en la modificación de hábitos de conducta. Esta teoría comprobó que las expectativas positivas, que nos ayudan a anticipar nuestros logros, promueven la confianza acerca de nuestras capacidades, lo que hace que aumentemos nuestros recursos para alcanzar los resultados que deseamos.
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Esto está estrechamente relacionado con el poder que tienen nuestros pensamientos, y cómo influyen en nuestra conducta, y a su vez en las consecuencias que vienen de nuestro entorno. Por lo que, lo que te dices a ti mismo tiene mucha fuerza, esos mensajes son los que has de cuidar para poder ofrecer lo mejor de ti en cada experiencia.
Focaliza tu atención en las soluciones
Como hemos comentado, la autoconfianza tiene mucha relación con los mensajes que te estás enviando a ti mismo, también con la falta de conciencia hacia lo que has dejado de cuestionar con mensajes que has escuchado. Dos elementos clave que hemos visto hasta entonces para aumentar la confianza han sido la conciencia y los mensajes internos. Otro elemento clave que vamos a desarrollar en este apartado es la atención.
Dónde pongas tu foco de atención es una de las claves fundamentales para que aumentes tu confianza. Cuando te centras en las soluciones, estás poniendo en marcha estrategias para prepararte ante la situación a la que te vas a enfrentar. Esto a su vez te permite motivarte centrando toda tu energía en lo que quieres conseguir. Así es como dispondrás de todos tus recursos para tu beneficio.
El no conseguir lo que pretendías puede hacerte confiar menos en ti mismo, por eso una vez más debes de poner la atención hacia lo que has conseguido en otros momentos, tomar conciencia de tu progresión y de cómo has ido avanzando. Nada puede hacer que te estanques, solo rendirte. Cada situación es una oportunidad para seguir ampliando y confiando en tu potencial. Es cuestión de ejercitar la autoconfianza, para que no te desmorones ante las dificultades.
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Cambia tu percepción sobre el ‘fracaso’
Si cuando no consigues lo que pretendes lo consideras como una experiencia en la que has fracasado y no eres digno de seguir confiando en tus capacidades, así es como estarás poco a poco disminuyendo tu autoconfianza. A esto nos enseña la meditación a aceptar nuestros límites, conocer nuestros recursos, y a percibir cada error y cada dificultad como una oportunidad y una experiencia con la cual desarrollarnos.
El fracaso tal y como lo has entendido hasta ahora no existe. No conseguir lo que pretendías forma parte de tu crecimiento, la meditación te hace consciente de esto, para que te fortalezcas y adquieras los recursos necesarios que te preparen para afrontar las adversidades con las que te enfrentas a cada momento. Cambia la perspectiva y tu foco de atención para en vez de debilitarte ante lo que no consigues te fortalezcas y te prepares para las próximas experiencias.
Las personas que gozan de confianza no son las que tienen mayores potencialidades, sino aquellas que aceptaron cada experiencia como una oportunidad para hacer crecer sus potencialidades.