Top 10 causas del dolor de rodilla en corredores
Si te duele la rodilla, no te preocupes, que no eres el único. Las dolencias es las articulaciones son muy habituales en corredores, atletas y ciclistas, especialmente en la rodilla, por la presión que se ejerce sobre ella. Además de ello, estas son las causas más frecuentes:
Someter a excesivo rendimiento a los músculos del muslo cuando todavía están débiles.
Utilizar el calzado inadecuado para este deporte o para nuestra pisada o tenerlo desgastado.
Entrenar sin calentar y con falta de técnica.
Entrenar en superficies duras cuyo impacto se absorbe por la rodilla.
Tener los pies planos, lo que afecta a nuestra pisada.
Tener la rótula mal alienada.
Haber sufrido una dislocación de la rodilla mal curada.
Estar ejerciendo una presión superior a la apropiada sobre los músculos del muslo.
Sufrir artrosis, artritis u otras enfermedades de las articulaciones.
Como síntoma de alguna lesión.
¿Cómo aliviar el dolor de rodillas?
Si no has aplicado la regla de “más vale prevenir que curar” y te has reconocido en la lista anterior, te conviene conocer qué puedes hacer para que las rodillas te dejen de doler cuando corres para que puedas seguir practicando tu deporte favorito sin molestias que te impidan mejorar tus marcas y alcanzar tus objetivos.
Como puedes imaginar, algunas de las causas citadas en el apartado anterior tienen fácil solución, como es la de utilizar el calzado adecuado o acomodar la intensidad de nuestros entrenamientos a nuestra condición física en cada momento, sin forzar nuestro rendimiento. Sin embargo, para otras dolencias, como la artrosis, las rodillas dislocadas o lesiones mal curadas, debemos recurrir a tratamientos más específicos.
Algunos de estos métodos, en función de la intensidad del dolor, pasan por:
Trabajar sobre la zona afectada. Cuando empecemos a sentir dolor en las rodillas, podemos paliarlo colocando la pierna en alto y aplicar hielo envuelto con un trapo (nunca de forma directa, porque puede crear abrasión) varias veces al día.
Recurrir a medicamentos. Bajo prescripción médica, es posible que te receten antiflamatorios, geles musculares, o incluso corticoides que actúen sobre los músculos resentidos por este deporte.
Recibir sesiones de fisioterapia. El calentamiento y los estiramientos son tan imprescindibles como el desayuno y la cena. Un fisioterapia puede darte masajes para ayudarte a aliviar los síntomas y también puede recomendarte ejercicios para mejorar la fuerza y la flexibilidad de tu rodilla.
Tomarte o inyectarte ácido hialurónico. Si aún no están inmerso en el mundo del deporte puede que te resulte extraño, pero este producto es un potente aliado para tratar el tejido y lubricar la rodilla sin necesidad de recurrir a tratamientos quirúrgicos. En este enlace puedes ver que puedes escoger entre inyecciones o cápsulas, lo que lo convierte en un tratamiento mucho más cómodo y menos invasivo que cualquier operación a las que puedas someterte para corregir el deterioro del cartílago.
Como ya hemos indicado, antes de salir a correr, aprender a prepararte. El equipo, la técnica y la superficie son los tres factores fundamentales sobre los que tienes que poner el acento para evitar dolores en las rodillas cuando corres. Pero tampoco tengas miedo, cada vez son más los especialistas y los tratamientos que podemos encontrar para ayudarnos a seguir practicando el deporte que más nos gusta.
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